NAIROBI, Kenia – Que se difunda más información entre el público acerca de los cultivos modificados genéticamente y se formulen políticas de apoyo, fueron las principales recomendaciones que se hicieron en la sesión dedicada a fomentar el uso de la biotecnología en África durante la Séptima Semana de la Ciencia Agrícola en África.
En vista de las proyecciones de que África subsahariana tendrá entre 1.5 mil millones y 2 mil millones de habitantes para 2050, y de las dificultades que enfrenta la agricultura para adaptarse al cambio climático, la presión para satisfacer la creciente demanda de alimentos básicos, incluidos el maíz y el trigo, ha suscitado interés en la capacidad de la biotecnología de aumentar los rendimientos.
Pese a un estudio reciente de la Academia Nacional de Ciencia de Estados Unidos, que indica que los cultivos genéticamente mejorados (GM) se pueden sembrar y consumir sin problema, y el creciente apoyo a su uso, la controversia en torno a la biotecnología continúa.
La Fundación Africana de Tecnología Agrícola (AATF) celebró una sesión sobre “Llevar los cultivos GM al mercado en África subsahariana con especial atención al ámbito de las políticas y la normatividad”, en la que se trataron los problemas relacionados con las políticas referentes a la biotecnología en África.
Los participantes recomendaron que se fomente un mejor conocimiento de la biotecnología entre el público, informando a los agricultores y a los consumidores, y que, al mismo tiempo, se mejoren los sistemas regulatorios y de políticas a fin de facilitar el ensayo y la adopción de los productos GM que el público demande. Las recomendaciones se hicieron a los formuladores de políticas de la región.
En la sesión, Stephen Mugo, mejorador principal y representante regional del CIMMYT en África, habló de la capacidad de la biotecnología para hacer más eficiente el mejoramiento convencional.
“La modificación genética se utiliza en casos específicos, como por ejemplo, cuando es muy difícil mejorar una característica mediante el mejoramiento convencional o cuando se necesita mucho tiempo para introducir o mejorar dicha característica con métodos convencionales”, dijo Mugo. “El uso de la biotecnología puede maximizar los aumentos del rendimiento en formas que no plantean riesgos para los seres humanos y el medio ambiente”. Por tanto, los agricultores deben tener la oportunidad de beneficiarse con los cultivos GM, porque éstos podrían incrementar sus oportunidades, así como su productividad y eficiencia.
Aunque los cultivos GM se han sembrado en todo el mundo durante los últimos 20 años, hoy en día únicamente tres países africanos los siembran: Burkina Faso, Sudáfrica y Sudán. Esto se debe en gran parte a la controversia y la ambivalencia de las políticas sobre la biotecnología, que han hecho que muchos países opten por un enfoque preventivo en cuanto a la adopción de los cultivos GM.
Al respecto, Francis Nang’ayo, jefe de asuntos regulatorios de la AATF, dijo: “Muchos países africanos son cautelosos en cuanto a las políticas de la tecnología GM, debido en gran parte al Protocolo de Bioseguridad de Cartagena, que muchos países firmaron y que fue adoptado principalmente para asegurar la conservación del medio ambiente”.
Esto, junto con otros factores, como su compromiso de cumplir las disposiciones de otras convenciones internacionales y el debate sobre la tecnología GM, impiden que los países africanos adopten políticas de apoyo a la biotecnología. Nang’ayo agregó que muchos países han adoptado marcos regulatorios estrictos que rigen los diferentes procesos GM, y que este aparente exceso de control ha impedido que la tecnología GM llegue a manos de los agricultores.
Sin embargo, se han logrado avances notables en países como Kenia, que recientemente aprobó la liberación al medio ambiente de maíz genéticamente modificado que contiene genes de Bacillus thuringiensis (Bt), después de que fue aprobada la solicitud que hicieron la AATF y la Organización Keniana de Investigación Agropecuaria por conducto del proyecto Maíz Eficiente en el Uso del Agua para África. Se espera que esto sirva como prueba definitiva para los numerosos países africanos que ya están sembrando ensayos de cultivos GM en campos confinados.
Sin embargo, muchos pequeños agricultores africanos ni conocen ni tienen acceso a la biotecnología. Según Gilbert Bor, agricultor de Kapseret, al noreste de Kenia: “Muchos agricultores saben y entienden que la semilla que sembramos en nuestras parcelas proviene de la ciencia y la investigación, y, por tanto, es necesario que los agricultores tengan acceso a tecnologías modernas e innovadoras, incluida la biotecnología, una vez que se haya comprobado que son seguras. Si dicha tecnología tiene el potencial de aumentar la productividad y los ingresos, y ofrece la posibilidad de reducir el uso de plaguicidas e insecticidas, entonces es importante educar e informar a los agricultores y a los consumidores.”