Moti Jaleta
Agricultores etíopes mostraron los beneficios de la agricultura de conservación (AC) en cuanto a retener la humedad del suelo, reducir la erosión y aumentar la materia orgánica en demostraciones en campo la semana pasada. Las demostraciones se llevaron a cabo como parte del proyecto Agricultura de Conservación y Productores a Pequeña Escala en el África Oriental y África Austral (CASFESA), en los distritos de Jabitehnan y Achefer.
CASFESA es patrocinado por el Fondo Internacional de la Unión Europea de Desarrollo Agrícola cuya meta es, en parte, mostrar que la agricultura de conservación es sustentable y rentable, mediante demostraciones en comunidades seleccionadas al azar de varios países africanos. En los dos meses pasados, agricultores de localidades aledañas visitaron las parcelas de demostración que se establecieron en 28 comunidades, y gracias a esto se logró una mayor difusión de la tecnología.
Los días de demostración y la evaluación de materiales en el campo al final del ciclo de cultivo se realizaron el 9 y 10 de noviembre para agricultores que sembraron parcelas de AC y agentes de extensión y desarrollo de las comunidades donde se habían sembrado parcelas de demostración, y científicos del CIMMYT y del Instituto Regional de Investigación Agrícola de Amhara. Acudieron también representantes de la Oficina de la Región de Amhara, Amhara Seed Enterprise, Sindicato de Cooperativas Comerciales de Usos Múltiples, Oficina de Agricultura de los distritos de Jabitehnan y Achefer, y de la Oficina de Administración y Agricultura de Gojjam Occidental.
Los agricultores que recibieron a los visitantes en sus parcelas de demostración opinaron que la AC es una tecnología que contribuye al aumento de la productividad y ahorra mano de obra. El maíz de las parcelas de AC germinó tres o cuatro días antes que el maíz de las parcelas sembradas con labranza convencional, arraigó bien y no produjo acame.
En el presente ciclo comenzó a practicarse el intercultivo de caupí y maíz para forraje a fin de reducir la presión del uso del rastrojo de maíz como forraje. Además de su valor alimentario, con el intercultivo de caupí y maíz se eliminó la germinación de malezas y las plantas crecieron bien en parcelas convencionales y con agricultura de conservación. Las plantas de maíz en los dos tipos de parcela donde se sembró caupí tuvieron más humedad que las de las parcelas donde solo se sembró maíz.
Aunque los agricultores dijeron estar dispuestos a generalizar el uso de la AC en sus parcelas en el próximo ciclo de cultivo, también expresaron su preocupación respecto a la retención de residuos, porque ellos están acostumbrados a dejarlos en sus terrenos para alimentar su ganado. Los administradores de distrito y de zona pidieron a los agricultores que establezcan normas internas a nivel comunitario y mecanismos de ejecución que restrinjan el libre pastoreo y el desplazamiento de ganado en las parcelas después de la cosecha. Los participantes dieron ideas para encontrar otras soluciones que faciliten el uso de la agricultura de conservación en la región.