En respuesta a las constantes y cambiantes preferencias de los consumidores de productos alimenticios en Pakistán, que incluyen una demanda latente y no atendida de pastas, CIMMYT-Pakistán ha estado promoviendo la creación de un mercado de trigo duro y el desarrollo de variedades que contengan los atributos de calidad que se requieren, además de que rindan bien y sean resistentes a enfermedades.
Según datos de un estudio que realizó en 2014 el Centro Internacional de Académicos Woodrow Wilson, Pakistán se está urbanizando a una tasa anual de tres por ciento —la más alta en el sur de Asia. “Hoy día, más pakistaníes viven en las ciudades que en ningún otro momento de la historia”, afirma Krishna Dev Joshi, especialista en mejoramiento de trigo. “En consecuencia, la demanda de productos de trigo duro, como los macarrones o el espagueti, está aumentando. Sin embargo, los agricultores no lo siembran porque no hay una clara ventaja en cuanto al precio o la seguridad de que puedan venderlo. Al mismo tiempo, los inversionistas del sector privado no crearán nuevos centros de molienda o mercados sin tener la garantía de que los productores les proveerán grano.”
Para encontrar una solución a esto, CIMMYT ha estado ensayando y evaluando 925 líneas de trigo duro en Pakistán desde 2011 y ha identificado 40 líneas que poseen una combinación apropiada de rendimiento, proteína, coloración amarilla y sedimentación. La estabilidad del rendimiento de las líneas en diversos sitios y los años indican que es posible sembrar este trigo en ambientes cuyas condiciones son similares a aquellas donde se ensayaron las líneas, con lo cual aumenta la posibilidad de que tenga aceptación. “Sin embargo, el problema es que los rendimientos de trigo duro fueron solo un poco más bajos que los del trigo harinero.
Activación de los mercados de trigo duro desde cero
CIMMYT-Pakistán hizo también un estudio de la cadena de valor del trigo duro y recibió 85 respuestas de agricultores, molineros, de la industria transformadora, restaurantes, semilleras, distribuidores y consumidores de grano de cinco poblaciones. Se pidió a los encuestados que hicieran comentarios sobre el trigo duro, su producción, uso y perspectivas a futuro en Pakistán. “El principal obstáculo para comercializar este producto es la ausencia de tecnologías de molienda”, remarca Joshi. Los actores de la cadena de valor mismos apenas si sabían algo del trigo duro y de las tecnologías relacionadas con éste. Sin embargo, 60% de los molineros dijeron que estarían dispuestos a invertir en trigo duro, si es que hay oportunidades para comercializarlo libremente, políticas que promuevan precios preferenciales de mercado; y si pueden adquirir maquinaria de molienda a precios subsidiados y se promueve un vínculo entre fabricantes locales y extranjeros.
Para producir trigo duro en Pakistán, tendrá que adaptarse tecnología de molienda o los agricultores tendrán que encontrar un nicho para su producción en el mercado internacional. Se necesita apoyo del Gobierno en ambos casos, dado que se trata de un cultivo político en Pakistán y está muy protegido por el Estado. Pese a estos problemas, el mercado de trigo duro está despuntando poco a poco. El primer taller nacional en Pakistán, en septiembre, convocó a productores, molineros, representantes de la industria de la transformación, distribuidores, semilleras, extensionistas, investigadores y diseñadores de políticas, que intercambiaron conocimientos, experiencias e ideas. Por ahora se están evaluando las 10 mejores líneas en ensayos sembrados en nueve localidades.
Investigadores del CIMMYT, entre ellos Joshi, participarán en la conferencia internacional From Seed to Pasta and Beyond: a Sustainable Durum Wheat Chain for Food Security and Healthy Lives, del 31 de mayo al 2 de junio.