La agricultura de conservación (AC) sigue echando raíces gracias a la labor del equipo de AC del CIMMYT, que continúa difundiendo y desarrollando tecnologías en conjunto con los agricultores. Una prueba de esto fueron los tres eventos que entre el 18 y el 22 de marzo se llevaron a cabo en El Batán, Edo. de México, y Guasave, Sinaloa.
El jueves 18, Andrea Chocobar y José Luis Salgado, del programa de AC sede México, y Francisco Magallanes, superintendente de la estación El Batán, atendieron un grupo de 27 técnicos y agricultores de Apan, Hidalgo, una zona de temporal donde se siembra cebada en 90% de la superficie arable, y otros cultivos diversos en el 10% restante (maíz, frijol, haba, chícharo, papa, avena).
Joaquín Pérez Aguirre, gerente general de un despacho de servicios de asesoría agrícola, líder d el grupo y productor de maíz, dijo que durante mucho tiempo ha estado en contacto con Dagoberto Flores, integrante del equipo de AC, y que como en breve van a montar una parcela de demostración en Apan, solicitó a Flores y a Salgado su colaboración para capacitar al grupo que lo acompañaba en calibración de equipos (sembradoras y fumigadoras).
La parcela que se establecerá en Apan forma parte de las actividades del proyect o “Hub de AC para cereales de grano pequeño en los valles altos de México” y de un proyecto colaborativo con la Secretaría de Agricultura de México.
Pero no se trata sólo de teorizar sino de poner en práctica los conocimientos, según Pérez Aguirre: “La mayoría de mis compañeros habían escuchado del CIMMYT pero no sabían a ciencia cierta qué es o qué hace. Hoy, después de la introducción de la ingeniera Chocobar, están muy impresionados con el trabajo que aquí realizan. Sin embargo, lo más importante es que lo que aprendamos hoy no se quede solo en nuestra memoria sino que se ponga en práctica. Durante 28 años he visto programas que van y vienen; se ha gastado mucho dinero, y al final no se han visto muchos resultados; yo quiero implementar otra mecánica, en la que sí se aplique lo que se aprenda y que el próximo evento sea en la parcela de demostración que vamos a establecer.”
Al cierre del día, Felipe Vera Herrera, de Chimalpa, Hidalgo, integrante del grupo, dijo que definitivamente había notado un gran contraste entre sus prácticas convencionales y la AC y que le gustaría aplicar ésta última en sus campos: “Quiero aprender más de la tecnología (AC), por los beneficios que ofrece: menos costos y más productividad. Voy a contarle a mis vecinos sobre esta visita, pero, más que nada, voy a poner en práctica lo que aprendí para que ellos puedan ver que las cosas en el campo sí pueden cambiar.”
El siguiente día, viernes 19, en Guasave, Sinaloa, Bram Govaerts y Jesús Mendoza—después de un desayuno con 10 representantes de la Asociación de Agricultores de Río Sinaloa Poniente (AARSP)— impartieron un curso para 15 agricult ores y técnicos líderes de AARSP y de la empresa ASGROW, en el Campo Experimental Miguel Leysón Pérez. El curso es parte de las actividades del “Hub del Pacífico para sistemas de riego”, con la colaboración de ASGROW.
Esta semana, el lunes 22, estuvo en El Batán un grupo de 50 estudiantes de ingeniería agronómica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Ciudad de México. El grupo vino en compañía de los profesores Mariela Fuentes y Manuel Tarín Ramírez.
Andrea Chocobar y Mariela Fuentes comenzaron con una panorámica general de la labor del CIMMYT y de la agricultura de conservación; más tarde llevaron al grupo al lote D-5 donde se realiza un ensayo permanente de AC. Chocobar y Fuentes explicaron en qué consiste el manejo de la parcela y contestaron preguntas de los estudiantes. Chocoba r les mostró físicamente una máquina multi-usos-multi-propósitos y una sembradora manual (matraca). Por último, el grupo hizo un recorrido por el banco de germoplasma.
“En visitas como ésta nuestras perspectivas se amplían; podemos ver que hay nuevas tecnologías que podrían utilizarse en México”, expresó Aarón Torres López, uno de los estudiantes. “Decidí estudiar ingeniería agronómica porque me gustaría hacer una diferencia en mi país. Ojalá mis compañeros también quieran que las cosas cambien en el campo”, concluyó.
La finalidad de estos tres eventos y de otras actividades relacionadas es generar y difundir la AC en México, como parte de un programa y una estrategia globales en pro de la adopción y el uso de prácticas agronómicas más productivas y sustentables. El equipo de AC da las gracias a Scott Ferguson por haber permitido que el CENDI atendiera a dos niñitas, el jueves 18, para que sus papás no se perdieran ningún detalle del curso.