Como parte de su educación, estudiantes de todo el mundo aprenden sobre los grandes desafíos a los que enfrenta su generación, incluyendo la escasez de alimentos, el cambio climático y la degradación de la salud del suelo. Los mentores y educadores pueden abrumar a sus estudiantes con la realidad o motivarlos con historias reales y mostrarles que tienen un papel que desempeñar. Cada año, el Premio Mundial de la Alimentación se encarga de lo último, introduciendo a los estudiantes de preparatoria en temas de alimentación mundial en el Diálogo Borlaug, brindándoles la oportunidad de interactuar con los “agentes de cambio” que tratan los problemas de la seguridad alimentaria. El Premio Mundial de la Alimentación ofrece a algunos estudiantes la oportunidad de realizar una pasantía en un centro de investigación internacional a través del programa de Pasantías Internacionales Borlaug-Ruan.
Tessa Mahmoudi
La microbióloga Tessa Mahmoudi, pasante de verano del programa Borlaug-Ruan del Premio Mundial de la Alimentación 2012, dice que su experiencia trabajando con investigadores del CIMMYT en Turquía cuando tenía 16 años cambió profundamente su carrera y su vida.
“Durante un verano me recibieron en Turquía, no como una niña, sino como una científica”, dice Mahmoudi, quien creció en una granja en el sureste de Minnesota, EE. UU. “Mis anfitriones, el Dr. Abdelfattah A. Dababat y el Dr. Gül Erginbas-Orakci, que estudian los patógenos transmitidos por el suelo y el impacto que esos organismos tienen en los suministros de alimentos, me mostraron sus desafíos y, lo más importante, su dedicación”.
Mahmoudi explica que aún encuentra las estadísticas sobre la inseguridad alimentaria mundial desalentadoras, pero observo a los investigadores del CIMMYT hacer un progreso real. “Esto me ayudó a darme cuenta de que tenía un papel que desempeñar y la oportunidad para crear un impacto positivo”.
Entre otras cosas, Mahmoudi aprendió lo que significaba ser una fitopatóloga y el valor de ese trabajo. “Comencé a hacer preguntas científicas que importaban”, comentó. “Y volví a casa motivada para estudiar, no solo para obtener buenas calificaciones, sino también para resolver problemas reales”.
Mahmoudi dice que su perspectiva del mundo se amplió dramáticamente. “Me di cuenta de que todos vivimos en realidades únicas, resguardadas por las condiciones climáticas que influyen fuertemente en nuestras visiones del mundo”.
Según Mahmoudi, su pasantía en el CIMMYT le permitió salir de su zona de confort e involucrarse en temas de seguridad alimentaria. Se unió a los “luchadores contra el hambre” en la Universidad de Minnesota mientras cursaba la licenciatura en Botánica. “Fui presidenta del Club del Proyecto de Seguridad Alimentaria, el cual se enfoca en crear conciencia sobre los problemas del hambre en el mundo y fomentar la participación en soluciones”. También investigó sobre la roya bajo la tutoría de Matthew Rouse, ganador del Premio Norman Borlaug para Investigación de Campo y su Aplicación del Premio Mundial de la Alimentación 2018.
Con una maestría en fitopatología de la Universidad de Texas A&M bajo la supervisión de Betsy Pierson, estudió los efectos de las interacciones planta-microbio en la tolerancia a la sequía y, específicamente, cómo la simbiosis planta-microbio influye en la arquitectura de las raíces y la capacidad del trigo para recuperarse después de sufrir estrés hídrico.
Actualmente, Mahmoudi está involucrada en el desarrollo internacional y la enseñanza. Como profesora de horticultura en Blinn College en Texas, involucra a los estudiantes en el uso innovador de plantas para mejorar la seguridad alimentaria y la salud mundial.
Mahmoudi incorpora actividades de aprendizaje interactivo en su clase (consulte su sitio web, https://reachingroots.org/). Su visión es aumentar el acceso a la educación en botánica y fomentar la innovación en la agricultura.
“Como maestra y mentora, estoy comprometida a ayudar a los estudiantes a ampliar su exposición a problemas reales porque sé lo mucho que eso me influencio”, agregó Mahmoudi. “Nuestro mundo tiene muchos desafíos, pero grandes equipos y proyectos están progresando, como el trabajo de los equipos del CIMMYT en todo el mundo. Todos tenemos un papel que desempeñar y la idea de que podemos hacer realidad la mejora de la salud mundial”.
Como ejemplo, Mahmoudi está trabajando con la organización sin fines de lucro Clean Challenge en un proyecto para mejorar el sistema de residuos en Haití. La iniciativa se vincula con los equipos locales en Haití para desarrollar un sistema integral para el manejo de la basura, incluida la composta de desechos orgánicos para que los pequeños agricultores puedan mejorar la salud de sus suelos y la seguridad alimentaria.
“Sin mis mentores, no hubiera tenido la oportunidad de participar en estas iniciativas de alto impacto. Dondequiera que estés en tu carrera, asegúrate de dejarte guiar y también de guiar a otros. “Recomiendo a los estudiantes que encuentren mentores y se involucren en el mayor desafío de hoy, aumentar la seguridad alimentaria”.
Además de agradecer a los científicos del CIMMYT que la inspiraron, Mahmoudi está profundamente agradecida con aquellos que hicieron posible su pasantía de verano. “Esto incluiría la Fundación del Premio Mundial de la Alimentación y especialmente a Lisa Fleming, el Embajador Kenneth M. Quinn, la Familia Ruan,” agregó. “Su compromiso con esta oportunidad de aprendizaje experiencial de alto impacto ha dejado huella en mi vida”.