Una delegación de Kenia, Malawi, Zimbabwe y Zambia, los países que abarca el proyecto Almacenamiento eficaz de grano para los agricultores africanos (EGSP, por sus siglas en inglés) fase II, visitó Malawi el 22 y 23 de octubre, Kenia el 25 y 26 del mismo mes, con objeto de compartir sus experiencias durante la implementación del proyecto y conocer los impactos que ha generado en la vida de los pequeños agricultores. La delegación estuvo integrada por los ministros de agricultura y los representantes de los sistemas de investigación agrícola de los cuatro países, y de los colaboradores que participan en la implementación: Instituto Keniano de Investigación Agrícola (KARI) y las Diócesis de Embu y Homa Bay en Kenia; World Vision en Malawi; Instituto de Investigación Agrícola de Zambia (ZARI) ; y la Universidad de Zimbabwe y el Departamento de Mecanización Agrícola en Zimbabwe.
El recorrido comenzó en Malawi, en los distritos de Mchinji y Dowa. Ahí sostuvieron diálogos con quienes colaboran en la implementación y con artesanos locales que fabrican silos, representantes escolares, grupos de agricultores y agricultores que recibieron los beneficios de la primera fase del proyecto. Todos los presentes elogiaron la tecnología de silos de metal ya que, según dijeron, les ha reportado grandes resultados en cuanto a protección del grano de su cosecha contra los barrenadores y el gorgojo. “Con esto los agricultores almacenan su maíz de manera más eficaz y lo venden en la temporada en que el precio sube hasta 47 kwacha (0.16 dólares de EEUU) por kilogramo, en lugar de los 18 kwacha [0.06 dólares de EEUU] que les pagan cuando los precios son bajos”, dice Andrew Kasalika, presidente del Grupo Tayamba en el Área de Planificación de Extensión Mlonyeni. “Con los silos, las mujeres no tienen que estar subiendo a los graneros, algo que es muy difícil”, según Christine Victory, secretaria del Grupo Tayamba, quien agrega que la tecnología también ayuda a preservar el medio ambiente: “Los hombres no tienen que talar árboles para construir graneros.”
En Kenia, la delegación visitó la escuela primaria e internado Kamuthatha, en Embu, que adquirió silos de 2,700 de kilogramos. Nethy Kathungu, el director adjunto de la escuela les contó de los enormes beneficios que han obtenido: mayor calidad de grano y, en gracias a esto, alimentos de mejor calidad para los alumnos; menos pérdidas después de la cosecha (que antes eran de hasta 60%); el alza de precios ya no afecta el presupuesto de la escuela en tiempos de escasez ya que ahora pueden almacenar grano suficiente para alimentar a sus 450 alumnos; no hay necesidad de aplicar pesticidas; y necesitan menos espacio para guardar la misma cantidad de grano. En resumen, la escuela ahorra cerca de 300,000 Ksh (3,600 dólares) al año.
El grupo visitó también al Grupo de Autoayuda Gikinyukia Agro-Enterprise en el Distrito Sur de Mbeere, Embu. Este Grupo participa en la comercialización colectiva de maíz, sorgo y judía mungo, y tiene tres silos de metal de 1,800-kilogramos. Gibson Wachira Muchiri, dirigente del Grupo, dijo a los visitantes que el plan es ayudar a cada uno de los integrantes para que adquiera un silo con fondos del Grupo.
Los visitantes opinaron que la visita había sido muy educativa e informativa, sobre todo para los funcionarios de Zimbabwe y Zambia, quienes implementarán el proyecto por primera vez. El recorrido que hicieron les permitió observar el proceso de implementación del EGSP en Kenia y Malawi y conocer la función de los diferentes colaboradores. Pudieron asimismo identificar asuntos que deben ser atendidos para que la segunda fase se realice sin contratiempos. Entre éstos se cuentan la participación en los costos en pro de la sustentabilidad del proyecto, crear la sensación de pertenencia y producir un volumen suficiente de maíz para aprovechar la capacidad de los silos.
Al dirigirse a los delegados, el Dr. BM Prasanna, director del Programa Global de Trigo del CIMMYT, reiteró la importancia del proyecto para mejorar la nutrición y la seguridad alimentaria de los pequeños agricultores y los consumidores. Invitó a su audiencia a que apoyen el proyecto y les exhortó a que no desistan y sigan adelante: “Nosotros podemos actuar únicamente como un catalizador; nos gustaría que ustedes sean los impulsores de este movimiento. Ustedes son quienes deben promover la demanda de la tecnología. La fortaleza del CIMMYT proviene de personas como ustedes.” Señaló que los conocimientos y el interés son críticos para el éxito del proyecto, y también exhortó a los funcionarios a despertar la conciencia de los beneficiarios finales, mujeres, grupos de autoayuda dirigidos por mujeres, escuelas y organizaciones formadas en su mayoría por mujeres, en particular.