Cuando llegó el momento de la cosecha, a muchos agricultores del sudeste de Kenya no les quedó más que observar con tristeza sus arruinados cultivos de maíz. De nuevo, las sequías dejaron a la gente en esa zona del país en un estado de desesperación; ahora tendrán que comprar maíz o recurrir a los servicios de ayuda alimentaria.
Sin embargo, hay algunos agricultores que esperan cosechas abundantes. Y esto no ocurrirá a causa de un milagro o de un sortilegio, sino gracias a una nueva variedad que contiene tolerancia a sequía y resistencia a barrenadores del tallo, dos de las más grandes limitantes de la producción de maíz en la región.
La variedad, denominada CKIR04003 (por CIMMYT/Kenya Insect Resistant), es el resultado de actividades de colaboración entre el Instituto Keniano de Investigación Agrícola (KARI) y el CIMMYT, en el marco del proyecto “Producción de maíz resistente a barrenadores y plagas de almacenamiento para África Oriental y África Austral (IRMA III), una extensión de IRMA. CKIR04003, liberada en 2006, tiene la ventaja adicional de ser de polinización abierta, maduración precoz y alto rendimiento (de 31 a 45 sacos por hectárea), según Stephen Mugo, mejorador de maíz del CIMMYT.
Uno de los agricultores que ha recibido los beneficios de esta nueva tecnología es Paul Ndambuki, que eligió CKIR04003 porque “necesitaba una variedad con tolerancia a sequía y resistencia a barrenadores.” “Por la información que proporcionó el KARI, supe que CKIR04003 era lo que yo necesitaba. No necesitaba más razones para sembrarla”, señaló.
Fue una decisión acertada, pese a que de momento no le fue posible hacer los preparativos adecuados para sembrar la variedad. “Conseguí la semilla a fines de marzo. Como tenía prisa por sembrar antes de que comenzaran las lluvias, no apliqué fertilizante al sembrar. Solo le puse un compuesto hasta después de la germinación. Esperaba hacer un abonado en cobertera con fertilizante CAN (calcio, amonio y nitrato), pero esto no fue posible porque solo llovió dos semanas en todo el ciclo de cultivo. Estaba yo muy preocupado”, recuerda Ndambuki. “Pero mi preocupación poco a poco se volvió sorpresa. En marcado contraste con los cultivos de mis vecinos, que sembraron las variedades locales u otros híbridos, mi maíz se veía muy verde y robusto. Parecía como si le hubiera aplicado riego”.
Después de seis semanas, el maíz estaba libre de barrenadores. Por lo general, los barrenadores ocasionan pérdidas de rendimiento en la región y son la causa de la susceptibilidad del maíz a contaminación por aflatoxinas. Ndambuki espera cosechar 35 sacos de maíz de sus 0.8 hectáreas de CKIR04003, en comparación con los 12 que cosechó en 1 hectárea el ciclo pasado.
Ndambuki y personal del KARI realizaron un día de demostración para agricultores en su terreno, para que estos pudieran apreciar la aptitud de la variedad. Impresionados por el entusiasmo de Ndambuki, investigadores del KARI dieron el nombre de Pamuka1 a la variedad, en honor de Paul, de su esposa Jane Mumbua y de la comunidad de Kamba.