Por años, los agricultores tanzanos han tratado desesperadamente de encontrar un método para controlar la planta parásita Striga o hierba bruja —como se le conoce popularmente—que hace que producir maíz sea algo casi imposible en regiones con alta incidencia. Se estima que en Tanzania afecta a 0.6 millones de hectáreas en 10 regiones y ocasiona pérdidas anuales del orden de 1.7 millones de toneladas de grano cuyo costo asciende a 350 millones de dólares estadounidenses. Al no contar con medidas de control eficaces y económicas, algunos agricultores han dejado de sembrar maíz.
Sin embargo, esto puede cambiar, gracias a nueva nueva variedad de maíz mejorada con protección eficaz contra la hierba bruja. Se trata de la variedad TAN222, que tiene la ventaja dicional de rendir 3.7 toneladas por hectárea, según Isaka Mashauri, director de Tanseed International, la empresa que está comercializando este material en Tanzania.
Años de investigación conjunta del CIMMYT, BASF (fabricante y proveedor de agroquímicos) y el Instituto de Ciencias Weizmann en Israel, han permitido a los estudiosos encontrar una solución al problema que representa Striga y alimentar la esperanza de los agricultores. Ahora cuentan con semilla de una variedad de maíz tolerante a agroquímicos, recubierta imazapir, que es un herbicida sistémico. Cuando la semilla se siembra y germina, las plantas de Striga no tienen posibilidades de sobrevivir. Como parte de este logro, los colaboradores generaron líneas tolerantes a herbicidas basándose en la mutación natural del maíz.
La Fundación Africana de Tecnología Agrícola (AATF) está promoviendo esta tecnología entre agricultores y organismos de extensión en zonas de África subsaharianana donde Striga representa un serio problema. En Tanzania, la empresa Tanseed International ha utilizando las líneas tolerantes a herbicidas derivadas de esta iniciativa para desarrollar y distribuir la variedad TAN222, que rinde hasta 3.7 toneladas por hectárea cuando las condiciones ambientales son buenas, afirma el director de la empresa, Isaka Mashauri.
Anatia Mike, una agricultora del distrito de Muheza, ensayó semilla de TAN222 y cosechó 1.2 toneladas de grano por hectárea en su parcela infestada de Striga, donde antes cosechaba solo 0.5 toneladas. En un día demostrativo que organizaron las instituciones científicas en la parcela de Mike para mostrar los resultados de la tecnología, Karimu Mtambo, director del Ministerio de Agricultura, Seguridad Alimentaria y Cooperativas de Tanzania, opinó de la tecnología que es lo mejor y más eficaz para el control de Striga y para elevar los rendimientos de maíz, y animó a los agricultores a que la adopten junto con otras buenas prácticas agronómicas.
También acudieron al evento Mashauri; Denis Tumwesigye Kyetere y Gospel Omanya, director ejecutivo y gerente de sistemas de semilla, respectivamente, de AATF; Sammy Waruingi de BASF; Ibrahim Matovu, comisionado del Distrito de Muheza; y del CIMMYT el agrónomo Fred Kanampiu y el mejorador Dan Makumbi.
Kyetere se comprometió a que AATF de todo su apoyo a la tecnología, en tanto que Kanampiu exhortó al gobierno a que ponga en marcha mecanismos, como el registro de herbicidas de uso comercial, que faciliten y aceleren su adopción. Pidió también a las compañías semilleras que trabajen con el Ministerio de Agricultura y que juntos capaciten a los agricultores en el uso de la tecnología. Matovu dijo que incluirían el control de Striga en la agenda de trabajo del distrito, sobre todo en el presupuesto.