HARARE, Zimbabwe (CIMMYT) – Los delegados que asistieron a la conferencia celebrada en junio exhortaron a adoptar un nuevo enfoque y aumentar la inversión para asegurar que los sistemas agrícolas del sur de África resistan los impactos del cambio climático.
África probablemente será el continente más vulnerable ante los efectos del cambio climático, según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Los agricultores de pequeña escala producen cerca del 80% de todos los alimentos en África subsahariana, y dependen principalmente de la lluvia para regar sus campos, pero esta fuente está escaseando y se ha vuelto impredecible debido al cambio climático. La agricultura se practica a menudo en zonas marginales (como llanuras aluviales o laderas) donde los fenómenos climáticos extremos causan graves daños al suelo y los cultivos.
El Ministro de Agricultura, Seguridad Alimentaria y Cooperativas de Tanzania, Charles Tizeba, dijo durante la conferencia sobre el futuro del proyecto Intensificación Sustentable de los Sistemas de Producción de Maíz y Leguminosas para la Seguridad Alimentaria en África Oriental y África Austral (SIMLESA), una iniciativa coordinada por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y financiada por el Centro Australiano de Investigación Agrícola Internacional (ACIAR), que se necesita un cambio de paradigma que permita a los agricultores de pequeña escala, sobre todo aquellos de las zonas rurales, producir suficiente para alimentar a sus familias y para vender.
Las tecnologías y prácticas agronómicas sustentables que SIMLESA ha ensayado con buenos resultados (semilla mejorada, uso de fertilizantes y buena infraestructura) tienen el potencial de ser expandidas por toda la región, afirma Tizeba. El funcionario hizo un llamado a los gobiernos de África oriental y austral a preparar agendas para la agricultura basadas en las necesidades y oportunidades para los agricultores que SIMLESA identificó mediante las actividades del proyecto.
Más de 100 representantes de diferentes gobiernos, instituciones de investigación, oficinas de desarrollo y el sector privado se reunieron en Tanzania, donde participaron en la conferencia para evaluar los resultados de la investigación sobre intensificación sustentable destinada a generar impactos en África oriental y austral. Desde 2010, SIMLESA ha ensayado sistemas de producción maíz-leguminosas en las regiones de África oriental y austral. El proyecto comenzó su segunda fase en julio de 2014 y se concentra en expandir las tecnologías y prácticas agronómicas resilientes al clima en esas regiones.
A la fecha, SIMLESA ha realizado un total de 268 y 378 selecciones de variedades en finca con la participación de agricultores; se seleccionaron las variedades de maíz y leguminosas con mejor comportamiento que fueron distribuidas por las compañías semilleras colaboradoras. El proyecto ha influido en más de 235,000 agricultores que han adoptado al menos una tecnología o práctica de la intensificación sustentable.
El director general del CIMMYT Martin Kropff pidió que se adopte la “agricultura climáticamente inteligente” que hará que los cultivos sean más resilientes a los eventos climáticos extremos.
“Para que nuestros agricultores sean productivos y podamos garantizar la seguridad alimentaria, necesitamos crear resiliencia al cambio climático… tenemos que invertir ahora en innovación agrícola”, recalcó Kropff.
Andrew Campbell, director ejecutivo de ACIAR, dijo que el cambio climático ya ha tenido un enorme impacto negativo en la agricultura y la seguridad alimentaria de los más vulnerables del mundo, y que esos efectos empeorarán en el futuro.
“Es primordial integrar la investigación en las iniciativas de desarrollo”, señala Campbell. “A este respecto, el trabajo de SIMLESA, en colaboración con los sistemas nacionales de investigación agrícola, se vuelve más importante.”
A nivel del proyecto, el objetivo de SIMLESA es hacer llegar las tecnologías de la intensificación sustentable a 650,000 pequeños agricultores de ocho países para 2023 mediante diferentes convenios de colaboración.
Muchos de los oradores durante el evento de la semana pasada dijeron que los pequeños agricultores deben tomar parte en los diálogos relacionados con el cambio climático y la seguridad alimentaria, ya que ellos son algunos de los más afectados por los impactos ese fenómeno y pueden desempeñar un papel integral en los sistemas agrícolas globales.
Para lograr los mejores resultados, SIMLESA canalizará sus experiencias y lecciones aprendidas desde sus comienzos en 2010 y difundirá su trabajo mediante intercambio de análisis, preguntas comunes sobre investigación y aprendizaje utilizando un portafolios de monitoreo, evaluación y aprendizaje, comunicaciones y conocimientos, y una estructura de administración de proyectos.
La evaluación positiva de SIMLESA sobre la intensificación sustentable basada en la agricultura de conservación en la región sugiere que las políticas de apoyo a las instituciones locales y nacionales, la creación de una infraestructura de producción sustentable, mejorar la inversión de recursos económicos en la agricultura y aumentar la participación de inversores innovadores del sector público, desempeñan una función clave en el alivio de la pobreza y la inseguridad alimentaria en la región.
El proyecto Intensificación Sustentable de los Sistemas de Producción de Maíz y Leguminosas para la Seguridad Alimentaria en África Oriental y África Austral (SIMLESA) se puso en marcha en 2010. Es financiado por el Centro Australiano de Investigación Agrícola Internacional (ACIAR), y su objetivo es mejorar las condiciones de vida de los habitantes de comunidades africanas que practican la agricultura de subsistencia. Para lograr este objetivo, el programa se propuso crear sistemas sustentables de cultivo de maíz-leguminosas más productivos y aplicar estrategias de manejo de riesgos para preservar los recursos naturales. Es coordinado por el CIMMYT y ejecutado por colaboradores de Etiopía, Kenia, Malawi, Mozambique y Tanzania.