Durante este taller de capacitación en el hub Yucatán se reflexionó sobre el uso inadecuado de agroquímicos y se dieron a conocer ingredientes para la elaboración de productos orgánicos.
Por: Rodolfo Dzul Mo, colaborador del Hub Península de Yucatán.
26 de julio de 2016.
Peto, Yucatán.- Para dar opciones de productos orgánicos para la agricultura, se llevó a cabo el taller “Elaboración de abonos orgánicos, biofertilizantes y fungicidas para su aplicación en el cultivo de maíz”, en el módulo “Tumben Kuxtal” del productor José Valerio Aké, en el cual participaron productores de diversos municipios del estado, tales como Maxcanú, Chikindzonot, Yaxcaba y Peto.
En esta ocasión se reunieron para conocer y aprender a elaborar diversos preparados orgánicos como el “bocashi”, biofertilizante a base de estiércol de vaca, el caldo sulfocálsico y el caldo bordelés, todos de suma importancia para aplicar en los cultivos de maíz ahora que ya se encuentran establecidos en las parcelas en donde se practica la agricultura de conservación.
Los productores participantes tuvieron la oportunidad de conocer para qué sirven, cómo funcionan, qué materiales e ingredientes son necesarios para su elaboración, el tiempo y los pasos para su preparación y/o maduración, la forma, la dosis y la frecuencia sugerida de aplicación, así como las ventajas y los resultados más visibles que se logran con ésta. Reflexionaron en torno al tema de los agroquímicos, sus efectos nocivos para el ambiente y la salud de las personas, así como en la urgencia de minimizar y/o evitar su uso, debido al peligro que representan, sobre todo cuando no son utilizados de manera correcta.
Este taller forma parte del programa Intensificación Sustentable que está trabajando el CIMMYT en colaboración con técnicos profesionales de la región en los municipios mencionados, en los cuales se están implementando módulos de agricultura de conservación. Al término de la actividad se establecieron algunos compromisos entre los productores participantes, entre ellos poner en práctica en sus respectivos módulos, con la ayuda del técnico facilitador, al menos uno de los preparados orgánicos, así como socializar lo aprendido con otros productores de sus comunidades, con la finalidad de que se interesen y se involucren en el fomento de una agricultura más amigable con el ambiente.