El Día Mundial de la Alimentación fue proclamado en 1979 por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), a fin de concientizar a las poblaciones sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. Con motivo del Día Mundial de la Alimentación 2011, se celebró el “Foro Internacional sobre Seguridad Alimentaria y Volatilidad de Precios: Panorama, Perspectivas y Recomendaciones”, que fue convocado por la Representación en México de la FAO, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). El evento tuvo lugar el 17 y 18 de octubre, en el Hotel Sevilla Palace de la Ciudad de México.
Durante dos días, participantes de distintas organizaciones nacionales e internacionales, de la sociedad civil y del sector privado, así como académicos y representantes de países como Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Colombia y Estados Unidos, intercambiaron experiencias sobre las causas y los efectos de la volatilidad de los precios de los alimentos, lo cual tiene una importante incidencia en la seguridad alimentaria. Se exploraron asimismo opciones de política pública para reducir la volatilidad y se identificaron elementos para conformar una agenda compartida o coordinada entre los países y los organismos internacionales. La agenda de trabajo incluyó asuntos diversos, desde el plan de la FAO de establecer un mecanismo más eficiente para mantenerse al tanto de la fluctuación de los precios de los alimentos, hasta información sobre el apoyo del gobierno del Brasil a la producción para familias campesinas.
John Hellin, Especialista en Cadenas de Valor y Pobreza del Programa de Socioeconomía del CIMMYT, en su participación dijo que, para coadyuvar al fortalecimiento de la seguridad alimentaria y hacer frente a la volatilidad de los precios, su programa genera información y métodos innovadores para la investigación y que los pone al alcance de los productores. Siendo las políticas uno de los asuntos del foro, Hellin citó MasAgro, una iniciativa que impulsan el CIMMYT y la Secretaría de Agricultura de México (SAGARPA), como un ejemplo de atención integral para impulsar la productividad agrícola de manera sustentable. Dijo que ya comienzan a verse resultados positivos derivados de esta iniciativa, como los primeros acercamientos entre investigadores y pequeños productores, y que conforme MasAgro vaya avanzando los resultados se podrán medir en términos de producción de maíz y trigo en México.
Por su parte, Mariano Ruiz-Funes, Subsecretario de SAGARPA, abundó en los beneficios de MasAgro, ya que, dijo, “empieza desde las parcela, fomenta el comercio por medio de agricultura por contrato, y le otorga un valor agregado a los productos —con apoyo del Programa de Manejo Posproducción— que permite crear un mercado local”. Destacó que MasAgro es el programa más importante de los últimos años, porque atiende de manera directa a los pequeños productores y se impulsan mejores rendimientos, sobre todo en regiones de temporal. “Los programas de la SAGARPA están haciendo sinergia en torno a MasAgro”, concluyó.