Anuradha Dhar
En un día caluroso de verano en el distrito de Muzaffarpur, del estado indio de Bihar, 345 mujeres agricultoras exponen los problemas con los que tienen que lidiar en el campo ante un grupo de visitantes de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y de la Fundación Bill & Melinda Gates. Durante la reunión, que fue organizada por la Iniciativa para la Producción de Cereales en el Sur de Asia (CSISA), una de las mujeres exclamó: “Hermanos, si ustedes son agricultores, nosotras también”. El grupo respondió con aplausos y silbidos. A continuación, las mujeres abordaron asuntos de rutina y manifestaron su interés por aprender a usar tecnologías agrícolas y prácticas agronómicas nuevas.
Es relativamente inusual ver a las mujeres de las zonas rurales de la India —donde la discriminación es muy marcada y las mujeres no suelen tener derecho a expresar sus ideas ni tomar decisiones— hablar abierta y animadamente de su vida. Las agricultoras que asistieron a la reunión de CSISA son miembros de una nueva iniciativa denominada en hindi Kisan Sakhi (agricultura con menos esfuerzo), que lanzan conjuntamente CSISA y Bihar Mahila Samakya, un programa del gobierno sobre la igualdad de las mujeres.
Las mujeres trabajan en diversas fincas en todo el país —participan en labores de siembra, desyerba y cosecha— y se encargan de las faenas del campo y del hogar. Sin embargo, su aportación a la agricultura sigue siendo menospreciada y no reconocida. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las mujeres constituyen el 43% de fuerza laboral del campo en los países en desarrollo y producen 60% de los productos alimentarios. No obstante, en comparación con los hombres, muchas de ellas no tienen derecho a la tierra ni igualdad de oportunidades en educación o capacitación.
Kisan Sakhi pretende empoderar a las mujeres agricultoras de Bihar diseminando tecnologías agrícolas sustentables, adaptadas y resistentes a las fluctuaciones del clima, que aligeren el trabajo pesado que hacen las mujeres y salve las diferencias entre género que existen en la agricultura. La FAO estima que de lograrse aumentos de productividad, a través del acceso igualitario a tecnología e instrumentos, aumentaría el volumen total de la producción agrícola en los países en desarrollo y disminuiría el número de personas que padecen hambre.
“Pese a que hago todo tipo de trabajo en el campo, nunca tengo el mismo reconocimiento como agricultora que los hombres sí tienen”, señala Sumintra Devi, ahora integrante de Kisan Sakhi. Está aprendiendo a aplicar nuevas tecnologías y prácticas agronómicas, como el control de malezas, el intercultivo de maíz, la intensificación de los sistemas de producción con la siembra de soya verde verano, trasplante mecánico de arroz sin anegamiento y manejo de viveros.
“En pláticas con los miembros del grupo identificamos necesidades de capacitación y prácticas que les gustaría incluir”, dijo Sugandha Munshi, especialista en género de CSISA. En una de las pláticas, las mujeres mencionaron el pesado y tedioso proceso de desgranar maíz a mano. CSISA organizó cursos de tecnologías postcosecha, entre ellas uno sobre el uso una desgranadora manual de maíz y superbolsas, envases de cierre hermético para guardar grano.
Se eligieron seis zonas donde se realizará un proyecto piloto: Aurai, Bandra, Bochaha, Gai Ghat, Kudhni y Musahri. “Las agricultoras reconocen que al recibir información y capacitación es más importante que el apoyo económico que recibirían como parte de algún proyecto, por algún tiempo”, opina R.K. Malik, coordinador del Objetivo 1 de CSISA y gerente del hub de Bihar y de la zona oriente de Uttar Pradesh.
CSISA ha iniciado la tarea de ayudar a que las mujeres agricultoras incursionen en el ámbito empresarial. Como parte de Kisan Sakhi, cuatro grupos de autoayuda formados por mujeres de Bandra están reuniendo dinero para comprar una trasplantadora de arroz, que luego alquilarán para ganar dinero. “Es parte de un cambio importante en la percepción respecto a los grupos de mujeres participantes. CSISA y sus colaboradores del gobierno de Bihar creen que es un buen momento para que las mujeres participen en la adopción de nuevas tecnologías y se conviertan en proveedoras de servicios”, dice Malik.