Sin embargo, el mejoramiento de cultivos es un trabajo costoso que toma mucho tiempo, lo cual significa que pasarán varios años antes de que los agricultores reciban las semillas que solucionarán los problemas que enfrentan hoy día.
Mike Olsen, coordinador de investigación avanzada del programa de maíz del CIMMYT, trabaja con los científicos y utiliza tecnologías que aumentan la eficiencia y los avances genéticos del programa de mejoramiento, generando variedades de maíz mejoradas que poseen las características que los agricultores de subsistencia necesitan, como resistencia a enfermedades o tolerancia a la sequía, empleando menos tiempo y recursos que nunca.
“Todo nuestro grupo está tratando de acelerar el avance genético de varias características y de lograr un mayor avance genético con menos recursos gracias a la aplicación de innovaciones fenotípicas, la genómica y los marcadores moleculares en el fitomejoramiento”, comenta Olsen. “Nuestro trabajo en el CIMMYT ayuda a nuestros grupos de mejoradores a ser más eficaces al desarrollar productos mejorados para los agricultores”.
De origen estadounidense, Olsen se crió en una pequeña granja en el estado de Wisconsin y después estudió fitomejoramiento y genética en la Universidad de Minnesota. “Estando en la universidad, tuve la oportunidad de visitar Sudáfrica, donde observé la pobreza rural por primera vez. En ese tiempo, estaba estudiando fitobiología y genética y me inspiró la idea de utilizar el mejoramiento agrícola como método de erradicar la pobreza. Esa es la principal razón por la que decidí estudiar el fitomejoramiento”, relata. “Como estudiante de posgrado, me interesó mucho la misión del CIMMYT. Estudié en el alma mater de Norman Borlaug—de hecho, trabajé en Borlaug Hall—lo cual me inspiró a ejercer mi carrera en un centro del CGIAR. El CIMMYT es justo lo que necesitaba, pues me permite hacer algo que siempre quise hacer desde que tenía 19 años”.
Los agricultores que Olsen ha conocido en todo el mundo lo inspiran a ir a trabajar todos los días. “Lo más emocionante del trabajo que hacemos es saber que el resultado de nuestros esfuerzos les proporciona ingresos y seguridad alimentaria a millones de personas vulnerables. Es increíble poder ser el conducto por el cual la tecnología avanzada llega a los agricultores y consumidores de pocos recursos”, agrega.
Más allá de las actividades diarias como las teleconferencias, los viajes y los aeropuertos, lo más importante de lo que Olsen hace es coordinar un equipo de científicos talentosos a nivel mundial, ayudar a redactar solicitudes de subvenciones y supervisar proyectos, todo con el fin de optimizar el programa de mejoramiento. “He estado muy involucrado en la iniciativa de informática Genómica y Mejoramiento de Fuente Abierta (GOBii, siglas en inglés), que ayuda a los programas de mejoramiento a utilizar la información genética de forma eficiente, y actualmente estoy trabajando en establecer una colaboración con DuPont Pioneer en el área de producción de semilla que permitirá entregar semilla de gran calidad a los pequeños agricultores”, explica. “Lo que más me gusta de lo hago es el contacto con la gente. Sinceramente les digo que, al llegar al CIMMYT, pasé de la práctica científica a trabajar con la gente, y la naturaleza colaborativa de este trabajo me ha energizado. He tenido la oportunidad de orientar a algunos de nuestros científicos jóvenes hacia puestos de mayor liderazgo y ha sido muy emocionante observar su crecimiento profesional. Lo que nos impulsa a levantarnos de la cama todos los días es la misión del CIMMYT, pero a mí me encanta trabajar y colaborar con la gente”.