Las semillas de maíz tolerantes a la sequía desarrolladas a través de asociaciones globales y locales a largo plazo en África están mejorando la seguridad nutricional y alimentaria en el norte de Uganda, una región rodeada de conflictos y lluvias impredecibles.
El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) trabaja con la Organización Nacional de Investigación Agrícola y Alimentaria de Uganda (NARO, por sus siglas en inglés) y con compañías locales de semillas para desarrollar y difundir variedades de semillas de maíz mejoradas tolerantes al estrés. Bajo los proyectos de Maíz Tolerante a la Sequía para África (DTMA en inglés) y Maíz Tolerante al Estrés para África (STMA en inglés), los agricultores utilizan variedades como el híbrido UH5051, conocido localmente como Gagawala, que significa “hacerse rico”.
Durante dos décadas, la mayor parte de la población en el norte de Uganda ha vivido en campamentos internos de personas desplazadas y dependía de la ayuda alimentaria y otros recursos de ayuda para su subsistencia debido a la rebelión del Ejército de Resistencia del Señor (LRA en inglés).
Durante los últimos años, Gulu, uno de los distritos afectados, se encuentra en proceso de recuperación. Con la paz imperante, Geoffrey Ochieng’ y su esposa ahora pueden cultivar de manera segura sus 4.5 acres de tierra para cultivar maíz y otros productos básicos. Pueden alimentar a su familia y vender productos para satisfacer otras necesidades del hogar.
Sin embargo, los agricultores de esta región, en la frontera con Sudán del Sur, se enfrentan a lluvias más erráticas y la aparición incierta de las mismas. Gracias a las nuevas variedades de maíz tolerantes a la sequía y resistentes a las enfermedades, la familia Ochieng’ puede adaptarse a este clima variable y asegurar una buena cosecha de maíz incluso en temporadas poco confiables.
La tolerancia es clave
“La popularidad de esta variedad tolerante a la sequía ha crecido entre los agricultores gracias a su buen rendimiento y confiabilidad incluso con lluvias escasas y por su resistencia a enfermedades foliares comunes como el tizón norteño de la hoja y la mancha gris, además de una buena resistencia al virus del estriado”, explicó Daniel Bomet, un mejorador de maíz de NARO. “Con una maduración de poco más de cuatro meses, Gagawala puede producir de dos a tres mazorcas de maíz, lo que atrae a los agricultores”.
Ochieng’ ha plantado maíz UH5051 desde 2015. Antes de adoptar el nuevo híbrido, Ochieng’ cultivaba Longe 5, una variedad de polinización abierta popular que es menos productiva y poco resistente a las enfermedades.
“Lo que me gusta de UH5051 es que incluso con bajo estrés de humedad, crecerá y cosecharé algo”, dijo Ochieng’. En condiciones óptimas, Ochieng’ cosecha alrededor de 1.2 toneladas métricas de grano de maíz en un acre del híbrido UH5051.
Con la antigua variedad Longe 5, solo cosechaba 700 kg. “Si las lluvias se retrasaban o no lluvia mucho, tenia suerte de obtener 400 kg por acre con el Longe 5, sin embargo, ahora obtengo el doble con el híbrido”, explicó Ochieng’.
Gracias a esta variedad tolerante, Ochieng’ puede pagar la escuela de sus hijos y proporcionar un excedente de grano a sus familiares.
Fuera lo viejo, dentro lo nuevo
“Una estrategia clave para mejorar los medios de vida de nuestros agricultores en el norte de Uganda es reemplazar gradualmente las variedades antiguas con variedades nuevas que puedan hacer un mejor frente al cambio climático, las plagas y las enfermedades”, dijo Godfrey Asea, director del Instituto Nacional de Investigación de Recursos Genéticos (NaCCRI, por sus siglas en inglés) en NARO. “Longe 5, por ejemplo, se comercializa desde hace más de 14 años. Ha cumplido su parte y necesita dar paso a nuevas variedades mejoradas como UH5051″.
La empresa Equator Seeds, con sede en Gulu, ha sido el centro de la transformación agrícola en el norte de Uganda. De 70 toneladas métricas de semillas producidas cuando comenzó a operar en 2012, la compañía alcanzó una capacidad anual de aproximadamente 7 000 a 10 000 toneladas métricas de semillas certificadas de diferentes cultivos en 2018. Trabajando con productores dedicados como Anthony Okello, quien tiene un terreno de 40 acres, y 51 cooperativas de pequeños agricultores, Equator Seeds produce semillas de maíz híbrido de polinización abierta y otros cultivos, que llegan a los agricultores a través de una red de 380 agro-distribuidores.
“El 80% de los agricultores en el norte de Uganda todavía usan semillas recicladas o almacenadas en granja, por lo que se les considera nuestra principal competencia”, comentó Tonny Okello, Director Ejecutivo de Equator Seeds. “Actualmente, alrededor del 60% de nuestras ventas son en semillas de maíz. Esta parte debería aumentar al 70% para 2021. Planeamos reclutar más agro-distribuidores, establecer más parcelas de demostración, principalmente para los híbridos y de esa manera, alentar a más agricultores a adoptar nuestras variedades resistentes de alto rendimiento”.
Los disturbios de dos décadas desanimaron a las compañías de semillas a aventurarse en el norte de Uganda, pero ahora ven su enorme potencial. “Para ayudar a su recuperación, hemos recibido un gran apoyo del gobierno, las organizaciones no gubernamentales, las Naciones Unidas y las agencias humanitarias para comprar semillas y distribuirlas a los agricultores en el norte de Uganda y Sudán del Sur”, dijo Okello.
Impacto social
El sector de semillas de Uganda es dinámico gracias a las asociaciones eficientes público-privadas. Mientras NARO desarrolla y prueba nuevas líneas parentales e híbridos en sus instalaciones de investigación, ahora se han aventurado en la producción y procesamiento de semillas en su Granja Kigumba de 2 000 acres en el oeste de Uganda a través de NARO Holdings, su órgano comercial.
“Debido a que la demanda de semilla mejorada no siempre se satisface, NARO Holdings comenzó a producir semilla certificada, pero el enfoque principal está en la producción de semilla de generación temprana, que a menudo es un cuello de botella para el sector de semillas”, dijo Asea.
Otra colaboración innovadora ha sido trabajar con los establecimientos del Servicio de Prisiones de Uganda (UPS en inglés) para producir semilla de maíz. “Cuando comenzamos esta colaboración con UPS, sabíamos que tenían algunas ventajas comparativas, como tierras de cultivo, mano de obra, equipos de mecanización y buen aislamiento, que son importantes para la producción de semillas de maíz híbrido de alta calidad”, explicó Asea. La instalación de UPS en Lugore, Gulu, que tiene 978 hectáreas de tierra, produce semillas de base de UH5051.
“Las cárceles ofrecen un gran potencial para apoyar la creciente industria de semillas”, dijo. “Junto con el CIMMYT, debemos desarrollar aún más la capacidad de UPS para producir semillas de fundación y certificadas. Proporciona ingresos muy necesarios para las instituciones. Los reclusos, además de ser remunerados por el trabajo agrícola, participan en actividades positivas al aire libre. Esta habilidad es útil para su futura reintegración en la sociedad”.