Según un nuevo informe, el Programa de Investigación de Maíz del CGIAR (MAIZE) “llena de manera única un vacío a nivel global y regional, posicionándolo para continuar catalizando ciencia de calidad a través de las fronteras”.
Solicitado por la Secretaría del Servicio de Asesoramiento del CGIAR (CAS Secretariat), el informe evalúa los logros y las operaciones del programa de investigación para el desarrollo a lo largo de su segunda fase, de 2017 a 2019.
Los revisores elogian la “valiosa” transferencia de tecnología de MAIZE en las áreas de producción de dobles haploides y fenotipado de tolerancia al estrés, así como su incorporación “proactiva y productiva” de cuestiones transversales de género y juventud en proyectos importantes como Maíz Tolerante al Estrés para África (STMA). Señalan que el cambio climático es “fundamental para todo lo que está haciendo el programa”.
Además de la calidad excepcional de los aportes científicos del programa y la calidad general de sus productos, los revisores destacan la capacidad del programa para movilizar “partes interesadas, recursos y conocimientos para entregar rápidamente soluciones valiosas para una necesidad crítica”. Los autores de la revisión señalan específicamente los esfuerzos de MAIZE para detener la propagación de la necrosis letal del maíz (MLN).
Si bien, como todos los programas de investigación del CGIAR, MAIZE debe concluir a fines de 2021, gran parte del trabajo pionero del programa continuará bajo nuevas formas, como el proyecto Aceleración de Ganancias Genéticas en Maíz y Trigo para Mejorar los Medios de Vida (AGG).
“A medida que avanzamos hacia la implementación de One CGIAR, la experiencia de MAIZE en el aumento de las ganancias genéticas en ambientes tropicales y subtropicales propensos al estrés mediante la integración de metodologías avanzadas de mejoramiento, una sólida red de fenotipado para diversos estreses abióticos y bióticos, mejores prácticas agronómicas y una rica red de asociaciones público-privadas para escalar y desplegar variedades mejoradas de maíz resilientes al clima en África, Asia y América Latina —sin mencionar su capacidad para responder rápida y exitosamente a enfermedades y plagas transfronterizas devastadoras a través de iniciativas multidisciplinarias y multinstitucionales— será extremadamente valioso”, afirma B.M. Prasanna, director de MAIZE y del Programa Global de Maíz del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
MAIZE, dirigido por el CIMMYT en asociación con el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA), encabeza la investigación internacional de múltiples partes interesadas para el desarrollo a fin de mejorar los medios de vida y la seguridad alimentaria de los productores y consumidores de maíz. Al mismo tiempo, busca fortalecer la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios basados en el maíz. El programa se centra en la producción de maíz en países de ingresos bajos a medianos, que representan aproximadamente dos tercios de la producción mundial de maíz, donde el cultivo es “clave para la seguridad alimentaria y los medios de vida de millones de agricultores de bajos recursos”, según el informe.
“MAIZE proporciona una plataforma muy sólida para la colaboración con nuestros socios nacionales, incluidas empresas privadas, productores comunitarios de semillas y otras partes interesadas. A través de proyectos como Maíz Tolerante a la Sequía para África (DTMA) y STMA, la investigación ha podido proporcionar soluciones innovadoras a los desafíos que enfrentan los pequeños agricultores en su vida diaria, como la sequía, suelos pobres, plagas y enfermedades”, dice Nteranya Sanginga, Director General del IITA.
La revisión concluye que “las buenas prácticas de gestión y gobernanza de MAIZE son una base sólida para el resto del funcionamiento del programa”. Los revisores también recomiendan que la aplicación participativa “excelente” de la teoría del cambio de pensamiento en la segunda fase de MAIZE se incorpore al nivel del sistema CGIAR en el futuro. Las recomendaciones clave para la fase final del programa incluyen:
- Construir sobre la “sólida red de socios” de MAIZE al profundizar estas relaciones en “asociaciones multidireccionales”.
- Aprovechar el trabajo transversal existente sobre desarrollo de capacidades, cambio climático, género y juventud.
- Diversificar y expandir los esfuerzos de difusión del conocimiento de MAIZE para involucrarse más profundamente con audiencias múltiples y no científicas.
Para leer más, consulte el resumen del informe o visite la página del Servicio de Asesoramiento del CGIAR.