En entrevista, el productor René Jiovani López habla sobre cómo las tecnologías de precisión pueden ayudar al cuidado de los recursos naturales y a reducir los costos de producción, en combinación con la Agricultura de Conservación.
Por: Marco Díaz, Divulgación-CIMMYT.
31 de julio de 2019.
Guasave, Sin.- René Jiovani López Carranza pertenece a la tercera generación de productores en su familia. Siguiendo el ejemplo de su abuelo y su padre, en 1985 se integró a la actividad familiar a temprana edad. Estudió en la Universidad Autónoma de Guadalajara, de donde egresó como ingeniero agrícola. Actualmente, trabaja sus tierras con Agricultura de Conservación y tecnologías satelital y mecatrónica. Desde su experiencia, esta combinación de ciencia y tecnología le ha permitido tener ahorros considerables y ser más eficiente en su proceso de producción y en el cuidado de los recursos naturales.
René López tiene una amplia experiencia en la implementación de la Agricultura de Conservación: “la practicamos desde 1996, con labranza mínima, tanto en tierra de barrial como en aluviones”. Con los conocimientos que ha acumulado sobre este sistema ha derrumbado el mito de que no es posible emplearlo en los barriales (suelos arcillosos o “pesados” que tienden a compactarse y deshacerse en terrones cuando se les cultiva). Considera que “si bien la descomposición del rastrojo es más rápida en aluviones (suelos fértiles que generalmente se encuentran cerca de ríos), cuando se hacen los tratamientos adecuados en barriales, ese proceso es más fácil”.
Fue precisamente la Agricultura de Conservación lo que lo vinculó al Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). “Cuando tomaba cursos para asesorar a productores en Agricultura Sustentable, fui a Ciudad Obregón, Sonora. Allí conocí al doctor Bram Govaerts, director del Programa de Desarrollo Estratégico del CIMMYT. También he colaborado en MasAgro y he participado con algunos científicos de ese centro de investigación en temas de manejo de fertilización, laboreo y agricultura de precisión, entre otros”, comenta.
Además de aprovechar el 100% del rastrojo, René López emplea diversas tecnologías de precisión. “Hemos buscado maneras de mejorar: antes sembrábamos a 40 o 50 centímetros, ahora lo hacemos a 76 u 80 centímetros. Estamos trabajando con un sistema de guiado automático que hace más fácil hacer surquería; así sembramos más surcos por hectárea, porque te hace más preciso al momento de marcar y la siembra es más alineada”, menciona.
La siembra, la cosecha, el riego, el análisis de suelo y la fertilización, entre otros, son procesos susceptibles de tecnificarse con sensores, sistemas de monitoreo vía satélite, compuertas neumáticas e hidráulicas, etcétera. Y aunque la inversión puede ser costosa en un inicio, el ingeniero René Jiovani López menciona que “el costo-beneficio está relacionado con el uso que se le dé a la tecnología y el conocimiento que se tenga de la misma. Hay tecnologías que puedes aprovechar de la mano de organizaciones y compañías, y hay instituciones —como el CIMMYT— que te pueden asesorar para manejar las tecnologías adecuadamente y de forma sustentable”.
Al final, no se trata de tecnificar por estar a la vanguardia sino de hacerlo porque es pertinente y porque la implementación de la tecnología permitirá disminuir los costos de producción, incrementar los rendimientos y aprovechar y conservar los recursos naturales. La precisión y la eficiencia, después de todo, también deben reflejarse en el cuidado del medioambiente, como enfatiza el productor René Jiovani López.