Hay distintos sistemas que influyen en el estado del mundo, pero la ciencia es actualmente uno de los agentes de cambio más universal y dominante. La ciencia ha transformado el paisaje social, político, económico, estético e intelectual de las sociedades; está cambiando nuestra forma de entender quiénes somos y de dónde venimos, nuestro sistema de valores, la forma en que producimos nuestros alimentos, el modo en que consideramos al planeta y la forma en que nos consideramos unos a otros.
A pesar de los avances, aún hay mucho trabajo por hacer para que el conocimiento científico y sus beneficios lleguen a toda la sociedad. La desigualdad de género, por ejemplo, representa un freno a la ciencia y esto tiene implicaciones para toda la sociedad porque los beneficios del quehacer científico también quedan limitados.
De acuerdo con la ONU, en promedio las mujeres representan un 33,3 % de las plantillas de investigadores existentes en el mundo y la brecha se amplía cuanto mayor es el nivel alcanzado en el escalafón. Como ejemplo, solo el 3 % de los Premios Nobel en ciencias ha sido otorgado a mujeres y en el campo de las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas solo el 35 % de los estudiantes de carreras y programas de este campo son mujeres.
La igualdad de género en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, no solo por la necesidad de robustecer la búsqueda de soluciones científicas a los desafíos más apremiantes de la humanidad, sino para difundir el conocimiento científico ya existente entre la sociedad.
“Con el proyecto de AgriLAC, con el grupo de mujeres con el que trabajo, instalamos un módulo de extensión. Con este proyecto hay muchas prácticas que realmente ayudan al productor, ya sea mujer u hombre. Entonces este proyecto tiene un buen enfoque y le ayuda bastante al productor”, comenta Raquel Ferrera, quien actualmente forma parte del equipo técnico del InnovaHub Occidente de Honduras, integrado a partir de la iniciativa AgriLAC Resiliente.
Los InnovaHubs son un modelo de gestión de la innovación basado en una metodología desarrollada en México a partir de iniciativas impulsadas por CIMMYT y sus colaboradores. Para este enfoque, el acompañamiento técnico es fundamental para que el conocimiento científico generado y validado en plataformas de investigación llegue efectivamente, y de una manera socialmente pertinente, a los agricultores.
“Estudié ingeniería agronómica en la Universidad Nacional de Agricultura. Solo éramos 10 mujeres de 50 que nos graduamos en 2011”, comenta Raquel, quien a partir de su participación con el CIAT se vinculó a AgriLAC Resiliente y recibió capacitación para impulsar la innovación a través del modelo del Hub: “parte del curso era montar módulos o áreas de extensión, entonces yo, que soy parte de una caja rural —financiada con fondos de un proyecto que ejecutaba el CIAT— en donde trabajamos 21 mujeres y un hombre, fundamos el módulo de extensión donde sembramos maíz y luego frijol”.
“Realmente es muy importante ayudar a los grupos de las áreas rurales con conocimiento porque ellos, ya sea en caja rural o grupo, ellos van formándose, entonces ahí resalta el tema de la mujer, la importancia que tiene la mujer porque en muchos lugares rurales el machismo sigue presente, no las dejan salir, no les dan el derecho cuando las mujeres tenemos un alto potencial que a veces no es descubierto, pero mediante estos proyectos la mujer desempeña ese papel importante”.
En Honduras, donde el porcentaje de mujeres en el número total de investigadores se estimaba en 36,4 % hacia 2018, de acuerdo con el más reciente Informe sobre Ciencia de la UNESCO, iniciativas como AgriLAC Resiliente están contribuyendo a cambiar el panorama para decenas de niñas y mujeres que hoy por hoy ven en profesionistas como Raquel una figura que las anima a ir más allá de los roles tradicionalmente asignados.
“A las mujeres, a las niñas, yo siempre que tengo oportunidad de conversar con ellas mi consejo es estudien, para que mañana usted no dependa de nadie, usted pueda trabajar, usted pueda generar ingresos que le van a ayudar cuando forme un hogar, una familia. Le va a permitir salir adelante, tener visión, que es lo que se necesita para ayudar a su comunidad, para ayudar a su familia”, concluye Raquel.