Más de 50 expertos se reunieron en Lusaka, Zambia, del 15 al 18 de marzo, con motivo de la Quinta Reunión del Equipo de Trabajo de Maíz de HarvestPlus. En la reunión, organizada por el CIMMYT y efectuada en el Instituto de Investigación Agrícola de Zambia (ZARI), los participantes informaron de los progresos que han hecho en sus respectivas actividades, hicieron recorridos por las parcelas, identificaron necesidades y formularon planes de trabajo.
HarvestPlus es un Programa de Reto del CGIAR que mediante la biofortificación contribuye a mejorar el valor nutricional de los alimentos básicos.
Un asunto relevante durante la reunión fueron las variedades de maíz con alto contenido de pro-vitamina A y los beneficios que podrían aportar a los consumidores de Zambia. De un 33% a 50% de la población infantil en este país padece deficiencia de vitamina A, un problema que debilita la visión y el sistema inmunológico de los niños, los vuelve más susceptibles a varias enfermedades, reduce su productividad y causa estragos en su calidad de vida. El maíz es el cereal alimentario básico en Zambia. HarvestPlus emplea fitomejoramiento convencional para generar híbridos de maíz y variedades de polinización libre (VPL) con elevada densidad de pro-vitamina A.
Tanto el ZARI como compañías privadas están evaluando variedades experimentales avanzadas para identificar caracteres agronómicos; los mejores serán ensayados para determinar su contenido de pro-vitamina A. Además de esto, se está mejorando una nueva generación de variedades que contengan una mayor cantidad de pro-vitamina, en comparación con los mejores híbridos que ya existen. Esto ha sido posible merced a datos recientes acerca de un gene determinante que aumenta el contenido de pro-vitamina A. El artículo al respecto se publicó este año en Nature Genetics.
Durante las juntas en Zambia, los participantes abordaron y discutieron varios otros asuntos y estudios: actividades socioeconómicas para evaluar la probable aceptación del maíz anaranjado biofortificado por parte de los consumidores; tecnologías para evaluar los efectos de la preparación de alimentos sobre el valor nutricional del maíz; bioquímica para analizar las causas y pérdidas de provitamina A durante la molienda y el almacenaje; y nutrición como medio para evaluar los impactos sobre la salud de niños alimentados con maíz biofortificado.
Una sesión particularmente fructífera fue aquella en que participaron varios colaboradores de Zambia, entre ellos representantes del Ministerio de Salud, de ONG, del ZARI y compañías semilleras. Las alianzas con éstos y otros colegas zambianos son esenciales para la distribución de maíz biofortificado, a agricultores y consumidores.
En representación del CIMMYT asistieron a las reuniones Kevin Pixley, Natalia Palacios, Hugo de Groote, John MacRobert, Sebastian Mawere y Amsal Tarekegne.