En la sociedad tradicional india en la que creció Madhulika Singh, que las niñas eligieran estudiar ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas (CTIM) era tan radical como que eligieran una pareja para la vida por sí mismas.
“Dicen que las mujeres sostienen la mitad del cielo. Yo creo que deberían sostener mucho y contribuir con equidad en CTIM”, dice Singh, ahora especialista en agricultura en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
En su adolescencia, vio a su madre, directora de escuela, desenvolverse cómodamente en su carrera junto con sus responsabilidades domésticas. Más tarde vio un ejemplo similar en su cuñada. “Crecí pensando que una mujer es capaz de hacer muchas cosas, tanto en casa como en el trabajo”, recuerda Singh.
Esta firme idea del potencial de las mujeres la llevó a cursar estudios científicos. “A muchas mujeres antes que yo, como la generación de mi madre, se les animaba a emprender [carreras en] humanidades —hacerse profesora o seguir cursos de administración del hogar— para asegurar una transición cómoda una vez casadas”, explica Singh. Ella esperaba que esto cambiara en su época y que seguir una carrera en CTIM fuera una cuestión de elección, no de género.
Las metas y ambiciones de Singh fueron muy claras desde el principio. En la escuela, se interesaba por la biología, sobre todo por el estudio de las plantas y la botánica. Su naturaleza inquisitiva se reflejaba en sus proyectos y presentaciones, lo que le valía altas calificaciones. Demostró un profundo conocimiento de la fisiología de las plantas y su pasión por la materia. La científica siempre quiso saber más y hacer más, lo cual considera que resuena en sus investigaciones y publicaciones actuales.
Una cita popular atribuida a Mahatma Gandhi dice: “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”. Cuando Singh decidió dedicarse a las ciencias vegetales en el posgrado, y después a las ciencias agrícolas para su doctorado, se convirtió en el cambio que esperaba ver en su hogar y en la sociedad cuando era joven. Con el apoyo de su familia, pero con una sociedad escéptica, siguió adelante y continuó una carrera en CTIM, comenzando su investigación sobre genotipos de maíz y agricultura de conservación. En 2013 se incorporó al CIMMYT como fisióloga.
Ayudando a los agricultores a adoptar la agricultura de conservación
Singh trabaja actualmente en su estado natal, Bihar, para la Iniciativa de Sistemas de Producción de Cereales en el Sur de Asia (CSISA, en inglés), dirigida por el CIMMYT. Trabaja con más de diez mil agricultores de los estados de Bihar y Uttar Pradesh, apoyando la adopción de prácticas de agricultura de conservación.
La agricultura es vital para la región, ya que casi el 70% de la población se dedica a ella y a los servicios de extensión. Sin embargo, la alimentación y los medios de vida se ven amenazados por el pequeño tamaño de las explotaciones, los bajos ingresos y los niveles comparativamente bajos de mecanización agrícola, riego y productividad.
Singh y sus colegas han liderado la transición de la agricultura tradicional a las prácticas de intensificación sustentable —como la siembra temprana del trigo, la labranza cero y el arroz de siembra directa— que han ayudado a los pequeños agricultores a aumentar sustancialmente su potencial de rendimiento.
“Creemos que un proyecto como CSISA, junto con el gobierno y los socios, puede ayudar a avanzar y apoyar en la realización de todo el potencial agrícola de estas regiones”, explica Singh.
Raíces en la tierra
Sus abuelos eran agricultores. “Siempre es admirable el hecho de poder cuidar la tierra que te proporcionaba el alimento y el sustento”, dice. Como científica de cultivos, la familia de Singh reconoce su trabajo como una extensión de los servicios que sus abuelos practicaban.
Sostenida por esta motivación y este estímulo, Singh se siente segura de su papel: unirse a otros científicos, socios y agricultores para hacer que la agricultura sea sostenible y que nuestras comunidades tengan seguridad alimentaria.
“El hecho de que los datos que generamos a partir de nuestros experimentos sirvan para generar conocimientos y ayuden a los agricultores a optimizar el coste de los insumos y aumentar su productividad me llena y enriquece”, expresa Singh.
Además de trabajar en el desarrollo de las capacidades de los agricultores y los extensionistas, Singh apoya la realización de ensayos de campo y demostraciones tecnológicas comunitarias. También ayuda a perfeccionar las principales innovaciones agrícolas, mediante pruebas participativas, y optimiza los sistemas de cultivo en la región.
Dirigiendo el camino de la próxima generación
Como verdadera representante de la comunidad CTIM, Singh siempre está aprendiendo y utilizando su experiencia para devolver a la sociedad. Es coautora de numerosos libros y ha colaborado en revistas, compartiendo sus conocimientos con los demás.
Otras mujeres líderes en CTIM han inspirado a Singh en su vida profesional, como la antigua directora general adjunta de investigación del CIMMYT, Marianne Bänziger. Singh cree que Bänziger fue pionera y que las jóvenes de hoy tienen muchos modelos femeninos en CTIM que pueden servir de inspiración.
El cambio ya está aquí y muchas más mujeres jóvenes trabajan en CTIM, persiguiendo la excelencia en las ciencias agrícolas, la ingeniería y los estudios de investigación contribuyendo y reclamando “la mitad del cielo”.
Foto de portada: La investigadora del CIMMYT Madhulika Singh (centro-derecha) junto a agricultores de grupos de autoayuda en la aldea de Nawtanwa, Champaran Occidental, en el estado indio de Bihar. El CIMMYT trabaja en la inclusión y participación de género a través de asociaciones con otras organizaciones y grupos de autoayuda. (Foto: CIMMYT)