Wandera Ojanji
El proyecto Maíz resistente a insectos para África (IRMA), que llegó a su fin el mes pasado, obtuvo reconocimiento por los grandes progresos que ha hecho para producir maíz resistente a insectos.
“Se generaron varios híbridos y variedades de polinización libre (VPL) con buena resistencia a plagas que serán de gran ayuda para los productores de maíz en el este y el sur de África”, dijo Mike Robinson, funcionario de programa de la Fundación Syngenta para la Agricultura Sustentable (SFSA), durante la conferencia celebrada al término de IRMA, en Nairobi, Kenia, del 24 al 26 de febrero. Robinson felicitó al CIMMYT y a los colaboradores del proyecto.
Compartir experiencias, resultados y lecciones aprendidas a lo largo de IRMA III fue el propósito de la conferencia, al igual que discutir opciones a futuro para liberar, distribuir y utilizar maíz resistente a insectos en el este y el sur de África. Hubo en el evento más de 80 participantes, del CIMMYT, los sistemas nacionales de investigación agrícola, universidades kenianas, donadores y la industria semillera.
La fase III de IRMA (Desarrollo de maíz resistente al barrenador del tallo y plagas de almacenamiento para el este y el sur de África-IRMA III), conocida como proyecto convencional IRMA III 2009-2013, fue coordinada por el CIMMYT y financiada por SFSA. Después de los grandes adelantos y productos innovadores derivados de IRMA I y II, IRMA III contribuyó a la seguridad alimentaria con el desarrollo y aprovechamiento de variedades de maíz resistentes a plagas (en campo y en almacén) que beneficiaron a los agricultores de Etiopía, Kenia, Malawi, Mozambique, Tanzania, Uganda, Zambia y Zimbabwe. En conjunto estos países producen alrededor de 26 millones de toneladas, con un consumo de 32 millones de toneladas anuales. La baja productividad del maíz —de cerca de1.3 toneladas por hectárea (t/ha) comparada con 4.9 t/ha de la productividad mundial— es atribuible en parte a los barrenadores del tallo, según Stephen Mugo, científico principal del CIMMYT y líder de IRMA.
Los barrenadores del tallo destruyen hasta 15% de los sembradíos; los gorgojos y el barrenador grande, de 20 a 30% del grano que se cosecha. El economista Hugo De Groote estima que las pérdidas causadas por los barrenadores del tallo son de 13.5% (4 millones de toneladas); y las de las plagas de almacenamiento, de 11.2% (3.5 millones de toneladas), cuyo valor total estimado es de poco más de 1000 millones de dólares en la región.
“Buscar una solución a los problemas que enfrentan los agricultores al producir y guardar su maíz, es vital si queremos garantizar a futuro la disponibilidad de alimentos en la región”, remarcó Robinson. “Minimizar esas pérdidas es una forma económica y sustentable de ayudar a lograr la seguridad alimentaria y nutricional.” IRMA III atendió estos problemas mediante la identificación y liberación de variedades resistentes a importantes plagas; identificación de fuentes nuevas de resistencia al barrenador del tallo y otros insectos en VPL, razas criollas y líneas del CIMMYT, así como desarrollo de germoplasma nuevo.
Kenia liberó 13 variedades de maíz convencional resistente a barrenadores del tallo (3 VPL y 10 híbridos) y 4 híbridos resistentes a plagas de almacén. Kenia ha seleccionado también cerca de 10 híbridos resistente a plagas de almacén para los ensayos nacionales de comportamiento. Tres variedades resistentes a plagas —dos híbridos (KH 414-1 SBR y KH 414-4 SBR) y 1 VPL (Pamuka)— fueron comercializados en Kenia por Monsanto, Wakala Seeds y la Unidad de Semilla del Instituto Keniano de Investigación Agrícola.
De Groote estima que el valor anual de los beneficios generados por el proyecto son de entre 19 y 388 millones de dólares. En un escenario optimista, el científico utilizó una proporción de 94 para el beneficio-costo, que indica que por cada dólar que el proyecto invirtió, los agricultores ganaron 95. “Estos resultados justifican el papel importante que el mejoramiento para obtener resistencia puede tener en la reducción de las pérdidas de maíz, y el potencial de obtener considerables ganancias gracias a programas como este en el futuro”, declaró De Groote.
Con respecto al futuro, Mugo destacó la necesidad de asegurarse de que los agricultores tengan acceso a variedades resistentes a plagas de insectos. “Debemos, de ahora en adelante, participar en la diseminación y comercialización de variedades nuevas de maíz resistente a barrenadores y plagas de almacén”, advirtió Mugo. “Necesitamos un programa de mejoramiento con prioridades bien definidas que incluya sequía, uso eficiente de nitrógeno y tolerancia a la necrosis letal del maíz.”