En los pozos de Guanajuato (se tienen registrados alrededor de 18,000) hay un déficit hídrico de 1,545.27 millones de metros cúbicos de agua (SDAyR, 2018), lo que hace necesario implementar prácticas para hacer más eficiente su uso. A través del programa MasAgro Guanajuato —que impulsan el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR)—, el CIMMYT y el despacho Consultores y Asesores para la Sustentabilidad Agrícola (CyASA) evalúan diversos sistemas de riego en la plataforma de investigación Irapuato I.
En la agricultura se puede utilizar riego por gravedad, aspersión, microaspersión y goteo, siendo este último uno de los sistemas más eficientes, pues el suministro de agua es constante y uniforme. El riego por goteo permite mantener la zona radicular (la capa del suelo que contiene las raíces de las plantas) en condiciones de baja tensión de humedad (fuerza con la cual el suelo mantiene la humedad presente). A medida que disminuye la humedad del suelo, aumenta la tensión de humedad.
El agua aplicada por los goteros produce un humedecimiento en forma de cebolla en el interior del suelo, al que comúnmente se le denomina “bulbo húmedo”. Este bulbo normalmente alcanza su máximo diámetro a una profundidad aproximada de 30 cm, y su forma está fuertemente condicionada por las características del suelo. El sistema de riego por goteo logra una eficiencia de 90 a 95% en el empleo del agua y los fertilizantes, mientras que con un sistema por gravedad esta es de entre 55 y 60%.
El riego por goteo es diferente de los otros sistemas de riego, por lo que se debe administrar correctamente para aprovechar al máximo sus beneficios y evitar problemas. A continuación, se presentan tres de las principales ventajas de este sistema:
- Automatización del sistema. Se requiere poca mano de obra, tanto en su operación como en las actividades de fertilización y deshierbe. Evita regar en áreas no objetivo, frenando la emergencia y el crecimiento de malezas. Además, impide la proliferación de enfermedades al reducir el contacto directo del agua (humedad) con el follaje, los tallos o los frutos.
- Puede instalarse en diversas condiciones topográficas y es muy versátil al uso de aguas de diferente calidad y las limitaciones salinas del suelo. Permite irrigar y a la vez emplear maquinaria agrícola, cosechar, asperjar, etcétera.
- Alta eficiencia. Utilizando sólo el agua necesaria para el cultivo se logra gran uniformidad en el riego. La alta frecuencia de los riegos, pero de bajo caudal, permite mantener un nivel óptimo de humedad en la zona radicular de los cultivos, logrando así un desarrollo uniforme de raíces.
Por supuesto, hay algunos aspectos importantes que considerar antes de su implementación: se trata de un sistema no aplicable a cultivos densos; su inversión inicial puede ser elevada; y se debe contar con un plan de mantenimiento constante, pues el agua de mala calidad —por ejemplo— puede averiar el sistema.
Por su potencial, el CIMMYT y CyASA realizan diversas evaluaciones del riego por goteo (y también del riego rodado) en dos sistemas de labranza —convencional y Agricultura de Conservación—, con la finalidad de averiguar si, además de sus beneficios en el aprovechamiento y ahorro de agua, es posible obtener un incremento en la rentabilidad de los cultivos de maíz y trigo.
Por: Consultores y Asesores para la Sustentabilidad Agrícola SC (CyASA).