“Podríamos decir que soy un híbrido, pues soy consultor científico y arquitecto de sistemas de TI”, dice Hagen. “Voy a trabajar con equipos de mejoradores en el diseño de software apropiado y luego voy a supervisar su desarrollo y diseminación a fin de facilitar las operaciones fitotécnicas del CIMMYT y del Instituto Internacional de Investigación del Arroz”.
Ese software ayudará a los mejoradores a seleccionar las variedades con mayor eficacia, diseñar ensayos en campo, recolectar sus datos y analizar sus resultados. La intención es que también ayude a los agricultores y extensionistas.
“El software les indicará cuáles semillas deben usar, según el medio ambiente específico y su situación económica”, dice Hagen. “También les indicará la mejor manera de sembrar y manejar sus cultivos para producir mejores rendimientos y mayores ingresos”.
El interés de Hagen por utilizar la programación computacional para analizar series extensas de datos biológicos surgió poco después de que obtuvo su doctorado en fitogenética en la Universidad de Georgia. Eso fue a principios de los años 90, cuando la bioinformática era un tema nuevo. Hagen fundó y administró el Centro de Computación y Visualización Científicas de esa universidad, y además ayudó a crear el Programa de Bioinformática de Posgrado.
En 1999, Hagen decidió abandonar el mundo académico e ingresar en el sector privado.
“En las universidades se dedican a inventar cosas, no a aplicarlas”, dice. “Es importante basar lo práctico en lo teórico, pero finalmente, yo creo que hay que aplicarlo porque si no, bueno, ¿de qué sirve?”
Hagen trabajó en DuPont Pioneer, una empresa estadounidense grande que produce semillas híbridas donde él y un grupo de diseñadores creaban tecnologías diversas para los mejoradores. Específicamente, generaron tecnologías que ayudaron a los mejoradores a desarrollar una serie de maíces tolerantes a la sequía.
“Cuando formé parte de ese grupo, trabajaba como científico y trataba de inventar y validar esos métodos; al mismo tiempo, diseñaba y creaba la TI que dichos métodos requerían”, dice Hagen.
Durante sus últimos dos años en DuPont Pioneer, Hagen fue el arquitecto de todo el software analítico. Asimismo, realizó investigación sobre el modelado del crecimiento de los cultivos a fin de predecir las interacciones genotipo-ambiente de los maíces híbridos. Esta información ha ayudado a los mejoradores, extensionistas y agricultores a escoger variedades apropiadas para sus condiciones ambientales específicas.
En enero de 2018, Hagen comenzó a trabajar con la Plataforma Excelencia en el Mejoramiento (EiB, siglas en inglés) del CGIAR. Coordinada por el CIMMYT, la EiB se dedica a modernizar los programas fitotécnicos, específicamente en el mundo en desarrollo, para que tengan un mayor impacto en la seguridad alimentaria y nutricional, en la adaptación al cambio climático y en el desarrollo.
“Me entusiasma el hecho de formar parte de este trabajo que está empezando a expandirse aquí en el CIMMYT y en otros centros del CGIAR”, comenta Hagen. “Yo estoy aquí para aprender y participar, y para hacer todo lo posible por ayudar a otros a aprender”.
La Plataforma Excelencia en el Mejoramiento es financiado por el CGIAR, la Fundación Bill y Melinda Gates y por gobiernos nacionales, bancos de desarrollo y otras entidades de los sectores público y privado. Sus colaboradores incluyen los centros del sistema del CGIAR, Biociencias en África oriental y central, así como el Hub del Instituto Internacional de Investigación Ganadera, la Universidad de Cornell, Diversity Arrays Technology, DuPont Pioneer, el Integrated Breeding Platform, Monsanto y la Universidad de Queensland.