Lunes, 04 de abril de 2016
V.K. Mishra y Ramash Chand son profesores de la Universidad Benarés de la India, en Varanasi. Arun Joshi es mejorador de trigo del CIMMYT. Las opiniones expresadas aquí son de ellos.
Uno de los efectos secundarios de la Revolución Verde, que comenzó en la década de los 60 y derivó en grandes aumentos de la producción agrícola, ha sido un cambio en los patrones de siembra en muchas regiones de la India.
Los agricultores han cambiado sus cultivos por otros que producen mayores rendimientos. En las Llanuras Indogangéticas, por ejemplo, el arroz y el trigo han remplazado a muchos otros cultivos. Esto ha reducido la diversidad de cultivos, afectado los patrones alimentarios y causado desnutrición debido a la escasa ingesta de proteínas, vitaminas, hierro y zinc.
El trigo es el alimento básico en la dieta de los habitantes de Uttar Pradesh y Bihar. Los agricultores de estos estados generalmente poseen extensiones de tierra muy pequeñas y consumen cerca del 70% de los alimentos que producen. El zinc es un mineral esencial que su dieta no incluye. La deficiencia de zinc causa el mal funcionamiento de varias proteínas y enzimas, y se manifiesta en diversas enfermedades como diarrea, problemas de la piel y enfermedades respiratorias.
Una forma de compensar este tipo de deficiencia es la fortificación, que consiste en agregar a los alimentos los nutrientes que les faltan, pero esto es algo complejo por varias razones, entre ellas, los aumentos de precio, los problemas de control de calidad y la posible adulteración.
Nosotros experimentamos con la tecnología de biofortificación genética para mejorar el contenido de zinc del trigo, como parte del proyecto HarvestPlus del CIMMYT y del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), patrocinado por la Fundación Bill & Melinda Gates. La biofortificación es una tecnología que se basa en la semilla y que permite a las plantas extraer una mayor cantidad de zinc del suelo y almacenarla en sus partes comestibles.
Mediante el mestizaje, generamos varios miles de genotipos de trigo y los seleccionamos para aumentar el contenido de zinc y obtener alto rendimientos. En India, una variedad nueva sería inaceptable si no produjera rendimientos más altos que los de las variedades que ya se siembran. Aislamos varias de estas variedades mestizas con alto contenido de zinc y alto rendimiento y las evaluamos en ensayos de campo. Las variedades existentes de trigo tenían 29 partes por millón (ppm) de zinc, en tanto que las variedades que seleccionamos poseían de 40 a 45 ppm.
Los ensayos de campo se realizaron en 70 localidades diferentes. Posteriormente se distribuyeron dos variedades específicas de trigo a cerca de 5,000 productores para que las sembraran.
En la siguiente etapa, el Consejo Indio de Investigación Agrícola (ICAR) sembrará las variedades en ensayos nacionales. Lo primero que el ICAR hará será sembrar las variedades recomendadas en un ensayo de enfermedades. Los ensayos del ICAR tardarán cerca de tres años. BHU-35, una de las variedades, recientemente superó la etapa del ensayo de enfermedades y está lista para ser liberada y sembrada en Uttar Pradesh, después de que se obtengan las autorizaciones requeridas.
Se están ensayando otras siete variedades y dentro de pocos años, habrá muchas otras variedades biofortificadas con zinc listas para sembrarse.
Este artículo fue publicado originalmente en The Indian Express.