EL BATAN, México (CIMMYT) – A medida que el impacto del cambio climático en los alimentos básicos se hace más evidente, científicos del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) han empezado a estudiar cómo el aumento de las temperaturas afectará a otros elementos de la dieta humana. Un nuevo estudio indica que la oferta mundial de la cerveza se verá afectada.
El estudio, “Disminución del suministro mundial de cerveza debido a la sequía y las altas temperaturas” (en inglés), simplemente “nació por el amor a la cerveza y el temor a su posible escasez”, dice Wei Xiong, científico senior del CIMMYT y contribuyente clave en la investigación.
Hace dos años, Xiong y otros científicos comenzaron a diseñar el estudio para aprender más sobre la sequía extrema y los patrones de calor que afectan adversamente a los cultivos de todo el mundo. La cebada, el grano de cereal a partir del cual se elabora la cerveza, es uno de los cultivos más sensibles al calor, lo que significa que incluso los periodos cortos de altas temperaturas pueden afectar la calidad y el rendimiento del grano.
Pese a una serie de estudios publicados donde se evalúa la perdida de rendimiento de la cebada y otros cultivos debido al calentamiento global, no hubo estudios previos que relacionaran el precio de la cerveza con el rendimiento de la cebada. El estudio, al que los científicos se refieren como el proyecto de “seguridad alcohólica”, ha ganado el interés mundial de varios medios de comunicación dada la popularidad de la cerveza.
Al querer conectar su investigación con el interés del público en general o el precio de la cerveza, los autores del estudio consideraron útil investigar la interacción de la cebada, la cerveza y el cambio climático. Como una bebida intercultural, la cerveza es, en cierta forma, más popular que el arroz, el trigo y el maíz, ya que se reconoce como un elemento básico del estilo de vida. “Esta es la razón por la que elegimos la cebada y la cerveza como cultivos de caso, para crear conciencia sobre el cambio climático y sus impactos. El amplio interés en el estudio demostró que tuvimos éxito”, dice Xiong.
El estudio también señala una forma alternativa para aumentar la conciencia pública sobre el cambio climático en el futuro, o presentar un problema que tenga realidades tangibles para la persona promedio. “Consumir menos cerveza debido al cambio climático no afectará necesariamente la salud mundial, pero el hecho de no tener cerveza causará revuelo, en especial cuando estamos viendo algún deporte”, dice Xiong. “Si aún quieres unas cuantas pintas de cerveza, la única manera de lograrlo es mitigando el cambio climático”.
En el proceso de la realización de simulaciones de modelos de clima y cultivos para el estudio, Xiong mejoró los datos disponibles sobre el suministro mundial de cebada a través de la introducción del Sistema de Soporte de Decisión para la Transferencia de Agrotecnología (DSSAT por sus siglas en inglés), un programa utilizado para simular el crecimiento de cultivos y que desarrolla un algoritmo de calibración global que permite que el modelo genere las producciones de cebada históricas y proyectadas a futuro.
Hasta el día de hoy, este ha sido el primer esfuerzo en el que se utiliza el modelo DSSAT para el análisis de cultivos individuales a escala global – analizando un total de 38 regiones productoras de cebada. Además, Xiong ayudó en el diseño del estudio del índice de clima cálido extremo para identificar los años de sequía y calor extremo a partir de los resultados de simulación del clima.
Tras el uso del DSSAT, el sistema de Informática de alto desempeño (HPC por sus siglas en inglés) liderado por el CIMMYT permitió el cálculo de apenas un cambio en el rendimiento del grano debido a la sequía y el calor extremo, un componente fundamental del estudio. Actualmente, el CIMMYT está estableciendo modelos de capacidad para poder cubrir 30 cultivos más en todo el mundo además de la cebada con modelos múltiples de HPC. Esto ayudará al CIMMYT a analizar los riesgos agrícolas y económicos asociados con el maíz y el trigo.
El estudio reconoce sus limitaciones, resultantes de factores que se mantuvieron constantes, como el comportamiento de los productores de cebada y los consumidores de cerveza, la reserva mundial de alimentos y el crecimiento de la población. “Una deficiencia en el estudio que podría mejorar en cooperación con el CIMMYT es observar el cambio espacial del área de cultivo bajo calentamiento”, dice Xiong. “Este cambio de área, o cambio de cultivos entre regiones ya ha ocurrido en varios países para ayudar a lidiar con el calentamiento global, pero no tenemos claro como sucede y sus consecuencias.”
A pesar de los hallazgos del estudio, todavía hay espacio para desarrollar el análisis considerando las implicaciones de los pronósticos futuros sobre el cambio climático. Si bien el destino de la cerveza parece desolador, aún hay esperanzas para esta bebida ya que el estudio no consideró el progreso mundial en el desarrollo de variedades de cebada resistentes al calor y la sequía y su adopción por parte de los agricultores. Sin embargo, Xiong cree que el estudio señala el efecto mariposa en los impactos del cambio climático, lo que significa que todos eventualmente sufrirán los efectos del cambio climático si no se toman medidas para combatirlo.
Con la noticia de una posible disminución en el suministro de cerveza del mundo, el cambio climático parece haber llegado abruptamente a las puertas de los amantes de la cerveza.