Osval Melendrez Soto es un ganadero y productor de temporal del Valle de Culiacán, Sinaloa. Por la cantidad de lluvias que se presentan en su zona, no alcanza a producir granos; solo cosecha forrajes. Por esto, la ganadería es la actividad económica principal de Osval, quien ha incrementado su rentabilidad gracias a la Agricultura de Conservación.
Para él, la Agricultura de Conservación en temporal no tenía sentido, pero cuando —por la necesidad de reducir sus costos de producción— buscó la forma de disminuir los pasos de maquinaria, decidió probar ese sistema, ya que uno de los principios de la Agrícultura de Conservación es la labranza mínima.
Debido a que la maquinaria convencional no está diseñada para cortar el rastrojo y mantenerlo como cobertura del suelo, Osval adaptó unos discos cortadores a la sembradora que ya tenía. “Esta es una máquina sencilla pero eficiente, hecha en los talleres de Costa Rica, Sinaloa. Está adaptada por técnicos mexicanos”, comentó.
Ahora este productor ya no utiliza rastras o arados, ni gasta en la preparación del suelo. De hecho, hace un mejor manejo de la maleza y ha optimizado el uso de la semilla. “Hemos tenido asesoría para hacer cero labranza, y aquí pueden observar cómo estamos aprovechando el rastrojo del año pasado”, señaló.
El rastrojo —paja o soca, como también son llamados los residuos agrícolas— es una excelente cobertura del suelo, pues aumenta su humedad . Al degradarse, contribuye a incrementar la materia orgánica del suelo y, por lo tanto, mejora su estructura y calidad.
Por muchos años, explica Osval, ha alternado la agricultura con la ganadería; por eso suele establecer pastos perennes o sorgo de doble propósito al iniciar las lluvias. Previo a la siembra, lo único que hace en su parcela es mantener bajo control la presencia de malezas. Así “no tenemos ningún problema en el desarrollo del cultivo. La mínima labranza nos ha ayudado a bajar el costo de nuestra producción, y esta máquina no le pide nada a ninguna otra con equipos de doble rastreo”, mencionó.
Osval Melendrez Soto concluye un largo día de siembra, esperando que el temporal sea benévolo y suficiente para que el forraje crezca y alimente al hato ganadero, actividad que desde hace muchos años realiza y en la cual —con ayuda de la Agricultura de Conservación— ha logrado incrementar su rentabilidad.
La Agricultura de Conservación es un sistema de producción sustentable que se puede adaptar a muy diversos contextos de producción, brindando buenos resultados tanto en sistema de riego como de temporal. En conjunto con otras prácticas sustentables asociadas o derivadas, forma parte de la Agricultura Sustentable y climáticamente inteligente que se promueve a través del movimiento #AgriculturaConCiencia. ¡Súmate!