MODERNAS TÉCNICAS PARA LA AGRICULTURA EN MÉXICO BAJAN LOS COSTOS Y AUMENTAN LA PRODUCCIÓN
El Día International de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo, nos brinda la oportunidad de reconocer los logros y casos de éxito de mujeres de todo el mundo. Este año, el CIMMYT pidió a sus lectores que mandaran historias de mujeres a las que admiren por su desinteresada dedicación al maíz o al trigo. En el siguiente texto, Julio César González nos cuenta la historia de Dolores Robles González, productora de maíces criollos.
En la sierra de Morones, localizado a unos 230Km al suroeste de la ciudad de Zacatecas, en la comunidad de La Lobera, municipio de Teúl de González Ortega, se encuentra el predio El Ranchito de 8 ha, donde se produce maíz criollo bajo condiciones de temporal. Su propietaria, la Sra. Dolores Robles González (74), quien ha dedicado toda una vida al campo y recientemente adoptó las prácticas de la agricultura de conservación, nos cuenta su experiencia: “Con la implementación de estas técnicas corremos el riesgo de volvernos flojos, ya que no necesitamos mover el suelo, empezamos a sembrar un poco más tarde, a diferencia de cuando utilizamos prácticas convencionales, y terminamos antes. Estamos adoptando estas tecnologías basadas en trabajos de labranza de conservación, por necesidad. Este cambio es un ejemplo para las personas que piensan que, si hacemos siembra directa, la semilla no germinará. Ya vimos que esto no es cierto. Además, al implementar esta práctica ahorramos dinero, no tenemos que pagar por el volteo de la tierra, ni pases de rastra. Sin embargo, la asimilación y el establecimiento son difíciles. En nuestro caso, incluso viendo las prácticas en el campo, no nos animamos tan fácilmente.
En general, con estas prácticas hacemos menos laboreo, lo cual para como nosotros como productores se traduce en más ingresos. Gracias a la agricultura de conservación hemos logrado bajar nuestros costos y producir más. Anteriormente teníamos sistemas muy pobres para trabajar la tierra y muchos mitos, pero con la buena asistencia técnica que nos han dado hemos podido mejorar nuestro suelo, que es nuestro principal recurso. El reto ahora es seguir incrementando nuestros rendimientos a bajo costo y reducir al máximo la degradación de nuestro ecosistema.
Dolores Robles González es una mujer entusiasta que recibe apoyo del Programa Estratégico de Seguridad Alimentaria (PESA), SECAMPO-Zacatecas, SAGARPA y CIMMYT-MasAgro, y tomó la decisión de participar en un módulo de innovación en el ciclo PV2014. En un principio, los hombres decidieron ser solo espectadores; sin embargo, gracias a su ímpetu para “jalar a más gente que se beneficie” y a los buenos resultados en su parcela, actualmente, para el ciclo PV2015, hay cerca de 30 agricultores de La Lobera y otras comunidades de la sierra que ya participan en cursos de capacitación. Todos quieren establecer más módulos de innovación, algo que a doña Lola —como le conocen en el pueblo— le da mucho gusto y le produce gran satisfacción: “Ya ven, decían que no les interesaba [la agricultura de conservación], y ahora ya ni se quieren ir”.
Las opiniones expresadas en este artículo son las de los autores y no necesariamente representan las del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo.
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