Forjar grandes cambios nunca es sencillo, pero una de mis máximas prioridades después de tomar las riendas del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) como director general el año pasado fue elaborar una nueva estrategia quinquenal para el Centro. El CIMMYT tiene que cambiar continuamente para adaptarse a un mundo cada vez más complejo y atender los problemas urgentes de la agricultura. No solo son cerca de 800 millones los que se van a la cama sin haber comido, sino que, para dar algunos ejemplos, este año la intensa sequía exacerbada por el fenómeno climático El Niño diezmó los cultivos en el sur de África, la letal enfermedad conocida como brusone del trigo surgió en el sur de Asia por primera vez y los científicos tuvieron que intensificar su lucha contra la necrosis letal del maíz, una enfermedad virulenta.
Para conocer más del ámbito de trabajo del CIMMYT, mandé un correo a nuestros principales donadores y colaboradores en busca de respuestas a algunas sencillas preguntas: ¿Qué es lo que el CIMMYT hace bien? ¿Qué podría hacer mejor? ¿Cuáles nuevas áreas de investigación o colaboración deberíamos explorar? Además, me reuní con el personal en la sede del CIMMYT y visité nuestras oficinas regionales y obtuve una serie de respuestas bien equilibradas. Estas respuestas formaron la base del nuevo Plan Estratégico del CIMMYT 2017-2022: Mejorar los medios de vida mediante la ciencia aplicada al maíz y al trigo.
Pasar de los cultivos a los sistemas agroalimentarios
La nueva estrategia marca un cambio en la forma de pensar respecto al maíz y al trigo, puesto que éstos ya no son considerados simples cultivos y se reconoce que juegan un papel importante en los sistemas agroalimentarios en los que se cultivan. La agricultura moderna es cada vez más diversa, compleja e impredecible, y necesitamos ir más allá de la ciencia para entender las fuerzas ecológicas y socioeconómicas que están impulsando el cambio en los sistemas agrícolas. El pasar de la investigación de estos cultivos a un enfoque integral centrado en los sistemas agroalimentarios es un cambio decisivo que permitirá a nuestra comunidad trabajar de manera más eficaz para reforzar la seguridad alimentaria, reducir la pobreza y mejorar la nutrición humana.
Contribuir a los objetivos de desarrollo internacionales
Al mismo tiempo que el CIMMYT está realizando cambios, el Sistema CGIAR de centros de investigación agrícola también está pasando por una transición… El propósito es mejorar la eficiencia y las relaciones con nuestra red mundial de donadores y colaboradores. Estos cambios basados en éxitos pasados forman parte de una nueva y dinámica dirección conocida como Estrategia y Marco de Resultados del CGIAR 2016-2030 (CGIAR Strategy and Results Framework 2016-2030). Hemos realizado un proceso para refinar nuestra estrategia y asegurar que se alinee con la estrategia del CGIAR y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Las estrategias enfatizan la necesidad de dar mayor prioridad a reducir la desnutrición, empoderar a las mujeres agricultoras, forjar nuevas alianzas público-privadas e intercambiar conocimientos con nuestros colaboradores y con los agricultores.
Una nueva dirección estratégica
La nueva estrategia identifica cuatro áreas interrelacionadas de trabajo, que destacan, cada una, las fortalezas del CIMMYT: ciencia de excelencia; impactos mediante alianzas; formación de capacidades y el concepto de “UN SOLO CIMMYT”, que refleja nuestros esfuerzos por integrar las actividades tanto internas como externas. Para lograr la excelencia científica, seguiremos realizando investigación de la más alta calidad y crearemos innovaciones que los agricultores puedan aplicar de inmediato. El CIMMYT mejorará continuamente el alcance y la calidad de sus asociaciones colaborativas para acelerar la adopción de tecnología. El CIMMYT es el líder de los Programas MAÍZ y TRIGO y la Plataforma Fitotécnica de Excelencia del CGIAR, que ayudarán a modernizar los programas fitotécnicos en el mundo en desarrollo al proporcionarles acceso a herramientas innovadoras, servicios y buenas prácticas, capacitación enfocada en la aplicación de éstos y asesoría práctica.
Estas iniciativas serán parte esencial de una nueva estrategia de colaboración. Al crear comunidades de conocimientos agrícolas, el CIMMYT mejora las capacidades de sus colaboradores y los empodera a fin de ayudar a los agricultores a lograr un futuro alimentario más seguro y sustentable. Por último, los valores de “UN SOLO CIMMYT” tienen implicaciones de gran alcance para la forma en que trabajamos, porque unifica a los equipos de trabajo y crea un entendimiento común en todas las regiones.
El lanzamiento de esta estrategia marca el comienzo de una forma evolutiva de trabajar, que continuará durante los siguientes cinco años y hasta el 2022. Para una buena implementación de esta estrategia se requiere la colaboración de todas las disciplinas y la participación de nuestra extensa red de colaboradores. A medida que avancemos, seguiré consultando a nuestros colaboradores clave para conocer su opinión acerca de cómo podemos crear impactos aun mayores en los campos de los agricultores.
Espero contar con su participación.