Joyce Maru es especialista en desarrollo y comunicaciones del Centro Internacional de la Papa
La deficiencia de vitamina A es considerada uno de los problemas de salud más importantes en Tanzania, pues afecta a más del 30% de la población, principalmente niños en edad preescolar y mujeres en edad reproductiva. Esta deficiencia produce enfermedad, problemas de visión o ceguera, e incluso la muerte.
El maíz con provitamina A (MPV) es un tipo especial de maíz biofortificado que contiene altos niveles de betacaroteno. El betacaroteno es un pigmento orgánico de color naranja rojizo que abunda en las plantas y la fruta y confiere al maíz MPV su color naranja. El betacaroteno se convierte en vitamina A en el cuerpo después de que se consume y aporta beneficios nutricionales adicionales.
La biofortificación incrementa el valor nutricional de los cultivos alimentarios básicos aumentando la densidad de vitaminas y minerales, ya sea mediante mejoramiento convencional, prácticas agronómicas o biotecnología. Esto puede reducir significativamente la prevalencia del “hambre oculta” causada por la deficiencia de micronutrientes.
El maíz —un alimento básico en Tanzania— puede ser una fuente económica y sostenible de vitamina A, sobre todo para las poblaciones vulnerables. Las reservas de vitamina A en niños de 5 a 7 años mejoraron cuando comieron maíz naranja, según un estudio de HarvestPlus.
El maíz MPV fue introducido recientemente en Tanzania mediante el Proyecto Building Nutritious Food Baskets (BNFB) (Canasta de Alimentos Nutritivos), una iniciativa conjunta del Gobierno de Tanzania, el Instituto de Certificación Oficial de Semilla de Tanzania, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo y compañías semilleras nacionales. En septiembre de 2016, Meru Agro Tours and Consultants liberó dos variedades de maíz con provitamina A (Meru VAH517 y Meru VAH519) para producción comercial.
Para catalizar los esfuerzos por aumentar la siembra y el consumo de MPV, diferentes actores de la cadena de valor del maíz pusieron en operación una plataforma de MPV en Tanzania. La plataforma servirá como centro de información y conocimientos de MPV en el país, vinculará a los diferentes actores con las autoridades pertinentes y capacitará a los miembros de la plataforma en temas críticos relacionados con el conocimiento y la biofortificación del MPV en general.
Se espera que la membresía sea multisectorial y multidisciplinaria e incluya actores como el ministerio de salud, programas de alimentación escolar e instituciones académicas. La plataforma será coordinada por colaboradores nacionales.
El Centro Internacional de la Papa colabora con un consorcio de centros de investigación del CGIAR, los gobiernos de Nigeria y Tanzania, y colaboradores nacionales del BNFB, que está atendiendo el problema del hambre oculta mediante la catalización de inversiones sustentables para producir y utilizar cultivos biofortificados. El proyecto está dirigido principalmente a las poblaciones rurales, sobre todo niños pequeños de menos de cinco años y mujeres en edad reproductiva, en Nigeria y Tanzania.
Conozca más del proyecto Building Nutritious Food Baskets y lea la versión completa de esta historia aquí.