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Compañías semilleras y agricultores mejoran los rendimientos de maíz en México

La mayoría de las compañías semilleras mexicanas ofrecen híbridos de alto rendimiento y tolerantes a factores adversos que están adaptados a condiciones de temporal.

Extracto del Informe Anual del CIMMYT 2016 MaizBolsas

La industria mexicana de semilla de maíz ha actualizado su portafolios de productos para atender mejor las necesidades de los pequeños agricultores. Más de 50 compañías locales han aumentado sus ventas en 70% en los últimos cinco años. Tan solo en 2016, estas compañías pequeñas y medianas (PYMES) vendieron más de 1.1 millones de bolsas de semilla de 100 híbridos de maíz.

Tradicionalmente, las compañías semilleras mexicanas han vendido híbridos de maíz obsoletos y variedades de polinización libre en una superficie de cerca de 1.25 millones de hectáreas, lo que representa 42% del mercado de semilla en México. Al mismo tiempo, las grandes empresas multinacionales han dominado un mercado de 1.75 millones de hectáreas en las mejores regiones de temporal y de riego de México. Entretanto, a los productores mexicanos de pequeña escala les ha costado trabajo aumentar sus rendimientos de maíz.5

Hoy en día, la mayoría de las compañías semilleras mexicanas ofrecen híbridos de alto rendimiento y tolerantes a factores adversos que están adaptados a condiciones de temporal. Estos híbridos producen de dos a cuatro veces el rendimiento promedio de las variedades obsoletas en las zonas a las que están adaptados. Ahora hay tres compañías locales grandes que están mermando la participación de las compañías multinacionales en los mercados más redituables en el país, promoviendo una competencia que a la larga hará que bajen los precios de la semilla. El acceso a semilla de mejor calidad en zonas nuevas podría aumentar los rendimientos promedio de maíz a una escala que llevaría a México a lograr la autosuficiencia en la producción de su cultivo más importante.Web

Actualmente, las compañías locales controlan 30% del mercado de semilla en México y sus ventas totales de semilla mejorada han aumentado 70% desde que empezaron a colaborar con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en 2011.

“En México, se cultiva semilla de maíz mejorado en tres millones de hectáreas del total de ocho millones de hectáreas destinadas al maíz”, comenta Arturo Silva, líder del Consorcio Internacional de Mejoramiento de Maíz para América Latina. “Como resultado de las iniciativas públicas y privadas, el mercado de semilla mejorada crecerá y abarcará 5.5 millones de hectáreas para 2020”.

Estos resultados alentadores son producto de una alianza con instituciones públicas de investigación y más de 50 compañías semilleras locales que anualmente ensayan numerosos híbridos de alto rendimiento, resistentes a enfermedades y tolerantes a los efectos del clima, que son generados por mejoradores del proyecto Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro) que es financiado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA).Web

Después de cinco años de ensayos colaborativos en campo y pruebas precomerciales, desde 2011 se han liberado 49 híbridos nuevos de grano blanco y amarillo del CIMMYT para el sector mexicano de semilla. Estos materiales conformaron más de 500,000 bolsas de semilla mejorada del 1.1 millón de bolsas que las compañías semilleras mexicanas vendieron en 2016.

Esos híbridos de maíz han sido específicamente adaptados a las necesidades de los pequeños productores y se evalúan en cientos de sitios en México. Las compañías semilleras ayudan a los agricultores capacitándolos en la producción y comercialización de semilla de híbridos.

Mejoramiento participativo de maíz criollo en México
En México, el maíz se cultiva en ambientes muy diversos, a menudo por pequeños productores que prefieren ciertos tipos de grano para preparar platillos locales o que utilizan las plantas de diversas maneras. El CIMMYT y sus colaboradores trabajan con esos agricultores para aumentar la productividad y la rentabilidad del maíz criollo y las variedades ancestrales, que han sido sembradas por generaciones en condiciones difíciles y que contienen genes de resistencia y tolerancia, así como otras características de interés.Este trabajo de mejoramiento colaborativo −es decir, mejoramiento en el que agricultores e investigadores trabajan conjuntamente para mejorar genéticamente alguna especie− es llevado a cabo en esas comunidades por el proyecto MasAgro; los agricultores seleccionan variedades criollas tradicionales con la asistencia de científicos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la Universidad Autónoma de Chapingo y el CIMMYT. La selección y las cruzas se hacen utilizando las mejores muestras de los agricultores de las comunidades y, cuando es necesario, de las colecciones de semilla del banco de germoplasma o de las líneas y poblaciones de mejoramiento del CIMMYT. Esto permite a las comunidades generar nuevas variedades mejoradas de maíz de alto rendimiento y resistentes a factores adversos y, al mismo tiempo, preservar las valiosas características de las variedades criollas (como calidad de grano y cocción) que prefieren los agricultores.

En 2016, se realizaron ensayos participativos en nueve comunidades meta en el estado de Oaxaca en los que participaron 240 hombres y 160 mujeres de 46 comunidades que asistieron a muchos eventos de capacitación.

“Estamos identificando a los agricultores más pobres y desatendidos, y los ayudamos a aumentar el rendimiento de sus cultivos”, señala Martha Willcox, coordinadora de mejoramiento de maíces criollos del CIMMYT. “Esto ha ayudado a las comunidades a aumentar su seguridad alimentaria, puesto que ya no tienen que comprar maíz para comer y a algunos les ha dado acceso a mercados específicos para su maíz criollo a precios más altos que los del grano de híbridos”.

Además de otros beneficios, al mejorar sus medios de vida gracias a estos esfuerzos, algunos agricultores pueden quedarse con sus familias todo el año, en lugar de emigrar a Estados Unidos en busca de trabajo.

Patrocinador
Este trabajo se realizó como parte del proyecto MasAgro en colaboración con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias  (INIFAP), la Universidad Autónoma de Chapingo, la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, el Instituto de Investigación y Capacitación Agrícola del Estado de México, la Universidad Autónoma del Estado de México, con el patrocinio de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación de México y el Programa MAÍZ del CGIAR.