El curso abordó conceptos e información relevantes para mejorar los planes de intervención de los colaboradores y técnicos que atienden a los productores de Guachochi.
Por: Divulgación-CIMMYT.
Guachochi, Chih.- El 23 de mayo se llevó a cabo, en el marco del Proyecto de Innovación Agrícola Sustentable Chihuahua, un curso específico dirigido a técnicos colaboradores de la región de Guachochi, Chihuahua. El objetivo del curso fue la comprensión de los fundamentos de la Agricultura de Conservación (AC) y que los productores identifiquen de forma sensible el enfoque de sustentabilidad y los beneficios que derivan de su implementación. La dinámica del curso permitió compartir con los asistentes las recomendaciones para que inicien la implementación de prácticas de AC en sus áreas de influencia para mejorar el desarrollo de módulos y la atención a las áreas de extensión, a la vez que se promueve la generación de nuevas áreas de impacto. En un formato que permitió el diálogo y la discusión, fue posible identificar y conocer las problemáticas y necesidades de las respectivas regiones, para que los asistentes pudieran comparar esos contextos con los expuestos en los casos de éxito de la adopción de la Agricultura de Conservación en diversas partes del mundo, junto con los retos que esto implicó, y, a partir de ello, emitir recomendaciones para iniciar con la implementación de AC de forma local para beneficiar a los productores cooperantes del proyecto.
El curso se llevó a cabo en el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario núm. 170, en Guachochi, con la participación de Odette Gutiérrez, coordinadora de cursos específicos de la Unidad de Capacitación-SIP; Nehemías Buitimea y Omar Domínguez, coordinadores técnicos del Hub Pacífico Norte del CIMMYT; Joel Alcalá, Reginaldo Loya, Jesús Cruz e Isael Arteaga, técnicos consultores; participantes que pertenecen al despacho Acorem; técnicos PESA; y otros colaboradores del Proyecto de Innovación Agrícola Sustentable Chihuahua. Y estuvo a cargo del doctor Patrick Wall, exdirector del Programa de Agricultura de Conservación, quien compartió con los asistentes experiencias de éxito con la implementación de AC en diferentes partes del mundo donde el CIMMYT ha impulsado prácticas agrícolas sustentables para mejorar los suelos, la fertilidad y la productividad.
La actividad empezó con una exposición global de los fundamentos de la Agricultura de Conservación, y se hizo hincapié en los efectos de la labranza en la estabilidad del suelo: los problemas de pulverización que se derivan de esta actividad, los problemas de compactación y su influencia en la tasa de infiltración, la pérdida de agua y el insuficiente aporte (retorno) de materia orgánica. De esta forma, los asistentes pudieron visualizar las implicaciones de realizar labranza convencional y sus efectos sobre la rentabilidad de los suelos en la región de Guachohi, pues durante la capacitación previa que se realizó a productores, fue posible identificar ciertas necesidades y problemáticas que sirvieron de contexto para este curso.
Al concluir la parte teórica de la capacitación, se dirigieron a la comunidad de Rocheachi, municipio de Guachochi, para complementar los contenidos del curso con una demostración de maquinaria para la siembra directa, ya que en la región solamente se cuenta con un equipo para trabajar en sistema mecanizado alineado con los principios de AC. La demostración contó con la participación de técnicas que brindan acompañamiento a productores de la región, quienes se mostraron interesadas por impulsar sus estrategias de intervención mediante los cursos específicos que se desarrollan en el marco del proyecto. La ingeniera Marcela Hernández, de la organización Comunidad y Familia de Chihuahua, compartió que estas capacitaciones son muy importantes, pues en la mayoría de las comunidades la producción de maíz se realiza para autoconsumo —tanto familiar como animal—, y representan una gran alternativa para mejorar la producción del sistema milpa de las comunidades rarámuris y para la conservación de suelos y agua. En sus palabras: “Es una tarea muy difícil para implementar, pero nos llevamos el reto”.
La ingeniera Elena, de Acorem, nos comentó que su principal interés es llevar el conocimiento obtenido en la capacitación a las comunidades donde la organización está trabajando, para que los productores aprovechen los beneficios de la AC, recuperen sus suelos y mejoren su productividad. “La Agricultura de Conservación nos va a ayudar mucho para recuperar suelos que se han perdido por años de labranza de manera tradicional; podemos recuperar los suelos e incrementar los rendimientos”, comentó.
El curso abordó conceptos e información relevantes para mejorar los planes de intervención de los colaboradores y técnicos que atienden a los productores de Guachochi. Con la interacción generada durante la capacitación, fue posible identificar estrategias para mejorar la metodología de trabajo con los productores y visualizar nuevos planes para incorporar a más agricultores, para fomentar la adopción de la AC en la región y que se fortalezca el perfil del equipo de colaboradores del Proyecto de Innovación Agrícola Sustentable Chihuahua. Así será posible que más productores cambien de mentalidad para empezar a innovar sus sistemas productivos, lograr la seguridad alimentaria en la región y mejorar su calidad de vida.