Cuando Alicia, el personaje del libro de cuentos, pasa a través del espejo, la Reina de Corazones le dice que corra lo más rápido que pueda. Alicia así lo hace, pero pese a su esfuerzo, permanece en el mismo lugar.
“Como ves, es necesario correr lo más que uno pueda para permanecer en el mismo sitio. Si quieres llegar a otro lugar ¡tienes que correr por lo menos dos veces más rápido!”, sentenció la Reina de Corazones.
Philip Pardey, profesor del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Minnesota, hizo alusión, durante la Conferencia Internacional de Trigo en Sydney, Australia, al personaje de la Reina de Corazones de la novela A través del espejo, que escribió Lewis Carroll en el siglo 19, para ilustrar el enigma de la investigación de las royas del trigo.
Pese a los esfuerzos por generar trigo resistente a las nocivas royas del tallo, lineal y de la hoja, estas enfermedades, que existen desde hace 10,000 años, continuarán frustrando a los científicos, advierte Pardey, y agrega que la inversión global en la investigación de royas debería ser de 108 millones de dólares al año a perpetuidad.
Actualmente, grandes proyectos como la Iniciativa Mundial Borlaug para Combatir la Roya, dirigida a erradicar una cepa de la roya del tallo conocida como Ug99, son financiados por determinados periodos y se enfocan en ciertas cepas de roya. Pardey argumenta que no es factible encontrar una cura. “Es una falacia pensar que podemos ‘resolver el problema de la roya’ mediante el financiamiento, porque la solución misma siembra las semillas de su propia destrucción”, prosigue Pardey, y explica que la lucha contra las royas es continua y, por tanto, debe financiarse de manera continua.
El efecto de la Reina de Corazones
Al igual que Alicia y la Reina de Corazones corrieron lo más rápido que pudieron pero no llegaron a ninguna parte, la reproducción sexual y la recombinación genética de las royas les permiten sobrevivir porque los patógenos causantes coevolucionan y se adaptan a los cambios en su medioambiente.
En su estudio, Pardey calcula que las pérdidas causadas por las tres royas a nivel mundial son, en promedio, de por lo menos 15.04 millones de toneladas al año, que equivalen a una pérdida promedio del orden de 2.9 mil millones de dólares anuales.
Calcula que la inversión económicamente justificable en la investigación de las royas debería ser de 108 millones de dólares al año, que equivale a una inversión de 0.51 de dólar por hectárea al año en los 212 millones de hectáreas que actualmente se siembran con trigo en el mundo.
“La naturaleza de las intervenciones es tal que el éxito de los mejoradores de trigo genera su propia destrucción, pues crea una presión coevolutiva que hace que el patógeno de la roya tenga un gran incentivo para sobrevivir, de modo que cuando se utilizan fungicidas o la biología de las plantas es alterada para que resistan a los fitopatógenos, esto ejerce presión en el patógeno de la roya y hace que éste evolucione y venza la resistencia.”
Según Pardey, casi toda la producción mundial de trigo corre el riesgo de ser infectada por las royas. A nivel mundial, solo 3.2% del trigo se siembra en zonas no susceptibles al ataque de estas enfermedades, y 62.7% se siembra en zonas que son vulnerables a las tres royas.
“Espero que los resultados de la investigación de Pardey resalten la importancia de que el financiamiento de la investigación de las royas del trigo sea continuo”, enfatizó Hans Braun, director del Programa Global de Trigo del CIMMYT y del Programa TRIGO del CGIAR. “La investigación de Pardey es de crítica importancia para poner de relieve la gravedad de la amenaza de las tres royas, pues demuestra que un financiamiento continuo y a perpetuidad es la mejor manera de mantenerlas bajo control. Un financiamiento continuo hará que sea más fácil controlar la enfermedad, ayudar a los agricultores y proteger la seguridad alimentaria”.
Riesgos globales
Mediante la modelación de la vulnerabilidad tanto estacional como del sistema, Pardey determinó que las pérdidas en un sitio o punto en el tiempo en particular no son representativas de las pérdidas anuales promedio a más largo plazo.
“En 1935, Estados Unidos perdió una quinta parte de sus cultivos a causa de la roya; el año pasado perdió menos del 0.5%”, reporta Pardey. “Por tanto, yo no utilizaría la pérdida del año pasado como porcentaje representativo de las pérdidas que causa esta enfermedad ni tampoco la pérdida de 1935.”
Pardey creó un marco de referencia para caracterizar la naturaleza probabilística de las pérdidas a lo largo de un siglo y posteriormente realizó una simulación con el método Monte Carlo –que evalúa el impacto del riesgo de todos los resultados posibles de un escenario dado– para obtener un estimado promedio de pérdidas.
“Si los mejoradores de trigo logran llevar las variedades modernas a todas las zonas productoras del mundo, esto tendrá un valor adicional porque esas variedades estarán produciendo rendimientos más altos cuando la enfermedad reduzca los rendimientos”, según Pardey.
“Las variedades de alto rendimiento hacen que el valor de evitar la roya aumente al mismo tiempo que los rendimientos aumentan, generando así un ciclo virtuoso. La resistencia a la roya se torna más valiosa cuanto más se difunden las variedades de alto rendimiento. Una inversión de 108 millones de dólares al año solo nos permitirá mantenernos en el mismo nivel –es decir, estamos corriendo lo más rápido posible para permanecer en el mismo lugar.”