El proyecto “Maíz resistente a insectos para África” (IRMA, Insect Resistant Maize for Africa) y su similar, el proyecto “Maíz eficiente en el uso de agua para África” (WEMA), han puesto en marcha una iniciativa que consiste en dar capacitación al personal dedicado a la cría masiva de insectos y construir criaderos donde puedan realizar esta tarea. Los insectos se crían con fines experimentales, para evaluar la resistencia del germoplasma de maíz a las plagas. Como parte de la iniciativa, del 25 de marzo al 5 de abril 2012, 12 técnicos procedentes de Kenia, Kenia, Uganda, Tanzania y Mozambique participaron en un curso que se realizó en las instalaciones del Instituto Keniano de Investigación Agrícola (KARI) en Katumani, Machakos, Kenia.
El objetivo del curso, co-organizado por el CIMMYT, la Fundación Africana de Tecnología Agrícola (AATF), el KARI y Monsanto, era habilitar a los técnicos de los países colaboradores en el proyecto WEMA para que hagan crianza masiva de barrenadores del tallo; establecer y operar los criaderos; y realizar de manera eficaz estudios sobre barrenadores en los ensayos en campo. La parte práctica del curso se concentró en las unidades de crianza masiva, instalaciones, equipo, ingredientes de la dieta y normas de seguridad en los laboratorios; establecimiento y mantenimiento de colonias; surtido de dietas, preparación e infestación; manejo de larvas, pupas, palomillas y huevecitos de barrenadores.
Subrayando la importancia del curso, el Dr Stephen Mugo, científico principal y mejorador de maíz del CIMMYT, señaló que las plagas se han convertido en un problema grave para la producción global, ya que afectan 46% de la superficie donde se siembra maíz en el mundo y destruyen 25% de la producción mundial de cultivos alimentarios cada año, que equivale a 52 millones de toneladas métricas valuadas en 5.7 billones de dólares. Agricultores en todo el mundo, en su afán de controlar las plagas, invierten anualmente unos 550 millones de dólares en insecticidas. También, más de 60% de las pérdidas ocurren en tierras del trópico donde las condiciones ambientales favorecen el desarrollo de los barrenadores todo el año. Al explicar la incorporación de protección a insectos en WEMA, el Dr Mugo explicó que el maíz, cuando no recibe suficiente agua, es más susceptible al ataque de barrenadores del tallo: “Los efectos negativos de la sequía y de las plagas pueden malograr los cultivos. El desarrollo de materiales con una combinación de tolerancia a sequía y protección contra insectos aumentarían considerablemente los beneficios para los pequeños productores de maíz en África.”
El Dr Tadele Tefera, entomólogo que trabaja con el CIMMYT y uno de los facilitadores del curso, advirtió que el método de control para los barrenadores (biológicos, químicos, agronómicos y resistencia de la planta hospedante (HPR)) tiene sus propias limitaciones. Sin embargo, considerando que por razones de costo y disponibilidad a menudo no se toman medidas de control, la HPR es el método más sencillo que los agricultores de subsistencia pueden adoptar y aplicar, dado que la resistencia está contenida en la semilla misma. Pero, para esto es necesario invertir en desarrollo y selección de germoplasma, un proceso para el cual se requieren plagas y, por tanto, sitios para crianza masiva de insectos. La Sra. Stella Adupo, de Uganda dijo sentirse muy contenta porque ahora tenía los conocimientos adecuados para llevar a cabo la labor tema del curso. Igual que otros participantes, la Sra. Adupo prometió establecer un criadero en el Instituto Nacional de Investigación de Recursos Agrícolas (NaCCRI), en Namulonge, Uganda.
Al concluir el curso, el Dr. Charles Kariuki, director de centro del KARI-Katumani , señaló que la inseguridad alimentaria es resultado en parte de la falta de personal técnico que desarrolle tecnología pertinente y que asesore a los agricultores: “Ustedes han adquirido conocimientos y práctica que les serán de utilidad en la crianza masiva. Lo más importante, sin embargo, es que transmitan estos conocimientos a otros, que capacitan al menos a 2-3 personas en su institución, a fin de lograr un mayor impacto.” Sugirió a los participantes que lean más sobre la crianza masiva para que expandan sus conocimientos, entiendan la disciplina y sean más profesionales y eficientes en su trabajo. Dio las gracias al CIMMYT por su apoyo en actividades científicas y de capacitación. Al concluir el curso, el Dr. Charles Kariuki, director de centro del KARI-Katumani , señaló que la inseguridad alimentaria es resultado en parte de la falta de personal técnico que desarrolle tecnología pertinente y que asesore a los agricultores: “Ustedes han adquirido conocimientos y práctica que les serán de utilidad en la crianza masiva. Lo más importante, sin embargo, es que transmitan estos conocimientos a otros, que capacitan al menos a 2-3 personas en su institución, a fin de lograr un mayor impacto.” Sugirió a los participantes que lean más sobre la crianza masiva para que expandan sus conocimientos, entiendan la disciplina y sean más profesionales y eficientes en su trabajo. Dio las gracias al CIMMYT por su apoyo en actividades científicas y de capacitación.