Muchos de nosotros en la comunidad del CIMMYT sabemos lo que es el Patronato: una asociación privada de productores en el norte de México que ha colaborado con el Centro desde la década de 1950. Los productores respaldan las actividades de investigación del CIMMYT y sus colaboradores, y ellos, a cambio, comparten los beneficios de las tecnologías nuevas o mejoradas, producto de tales actividades.
Por estas fechas parece estarse gestando una asociación similar entre el CIMMYT y los agricultores de Bangladesh. En días pasados, alrededor de 70 agricultores plantearon la posibilidad de formar una asociación de entre 200 y 300 miembros, y una federación con 25,000 afiliados. Enamul Haque, agrónomo experto en sistemas de producción y facilitador en la iniciativa de la federación de agricultores, participó en las sesiones del 18 de mayo, en el marco de las reuniones de la asociación de agricultores en Nababpur, Baliakandi y Rajbari. Abdul Wohab, funcionario y científico principal del Instituto de Investigación Agrícola de Bangladesh (BARI), también estuvo presente. Según Haque, se están emprendiendo otras iniciativas para establecer federaciones en los distritos de Rajshahi, Lalmonirhat y Dinajpur.
“Ambas, la asociación y la federación de agricultores facilitarán las actividades del CIMMYT para difundir las prácticas de la labranza de conservación (AC) y las nuevas variedades o tecnologías que se generen”, opina Haque. El CIMMYT y el BARI han trabajado en la región desde 2003, ayudando con semilla de calidad y facilitando la generación y difusión de la tecnología AC. Sin embargo, los pequeños agricultores que ya cosechan los beneficios de esta tecnología pueden obtener muchos más uniendo esfuerzos y recursos, e integrándose a asociaciones más importantes y numerosas, que les permitan adquirir mayor poder de negociación, acceso a mercados para sus productos y entrar en contacto con empresas del ramo de la semilla y otros insumos.
Los agricultores y Kamal Fakir, presidente de la unión de Nababpur, están muy entusiasmados con la idea de trabajar juntos. Como prueba de ello, Fakir dio su consentimiento para que el CIMMYT utilice tres salas en el edificio de la unión, sin pagar alquiler. Se pueden acondicionar como oficinas o como dormitorios para los investigadores del Centro, cuando tengan que trabajar en Baliakandi. Hubo varios agricultores que ofrecieron fracciones de terreno para los experimentos del CIMMYT. “Cedo con mucho gusto el uso de los locales y de las instalaciones al CIMMYT. Este edificio es un centro para gente del campo y el CIMMYT trabaja para hacer la agricultura más productiva, lo que, a final de cuentas, es en beneficio de los agricultores y sus familias”, acota Fakir. Haque agradeció esta valiosa contribución. “El compromiso de los agricultores y su disposición de compartir sus recursos con el CIMMYT es una prueba de nuestra excelente y firme asociación colaborativa”, señaló.