Diez mejoradores de institutos de los Sistemas Nacionales de Investigación Agrícola (SNIA) de todo el mundo participaron en el Curso Intermedio de Mejoramiento de Trigo 2007, que está a punto de terminar después de tres meses de mucho trabajo y enriquecedoras experiencias. “El evento se organizó en respuesta a la gran demanda de nuestros cursos de capacitación integral y práctica para fitomejoradores por parte de los SNIA, y muestra el continuo compromiso del CIMMYT de seguir apoyando a los programas nacionales en el área de capacitación” –dice Petr Kosina, Coordinador de Capacitación.
Los becarios pudieron conocer todos los aspectos de los métodos multidisciplinarios del Centro. Además de clases teóricas en diversos temas, pasaron mucho de su tiempo en el campo en Ciudad Obregón, Sonora, en el norte de México, familiarizándose con todas las actividades del ciclo de mejoramiento. “Conocer las metodologías que aplican los mejoradores ha sido de mucha utilidad –comenta Stephan de Groot, de Sudáfrica–. “Nos dio la oportunidad de ver las cosas desde una perspectiva más amplia.” Adel Hagras, de Egipto, también valora la experiencia de haber podido ver cómo se trabaja en el CIMMYT: “¡El CIMMYT es la Meca del mejoramiento de trigo!” –afirma. En Obregón, los becarios seleccionaron germoplasma que resultará particularmente valioso para las condiciones de cultivo en sus países y para su propio trabajo de investigación. El año que viene podrán tener semilla de las líneas que seleccionaron y esto les dará acceso directo y oportuno a materiales prometedores. Pero más allá de los beneficios tangibles, para ellos es muy importante haber conocido a tanta gente que comparte el mismo interés por la ciencia. Por el hecho de haber trabajado aquí, estos jóvenes investigadores han pasado ya a formar parte de la gran familia del CIMMYT, y han creado y fortalecido nexos con otros científicos. Para el ecuatoriano Luis Ponce Molina ha sido invaluable la oportunidad de compartir esta experiencia, sobre todo de conocer gente que trabaja en el mismo campo. “Es importante contar con una buena red de profesionales en el ramo” –señala. “Para mí el curso abrió la posibilidad de realizar proyectos en común con otros colegas en el futuro.”
Al parecer se llevan una buena impresión del CIMMYT, pues según Stephan, lo que verdaderamente destaca en el curso es “la mentalidad positiva de todos los científicos al trabajar juntos, su actitud profesional y el entusiasmo que ponen en lo que hacen.” Es cierto que todavía hay cosas que guardar en su equipaje antes de que regresen a sus países la semana entrante, pero también es cierto que nuestros visitantes se van llevándose nuevos conocimientos; que parten con la certeza de que tienen nuevos amigos y con renovados bríos para proseguir su labor. El curso está por concluir, pero el vínculo que los estudiantes han establecido con el Centro apenas comienza a forjarse. ¡Nos veremos pronto!