Colegas y otros integrantes de la comunidad del CIMMYT se congregaron a la entrada de la biblioteca en El Batán, el jueves 22 de abril, en una ceremonia para decir adiós a John Woolston, experto en información, voluntario, quien tras 18 años de trabajar en el Centro regresa a Canadá el sábado 24. La ceremonia incluyó el cambio oficial del nombre de la biblioteca a Biblioteca Internacional John E. Woolston, en honor del homenajeado, por sus numerosas contribuciones a la labor del CIMMYT y la comunidad en general. La placa con el nombre de Woolston, que se colocó a la entrada de la biblioteca, contiene una cita que él mismo eligió y que refleja la importancia de generar y compartir información: “El leer los registros de investigaciones realizadas en el pasado podría ser la inspiración de otra gran idea.”
Scott Ferguson, director de Servicios Corporativos, hizo una reseña de la trayectoria profesional de Woolston, en que cuentan su gestión como director de la División de Información Científica y Técnica en la Agencia Internacional de Energía Atómica, en Viena, Austria, y como vicepresidente de programas de información en el Centro de Investigaciones para el Desarrollo Internacional, Canadá (IDRC), en Ottawa. “Sé que John se había jubilado ya en tres ocasiones”, dijo Ferguson, “y no sabría decirles si ésta será la definitiva.” Mencionó el legado de Woolston al CIMMYT, en especial las bases de datos de publicaciones de variedades de trigo (IWIS-Bib), la recopilación de artículos científicos publicados por nuestros investigadores, la genealogía de las variedades de trigo en la región del OANA y las tesis de doctorado supervisadas por personal del Centro.
Por su parte, Marianne Bänziger, directora de investigación y colaboración, habló de la calidad humana de Woolston, del apoyo que brindó siempre a científicos visitantes y becarios en momentos críticos para ellos. “Conozco a John desde hace 18 años; somos amigos y yo lo aprecio mucho”, dijo Bänziger. Mike Listman, jefe interino de Comunicaciones Corporativas, leyó sendos mensajes de Edith Hesse, ex jefa de la biblioteca, y de Clive James, ex subdirector del CIMMYT, quienes fueron piezas clave para que Woolston viniera a México y con quienes ha seguido en contacto al paso del tiempo. Todo mundo recuerda las salidas de los martes por la tarde, a Texcoco, donde Woolston cenaba con personal de reciente ingreso o visitantes; esto se convirtió prácticamente en una tradición en el CIMMYT. En nombre del Programa Global de Trigo, su director asociado, Etienne Duveiller, entregó un presente a Woolston.
Tras develar la placa con su nombre en la biblioteca, Woolston estaba visiblemente emocionado y sorprendido. “Hasta donde yo sé, las únicas personas cuyo nombre se ha puesto a edificios del CIMMYT son Norman Borlaug, Edwin Wellhausen y Glenn Anderson,* así que ¡me siento sumamente honrado y agradecido por estar en tan honorable compañía!”
Bänziger expresó el mismo sentimiento de muchos cuando dijo que la comunidad del CIMMYT echará de menos a Woolston. “Aunque ahora estaremos un poco lejos, esperamos seguir en contacto y que siga apoyando nuestro trabajo”, finalizó.
*N. E. Una de nuestros salones de conferencias en El Batán, el salón Sasakawa, lleva el nombre del filántropo japonés Ryoichi Sasakawa.