Los agricultores del Estado de México, que colinda con la Ciudad de México –capital del país y potencial mercado de casi 20 millones de habitantes—han luchado por hacer rentables sus cultivos de maíz. En la entidad se siembra 10% de la producción nacional de maíz, pero las variedades mejoradas no ocupan más del 10-15% de la superficie dedicada a este cultivo. Casi todo el maíz (97%) que producen es de grano blanco y de variedades con las que pueden elaborar platillos locales, pero que no reúnen los requisitos de calidad para la producción comercial de tortillas a gran escala, ni para satisfacer la demanda de maíz para alimentar a los animales o para usos industriales.
Como parte de un proyecto que en 2007 iniciaron el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), de México, el CIMMYT está trabajando con sus colegas del Estado de México en el aumento de la productividad y rentabilidad del cultivo de maíz. El objetivo principal son los maíces blancos y de color para productos alimenticios, pero obedece en parte a la respuesta ante el creciente interés en el maíz para bioenergéticos por lo que los participantes están produciendo, ensayando y promoviendo el maíz amarillo con características que se ajusten a los mercados de alimento para animales y usos industriales. Para planificar aquellas y otras actividades, montar una base de datos de las variedades (mejoradas y criollas) de maíz que se siembran en el Estado de México y formar un equipo de trabajo, 11 investigadores especialistas en maíz se reunieron en El Batán del 19 al 21 de febrero, 2008. Hubo participantes del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias (INIFAP), del Instituto de Investigación y Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal del Estado de México (ICAMEX), del Colegio de Postgraduados (institución de investigación y capacitación agrícola de nivel superior) y el CIMMYT.
En el taller hubo una demostración de CROPSTAT, un paquete informático para analizar datos de ensayos multilocalidades a cargo de Gary Atlin, mejorador de maíz del CIMMYT y líder del proyecto; también se discutieron formas de promover la participación de los agricultores en los ensayos. “Estamos haciendo tres tipos de ensayos en 2008”, dice Silverio García, investigador de maíz del CIMMYT que trabaja en el proyecto. “En uno se siembran variedades de prueba, que son cruzas de materiales mejorados y locales; otro es una evaluación de variedades precomerciales en 20 o más ambientes en el Estado de México; y el tercero, que contiene demostraciones en finca de híbridos de grano blanco y de grano amarillo. A partir de estos ensayos conoceremos la opinión de los agricultores acerca de las variedades.” Hugo Córdova, ex mejorador y científico distinguido del CIMMYT, colabora como consultor en el proyecto.