Hacía mucho calor, algo poco común en la época de lluvias. Sin embargo, el sol abrasador para nada menguó el entusiasmo de los agricultores en la tarde del 2 de septiembre de 2009. “Ésta es una variedad que rinde muy bien, incluso si no le ponemos mucho fertilizante. Su sabor es dulce y es bueno para molienda”, opinó Francisca Lilian Melgar. Junto con otros 24 agricultores de Lomas de Santiago, El Salvador, Melgar comparte su terreno y entre todos forman una “megaexplotación agrícola” comunal de aproximadamente 25 hectáreas, donde ensayan y siembran Oro Blanco, un híbrido de maíz con calidad proteínica (quality protein maize o QPM).
Cada uno de los agricultores recibió semilla y otros insumos por conducto de AgroSalud, un proyecto quinquenal lanzado en 2005, con financiamiento de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional, para extender los beneficios de los cultivos alimentarios básicos mejorados a Latinoamérica y el Caribe. El trabajo del CIMMYT en el proyecto se ha realizado bajo la supervisión del fitomejorador Gary Atlin, e incluye actividades de desarrollo, mejoramiento y difusión de variedades de QPM, maíz que contiene el doble de lisina y triptofano —dos ácidos esenciales para el ser humano— que el maíz normal.
Muchas de las actividades en El Salvador han estado a cargo Héctor Reynaldo Deras Flores, investigador experto en maíz del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA). “Sí compraría semilla de este híbrido”, dice enfáticamente Melgar a los visitantes, entre ellos, investigadores y agentes de extensión del CENTA, así como productores de semilla, formuladores de políticas y funcionarios del CIMMYT.
Unas horas antes, muchos de los mismos expertos, junto con personal de los Ministerios de Salud y Educación, y representantes de asociaciones de agricultores, se habían reunido en las oficinas del Ministerio Salvadoreño de Agricultura y Ganadería, en San Salvador, donde asistieron a conferencias y participaron en discusiones acerca de la importancia del QPM. El evento, que fue difundido a nivel nacional por las principales estaciones de radio y TV, incluyó presentaciones de Scott Ferguson, subdirector general de servicios de administración; Kevin Pixley, director asociado del Programa Global de Maíz; y Hugo Córdova, fitomejorador y científico distinguido, ya jubilado, del CIMMYT. Entre otras cosas, los expositores reportaron los logros de AgroSalud. “En los cinco años pasados, logramos un incremento anual de 250 kilogramos por hectárea en el rendimientos de los híbridos de QPM,” señala Córdova, originario de El Salvador. “Puesto que la selección de líneas progenitoras se hizo en condiciones de estrés, estos híbridos tienen buen comportamiento en todo tipo de ambiente.”
Ferguson, Pixley y Córdova se entrevistaron también con el director del CENTA, Dr. Antonio René Rivera Magaña, con quien trataron el asunto de cómo promover la adopción y comercialización de Oro Blanco. “Al QPM hemos estado impulsándolo, una y otra vez”, dice Pixley. “Ahora necesitamos pensar en la manera de promoverlo, con miras a generar la demanda del producto.” Estudios han revelado que el QPM mejora la nutrición y la salud humana en poblaciones cuya dieta se basa principalmente en el maíz, aunque, según Pixley, a los agricultores les interesa ante todo obtener altos rendimientos. Esto es algo que al parecer Oro Blanco y AgroSalud pueden ofrecerles.