CIUDAD OBREGÓN, México (CIMMYT) – Cuando más de 200 especialistas en ciencias y alimentos de trigo provenientes de 34 países se reunieron en el noroeste de México para hablar de los factores que amenazan la seguridad alimentaria y nutricional a nivel mundial, nueve destacadas científicas jóvenes especialistas en trigo demostraron que esos esfuerzos se verán fortalecidos por la diversidad.
Las ganadoras del premio Jeanie Borlaug Laube a Mujeres al Comienzo de su Carrera en Triticum (WIT, siglas en inglés) participaron del 21 al 13 de marzo en un curso sobre la investigación de trigo que fue organizado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
“Como diría mi padre, ustedes son el futuro”, comentó Jeanie Borlaug Laube, hija del fallecido ganador del Premio Nobel de la Paz, Dr. Norman E. Borlaug, quien aconsejó y guió a muchos científicos agrícolas jóvenes. Al dirigirse a las ganadoras del premio WIT, Borlaug Laube agregó, “Ustedes están mucho más avanzadas en comparación con otros científicos de su edad”.
El programa WIT, establecido en 2010 como parte del proyecto Produciendo Avances Genéticos en el Trigo (DGGW, siglas en inglés) de la Universidad de Cornell, ha proporcionado oportunidades de desarrollo profesional a 44 jóvenes investigadoras de trigo provenientes de más de 20 países.
El premio se otorga cada año a cinco mujeres que se encuentran al principio de sus carreras científicas, desde estudiantes de licenciatura hasta estudiantes que recientemente adquirieron su doctorado o que son investigadoras posdoctorales. Las ganadoras son seleccionadas con base en un resumen científico y una declaración de intenciones, así como en evidencia de su compromiso con el desarrollo agrícola y de su potencial como líderes.
Mujeres que cambiarán sus profesiones y el mundo
Weizhen Liu, investigadora postdoctoral en la Universidad de Cornell que ganó el premio WIT en 2017, aplica el mapeo de asociación de todo el genoma y la tecnología de marcadores de ADN con el fin de mejorar la resistencia genética del trigo tetraploide y harinero a la roya amarilla, enfermedad de trigo importante a nivel mundial que se está volviendo más virulenta y propagándose rápidamente.
“Estoy ansiosa por unirme a WIT y dedicarme a combatir las royas para mejorar los rendimientos de trigo”, explica Liu, quien en 2011 recibió su licenciatura en biotecnología de la Universidad Agrícola de Nanjing, China, y su doctorado de la Universidad Estatal de Washington en 2016. “Mediante WIT, podré compartir mi investigación con otros científicos, recibir retroalimentación profesional y mejorar la colaboración internacional”.
Mitaly Bansal, ganadora del premio WIT en 2016, actualmente trabaja como asociada de investigación en la Universidad Agrícola de Punjab en la India. Ella realizó su investigación de doctorado como parte de un proyecto colaborativo de esa universidad y del Centro John Innes, Reino Unido, que tenía como objetivo transferir, de un trigo silvestre no progenitor a variedades comerciales, genes de resistencia a las royas amarilla y de la hoja.
“Me gustaría trabajar en un puesto de políticas públicas en la India algún día”, dice Bansal, quien recibió una beca Monsanto Beachell-Borlaug en 2013. “Ahí es donde podría tener la influencia necesaria para cambiar las cosas que necesitan cambiarse”.
Interconexiones en el lugar donde nació la “Revolución Verde”
Además de participar en el curso de capacitación en el CIMMYT, las ganadoras del premio WIT asistirán al taller técnico de la Iniciativa Mundial de Roya Borlaug (BGRI, siglas en inglés) que este año se celebrará en Marrakech, Marruecos, del 14 al 17 de abril. En esa reunión se anunciarán las ganadoras del premio WIT de 2018.
Las sesiones de capacitación del CIMMYT se efectuaron en la Estación Experimental Norman Borlaug (CENEB), lugar irrigado en el desierto del estado de Sonora en el noroeste de México, y coincidieron con la “Semana de Visitantes” del CIMMYT, del 19 al 23 de marzo.
La Semana de Visitantes es una reunión que cada año organiza el programa mundial de trigo del CIMMYT en CENEB, y a la que asisten cientos de expertos de la comunidad mundial de investigación y desarrollo de trigo. Los participantes comparten sus innovaciones y noticias acerca de problemas graves como la creciente amenaza de las royas o el clima cambiante en zonas clave donde se siembra trigo.
Durante la interacción con sus colegas durante la Semana de Visitantes, Liu dijo que le impresionaron las extensas colaboraciones que existen entre expertos de muchos países. “Me di cuenta de que la colaboración es uno de los factores más importantes para combatir el hambre a nivel mundial, pues nadie por sí solo puede resolver los problemas causados por la inseguridad alimentaria, la desnutrición y el cambio climático”.
Norman E. Borlaug, un firme creyente y practicante de la colaboración, trabajó con los agricultores sonorenses en las décadas de 1940 y 1950 como parte de un programa conjunto de la Fundación Rockefeller y el Gobierno de México, que, entre otras cosas, generó variedades de trigo de alto rendimiento y resistentes a enfermedades. Después de que México llegó a ser autosuficiente en trigo, esas variedades fueron adoptadas en el Sur de Asia y otros lugares durante las décadas de 1960 y 1970; esto aumentó drásticamente los rendimientos y permitió a países que padecían hambrunas alimentar a sus poblaciones que crecían rápidamente.
A este acontecimiento se le conoce como la Revolución Verde y, en 1970, el Dr. Borlaug recibió el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento de sus contribuciones a la misma. Subsecuentemente, el Dr. Borlaug coordinó la investigación de trigo del CIMMYT hasta que se retiró en 1979 y después trabajó como consultor especial del Centro.
Cuando, a principios de los años 2000, una cepa altamente virulenta de la roya del tallo del trigo denominada Ug99 surgió en África oriental, Borlaug sonó la alarma y promovió una respuesta mundial que culminó en la formación de BGRI y otras iniciativas asociadas como el proyecto DGGW.
“Esto es solo el comienzo para ustedes, pero no termina aquí”, dijo Maricelis Acevedo, quien ganó el premio WIT y después se convirtió en la líder de DGGW. En la presentación que dio durante el curso, señaló que muchas ganadoras de WIT provienen de ambientes en los que las mujeres suelen no tener acceso a una educación avanzada ni la libertad de seguir una carrera.
“Gracias a las actividades de WIT, incluidos cursos como éste y eventos como la Semana de Visitantes y el taller de BGRI, ustedes adquirirán conocimientos fundamentales, pero también aprenderán a ser líderes y a tener la suficiente confianza para hablar con franqueza y la capacidad de interactuar individualmente con los líderes de sus áreas respectivas y hacerles preguntas relevantes”.
El CIMMYT es líder mundial de la investigación de maíz y trigo, y de los sistemas relacionados con la misma, que es financiada por el sector público. Desde su sede cerca de la Ciudad de México, el CIMMYT trabaja con cientos de colaboradores en todo el mundo en desarrollo a fin de aumentar la productividad de los sistemas de maíz y de trigo y así mejorar la seguridad alimentaria a nivel mundial y reducir la pobreza. El CIMMYT es miembro del Sistema del CGIAR y coordina los Programas del CGIAR sobre el Maíz y el Trigo, así como la Plataforma Excelencia en el Mejoramiento. El Centro recibe el apoyo generoso de gobiernos nacionales, fundaciones, bancos de desarrollo y otras entidades públicas y privadas.
El proyecto DGGW, financiado por la Fundación Bill & Melinda Gates y el Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID) del Reino Unido, tiene como objetivo fortalecer el sistema que genera nuevas variedades de trigo resistentes a enfermedades y resilientes al cambio climático, y aumentar los rendimientos de los pequeños productores de trigo.