INFORME INDICA QUE SE NECESITA FINANCIAMIENTO SEGURO
Las variedades que se han generado a partir de líneas de mejoramiento del CGIAR utilizando polinización cruzada y las líneas del CGIAR que han sido liberadas directamente, se siembran en más de 100 millones de hectáreas —es decir, casi dos tercios de la superficie dedicada al cultivo de trigo mejorado en el mundo— revela un nuevo estudio (Lantican et al., en prensa). Los beneficios generados por el grano adicional derivado de la investigación de trigo del CGIAR oscilan entre los 2.8 y los 3.8 mil millones de dólares anuales —una utilidad muy alta generada por la inversión anual de solo 30 millones de dólares que el sector público hace en esa investigación, señala el extenso estudio. Un financiamiento continuo y seguro es crucial para mantener las capacidades de investigación e institucionales que se requieren para crear dicho impacto, sobre todo dados los crecientes problemas que existen para lograr la seguridad alimentaria de trigo y el sustento de las comunidades campesinas de los países en desarrollo.
Las variedades que se han generado a partir de líneas de mejoramiento del CGIAR utilizando polinización cruzada y las líneas del CGIAR que han sido liberadas directamente, se siembran en más de 100 millones de hectáreas —es decir, casi dos tercios de la superficie dedicada al cultivo de trigo mejorado en el mundo— revela un nuevo estudio (Lantican et al., en prensa). Los beneficios generados por el grano adicional derivado de la investigación de trigo del CGIAR oscilan entre los 2.8 y los 3.8 mil millones de dólares anuales —una utilidad muy alta generada por la inversión anual de solo 30 millones de dólares que el sector público hace en esa investigación, señala el extenso estudio. Un financiamiento continuo y seguro es crucial para mantener las capacidades de investigación e institucionales que se requieren para crear dicho impacto, sobre todo dados los crecientes problemas que existen para lograr la seguridad alimentaria de trigo y el sustento de las comunidades campesinas de los países en desarrollo.
De acuerdo con el estudio, los impactos se derivan en gran parte de las actividades de investigación y desarrollo del CIMMYT y del Centro Internacional de Investigación Agrícola en Zonas Áridas (ICARDA), dos de los centros de investigación agrícola del Consorcio del CGIAR, apoyados por el Programa TRIGO y por colaboradores en todo el mundo, incluidos los programas nacionales de investigación, institutos de investigación avanzada y empresas privadas.
Los resultados revelan que desde 1994, agricultores de todo el mundo han tenido acceso a 4,604 variedades mejoradas de trigo y que en el mundo en desarrollo se hace un uso continuo y significativo de las líneas de trigo del CIMMYT y del ICARDA, las cuales son generadas y distribuidas sin costo por medio de alianzas internacionales. Tan solo las variedades derivadas del CIMMYT ocupan el 80% de la superficie de siembra de trigo en los países sudasiáticos y, en África subsahariana, más de 90% de la superficie en Kenia y Etiopía.
Más de 25% de todas las variedades de trigo y 40% de todas las variedades de trigo de primavera liberadas en este siglo contienen germoplasma del CIMMYT.
Además de los beneficios que han obtenido los agricultores del mundo en desarrollo, donde el CIMMYT y el ICARDA concentran sus esfuerzos, el grano adicional que se ha producido también beneficia a los consumidores —en particular, a los de bajos recursos que utilizan gran parte de sus ingresos para comprar alimentos, según los datos citados.
En específico, los autores hacen referencia al estudio de Stevenson et al. (2013), publicado por la Academia Nacional de Ciencias, que muestra que, si no hubiera existido el mejoramiento de trigo del CGIAR, los precios mundiales del trigo habrían sido 29-59% más altos en 2004 de lo que en realidad fueron.
Los resultados muestran también que las líneas elite del CIMMYT o del ICARDA son útiles de manera inmediata para la mayoría de los programas internacionales de mejoramiento y que, al utilizarlas, esos programas no tienen que hacer cruzas durante una década o más. Además, lejos de reducir la diversidad, los materiales de mejoramiento de los dos centros han aumentado considerablemente la diversidad genética del trigo mejorado, sobre todo gracias a caracteres críticos como el potencial de rendimiento, calidad de procesamiento de grano, resistencia a enfermedades y maduración precoz, según un estudio citado por los autores (Warburton et al. 2006; Huang et al. 2015, pp. 13-14).
Por último, en contraste con la creencia común de que las variedades modernas son menos resistentes que las variedades tradicionales de los agricultores, los autores citan el estudio de Gollin (2006), que muestra que el incremento en la siembra de variedades mejoradas en los últimos 40 años ha generado rendimientos de grano más estables y ha reducido el riesgo para los agricultores.
Además de liderar las redes de mejoramiento de trigo más grandes del mundo que son financiadas por el sector público, el CIMMYT y el ICARDA generan impactos gracias a sus extensas asociaciones colaborativas y a su investigación permanente sobre prácticas agronómicas productivas y sostenibles. Para su éxito son cruciales las iniciativas que fomentan el acceso de los agricultores a semilla de calidad de las nuevas variedades y las actividades de reforzamiento de capacidades dirigidas a personas de manera individual o a instituciones colaboradoras. Cabe señalar que los dos centros conservan, estudian y comparten colecciones de semilla de la diversidad genética del trigo formadas por cerca de 200,000 muestras únicas de razas criollas, variedades mejoradas y parientes silvestres de dicho cereal.
El reciente estudio demuestra que la colaboración internacional en la investigación de trigo sigue generando impresionantes rendimientos sobre las inversiones, como ocurrió durante las décadas de los sesenta y los setenta. Los impactos del mejoramiento de trigo en aquella época contribuyeron a comenzar la Revolución Verde, a partir de la cual surgió el CGIAR formado por 15 miembros, y a que se mantuvieran los precios de los alimentos a niveles históricamente bajos durante décadas (Evenson and Gollin en Science, 2003).
La producción de trigo en esta era de cambio climático y mercados cambiantes
Aunque los costos de los productos alimentarios básicos han bajado recientemente, están todavía muy por arriba de los niveles estables que se mantuvieron por décadas antes de la crisis alimentaria de 2008. Lo peor es que, pese a los bajos precios de los granos, las existencias mundiales han disminuido 30% de los niveles que se registraban al principio del milenio (Brown, L.R. 2012. Full Planet, Empty Plates; The New Geopolitics of Food Scarcity). Las repercusiones de disturbios relativamente locales, como sequías o brotes de enfermedades de cultivos, son hoy en día la causa del alza desproporcionada de los precios y agravan la inseguridad alimentaria de los habitantes más pobres del planeta.
Aunque los costos de los productos alimentarios básicos han bajado recientemente, están todavía muy por arriba de los niveles estables que se mantuvieron por décadas antes de la crisis alimentaria de 2008. Lo peor es que, pese a los bajos precios de los granos, las existencias mundiales han disminuido 30% de los niveles que se registraban al principio del milenio (Brown, L.R. 2012. Full Planet, Empty Plates; The New Geopolitics of Food Scarcity). Las repercusiones de disturbios relativamente locales, como sequías o brotes de enfermedades de cultivos, son hoy en día la causa del alza desproporcionada de los precios y agravan la inseguridad alimentaria de los habitantes más pobres del planeta.
Viendo hacia el futuro, para 2050, la población mundial actual de 7.3 mil millones crecerá un 33% y alcanzará los 9.7 mil millones de habitantes, según proyecciones de las Naciones Unidas. La demanda de alimentos, impulsada por la población, los cambios demográficos y la creciente riqueza a nivel mundial, aumentará en más de 60%, revela un informe reciente del Grupo de Expertos en materia de Clima Extremo y Resiliencia de los Sistemas Alimentarios Globales. Los productores de trigo tendrán que satisfacer esta creciente demanda utilizando la misma superficie de tierra, o menos, afrontando al mismo tiempo lluvias y temperaturas extremas y erráticas, y utilizando insumos como el agua y los fertilizantes de manera mucho más eficaz.
A medida que los formuladores de políticas de los países empiecen a reconocer que los alimentos, la energía, el agua y la paz está interrelacionados, cada esfuerzo que se haga para mejorar la seguridad alimentaria mundial es una inversión en el futuro de la humanidad. La inseguridad alimentaria afecta drásticamente a todos los sectores de la sociedad, ya sea por causa del hambre, los altos precios de los alimentos o por conflictos sociales que provocan que olas masivas de refugiados desesperados emigren a otros lugares.
Desde la Revolución Industrial, los agricultores han podido afrontar, con el apoyo de la ciencia y las iniciativas enfocadas al desarrollo, muchos retos en materia de seguridad alimentaria, pero la ciencia y el desarrollo requieren inversión. La investigación sobre el mejoramiento de trigo y las prácticas de cultivo toma mucho tiempo–normalmente, por ejemplo, se necesita más de una década para generar una variedad, desde que se hacen las cruzas iniciales hasta que ésta llega a los campos de los agricultores.
Asimismo, lleva años crear las capacidades institucionales y de investigación necesarias para realizar este trabajo, y sin embargo se pueden perder rápidamente si no existen un firme apoyo político y financiamiento continuo y seguro. La investigación que se realiza con fondos del sector público apenas cuenta con los recursos necesarios para continuar con las actividades de mejoramiento básico y de formación de capacidades que respaldan los impactos documentados en esta nueva publicación, que se pondrá en circulación en noviembre de este año y que pretende dejar en claro la magnitud de las contribuciones del CGIAR al suministro mundial de alimentos.
En 2015, el CIMMYT y el ICARDA acordaron realizar su investigación de trigo como parte de un solo programa conjunto. Sin embargo, les está costando trabajo encontrar apoyo para su trabajo con nuevas tecnologías, como las plataformas de fenotipeado avanzado para obtener tolerancia al calor y a la sequía, o un consorcio mundial dedicado a identificar caracteres que aumentan considerablemente el potencial genético del trigo. Éstas y otras herramientas e iniciativas serán cruciales para que la investigación de trigo del sector público colabore de manera eficaz con el sector privado y pueda satisfacer las demandas de la sociedad en materia de seguridad alimentaria y nutrición.
Patrocinado por el Programa TRIGO del CGIAR, el estudio se basa en una encuesta que fue enviada a 94 países que producen por lo menos 5,000 toneladas de trigo al año. Se recibieron respuestas de 66 países, de los cuales 44 son países en desarrollo que producen casi todo el trigo del mundo en desarrollo. Los datos de la encuesta fueron suplementados con información tomada de guías publicadas de variedades de trigo, datos de la superficie asegurada o sembrada con variedades, artículos en revistas científicas, boletines técnicos y fuentes en línea, incluidas las del Servicio Nacional de Estadísticas Agrícolas del Departamento de Agricultura de los Estados (USDA-NASS), el Boletín Anual de Trigo, y los datos estadísticos de la superficie, producción y rendimiento de trigo de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO). El estudio es una actualización de los resultados obtenidos por Lantican et al. (2005).
Lantican, M.A., T.S. Payne, K. Sonder, R. Singh, M. van Ginkel, M.Baum, H.J. Braun, and O. Erenstein. En prensa. Impacts of International Wheat Improvement Research in the World, 1994-2014. Mexico, D.F.: CIMMYT.