Sansaloni estudió la estructura genómica del eucalipto en Diversity Arrays Technology (DArT), en Canberra, Australia, donde aprendió las ventajas e inconvenientes de la tecnología de secuenciación de DArT.
En 2012, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) decidió introducir la tecnología de DArT en su centro de operaciones en México, y cuando Sansaloni terminó su doctorado, obviamente era la más indicada para coordinar esta iniciativa.
La científica ayudó a establecer el Servicio de Análisis Genético para la Agricultura (SAGA) en Jalisco, México, desde cero.
Este servicio, que es administrado por el programa MasAgro Biodiversidad del CIMMYT, es líder en análisis genético en México. Su secuenciador puede leer 1,600 muestras de semilla en una sola lectura y genera más datos que los que hasta ahora se creía que fuera posible.
El HiSeq 2500 de Illumine condensa los datos y muestra la información en un “nivel de secuencia”, por ejemplo, las variaciones en la altura de las variedades de trigo.
Todos los científicos del CIMMYT, universidades, programas nacionales de investigación agrícola y empresas privadas tienen acceso a SAGA. A nivel mundial, muy pocas plataformas producen esta clase de datos y la mayoría de ellos son inaccesibles para los científicos que trabajan en instituciones del sector público, debido a sus dificultades económicas o de logística.
“Cuando se trata de tecnología de genotipeado, no importa con qué tipo de planta estés trabajando. Puede ser trigo o eucalipto; incluso puede ser ADN humano, pero la máquina trabaja de la misma manera”, explica Sansaloni.
Después de dos años en Jalisco, Sansaloni se trasladó a la sede del CIMMYT.
Ha estado dedicando tiempo también al Análisis de Diversidad Global del trigo, que caracteriza y analiza la semilla de los bancos de germoplasma tanto del CIMMYT como del Centro Internacional de Investigación Agrícola en Zonas Áridas (ICARDA). Su equipo de trabajo ha caracterizado aproximadamente 100,000 accesiones de trigo, cifra que incluye 40% de las accesiones del banco de germoplasma del CIMMYT y casi el 100% del banco de germoplasma del ICARDA. Esta es información increíble y única, nunca antes vista en cultivo alguno.
“Actualmente, solo 5 a 8% de los materiales del banco de germoplasma están siendo utilizados en los programas de mejoramiento”, señala Sansaloni. “Aunque por el momento los resultados no se pueden medir, el Análisis de Diversidad Mundial podría tener enormes impactos en los rendimientos del trigo del futuro”.
La meta de Sansaloni es combinar la información del CIMMYT y del ICARDA, y ponerla al alcance de toda la comunidad de trigo para que, con el tiempo, los programas fitotécnicos de todo el planeta mejoren.
“Trabajar en el CIMMYT ha sido una experiencia invaluable”, dice Sansaloni. “He tenido la oportunidad de trabajar y colaborar con muchas personas diferentes, y esto me ha llevado al campo, lo cual me acerca más a mi trabajo”.