Jens A. Andersson y Peter Setimela
Investigadores del CIMMYT han descubierto que los agricultores del este de Zambia siguen sembrando variedades criollas de maíz a la par que variedades nuevas y más rendidoras como una estrategia para prevenir riesgos. El proyecto Intensificación Sustentable de los Sistemas de Maíz- Leguminosas en la Provincia Oriental de Zambia (SIMLEZA)-el Despertar de África, que patrocina la Iniciativa Feed the Future de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), llevó a cabo una gira de campo para investigadores y periodistas a finales de enero. El grupo visitó la estación experimental de Msekera y ensayos en campos de agricultores. Tanto en la estación como en las parcelas observaron las prácticas de la agricultura de conservación (AC) y sembradíos de caupí, maíz y soya.
El distrito de Katete, en los límites de Mozambique, luce muy diferente desde la gira de campo del año pasado. En 2013, en las parcelas de los ensayos había mazorcas de maíz sin madurar, a punto de espigar; este año hay mazorcas que miden 30 cm. El maíz se sembró apenas hace un mes porque la temporada de lluvias se retrasó.
Fuera de los ensayos, la apariencia de los maizales es igual en todo el este de Zambia; su color varía entre verde oscuro y amarillo; el establecimiento de las plantas es irregular. Las diferentes fechas de siembra, así como la cantidad de fertilizante y la fecha de aplicación, son las principales causas de las variaciones. También se pueden ver plantas de tallo muy largo, a punto de espigar. Son razas criollas de bajo rendimiento que fueron sembradas sin riego en octubre. Los agricultores podrán cosecharlas en unas cuantas semanas.
¿Por qué los agricultores zambianos siembran variedades criollas, que rinden poco, si tienen a su alcance variedades de polinización libre (VPL) e híbridos? Normalmente se busca la respuesta entre las familias; los agricultores prefieren sus variedades por su sabor y sus características de almacenamiento. Sin embargo, estas razones son solo parte de la respuesta.
En Zambia, la mayoría de los agricultores siembran y preparan sus alimentos a base de VPL e híbridos. La semilla certificada se puede conseguir con varios comerciantes y es distribuida por conducto del Programa de Subsidio de Insumos Agrícolas del gobierno, que entrega a los agricultores un paquete de 100 kg de fertilizante base, 100 kg fertilizante de cobertera y 10 kg de semilla de híbridos a precio nominal. Además, el gobierno de Zambia ha instaurado un buen mercado de maíz. Su Oficina de Reserva de Alimentos (FRA) paga precios elevados, compra la producción local y ha logrado que el maíz se convierta en un cultivo comercial. Los agricultores zambianos han respondido a estos cambios institucionales dedicando grandes porciones de tierra al cultivo de híbridos.
El proyecto SIMLEZA-el Despertar de África parte de estos cambios, y además de modernizar las prácticas agronómicas para el cultivo de maíz y leguminosas en el este de Zambia, introduce y hace demostraciones de variedades nuevas, en las que incluye híbridos tolerantes a la sequía. Gracias al proyecto, los agricultores tienen más opciones para aumentar su producción. Recientemente, por ejemplo, se liberaron tres variedades; la colaboración de las compañías semilleras garantiza que los agricultores las adquieran a precios razonables. Una encuesta realizada hace poco reveló que cuando los agricultores encuestados se enteran de que las variedades son de SIMLEZA, cerca del 50% de ellos comienzan a sembrarlas.
¿Por qué, entonces, los agricultores de Zambia siguen sembrando variedades criollas a la par que variedades mejoradas que rinden más, en lugar de remplazarlas en su totalidad? Para los agricultores de Kawalala, por ejemplo, tiene que ver con riesgos agronómicos e institucionales. Sembrar sin riego no les representa ninguna garantía, ya que si llueve poco al principio del ciclo, las plantas no crecen y es necesario resembrar. Por tanto, los agricultores se rehúsan a usar semilla y fertilizantes costosos cuando no hay agua para riego; no suelen aplicar fertilizante base después de que el maíz germina. “Solo sembramos semilla certificada cuando las lluvias son buenas; de otro modo, perdemos nuestra inversión”, explica la agricultora Gertrude Banda.
Sin embargo, el establecimiento tan irregular de las plantas en Kawalala no se debe solo a la diferencia entre las variedades criollas sembradas con anticipación, ni a los híbridos sembrados después de la fecha de inicio del ciclo normal. Los agricultores retrasan la siembra de híbridos porque reciben a destiempo los pagos de FRA por la cosecha del ciclo anterior; no tienen dinero para comprar insumos a tiempo.
Otros tenían que esperar a que FISP les entregara sus paquetes, que llegaban con retraso; incluso ahora que las plantas van adquiriendo un tono amarillento, algunos agricultores siguen esperando que les llegue el fertilizante de cobertera. Con riesgos institucionales, como el pago tardío y el retraso en la entrega de insumos, no es difícil adivinar por qué siguen predominando las variedades locales.
No obstante, quizá en poco tiempo este nicho sea cubierto por VPL, que cuestan menos y rinden más, como la variedad MV409, introducida por SIMLEZA-el Despertar de África. Con las VPL los agricultores no necesitan comprar semilla nueva cada año. Quizá pase algún tiempo hasta que los agricultores adopten los híbridos, pero los de Kawalala que participan en el proyecto están convencidos de que cada vez se sembrarán más.