Brenna Goth
Estudiantes mexicanos procedentes de 13 universidades aprendieron sobre la labor y la misión del CIMMYT, durante ésta que fue la séptima edición de “CIMMYT a puerta abierta”. Organizado por la Oficina de Capacitación, el evento, que tuvo lugar en El Batán el 20 de septiembre, contó con la presencia de 285 universitarios de siete estados mexicanos. El objetivo de estas visitas es que los estudiantes conozcan de primera mano las actividades del centro y para ello se organizan sesiones informativas sobre los diversos programas y visitas a las parcelas de demostración de maíz y trigo, el banco de germoplasma y los laboratorios.
Los integrantes de la Oficina de Capacitación comentaron que el evento tuvo buena aceptación y dio las gracias a todas y cada una de las personas que les apoyaron (Complejo de Biociencias, Comedor, Seguridad, entre otros). Para muchos de los estudiantes ésta era la primera vez que venían al CIMMYT. “Esto es algo totalmente nuevo para mí”, comentó Alejandro García Ochoa, de 23 años, estudiante de Ingeniería en Agricultura Sustentable del Instituto Tecnológico Superior de Los Reyes Michoacán.
García, que quiere estudiar una maestría después de terminar su licenciatura, dijo también que se le había ocurrido lo de la maestría después de ver el banco de germoplasma y a los laboratorios: “Comprendí la importancia de preservar la herencia genética de nuestro país [México]”. Para Lisbeth Bautista Salazar, de 27 años, estudiante de maestría de la Universidad Autónoma de Querétaro, éste fue su segundo evento a puerta abierta. Nos contó que vino hace más de dos años, cuando era estudiante de licenciatura. Sin embargo, dijo que esta vez puso mucho más atención durante los recorridos por las instalaciones y entendió la gran importancia que tiene el mejoramiento de maíz para la sociedad: “Es una misión verdaderamente importante.
Es un verdadero reto, sobre todo ante los problemas sociales, políticos y climáticos que tenemos.” A Bautista le gustaría trabajar en Oaxaca después de graduarse. Dijo que sus abuelitos son agricultores y que las iniciativas del CIMMYT ayudarían no solo a sus familiares sino a otras personas, y que también podría poner en práctica lo que está aprendiendo en la escuela: “La gente necesita información y conocimientos, y luego tener la oportunidad de aplicarlos.” Otros estudiantes comentaron que les gustaría trabajar en el CIMMYT.
Jaime César Vallejo Galván, de 25 años, estudiante de Ingeniería Agrícola del Instituto Tecnológico Superior de Los Reyes Michoacán, dijo que la primera vez que vino al CIMMYT aprendió acerca del mejoramiento de variedades de maíz y de trigo. Agregó que después de terminar su licenciatura hará una maestría o “trabajará en un lugar como éste.”