Extensionistas del programa Más Maíz del estado de Guerrero implementarán las prácticas y tecnologías herméticas para evitar pérdidas poscosecha y reducir costos.
Con información de: Jesús Alarcón Alarcón, formador MasAgro.
20 de septiembre de 2018.
Tlaltizapán de Zapata, Mor.- El 20 de septiembre, en las instalaciones de la estación experimental Tlaltizapán, en Morelos, se realizó el taller práctico ‘Tecnologías herméticas e instalación de módulos poscosecha’ para extensionistas del programa Más Maíz del estado de Guerrero, con el fin de que repliquen las prácticas y tecnologías herméticas con sus productores y puedan reducir costos, evitar pérdidas poscosecha de granos almacenados y garantizar la calidad del alimento y de la salud de las familias.
El ingeniero Salvador Vázquez Morales, auxiliar operativo del Hub Pacífico Centro, fue el encargado de dar la bienvenida a los extensionistas, momento que aprovechó para agradecer su presencia. Acto seguido, la ingeniera Jessica J. González Regalado, coordinadora de plataformas poscosecha del Hub Valles Altos y el Hub Pacífico Centro, presentó los objetivos del evento y las características de los módulos poscosecha, así como su dinámica, sus necesidades básicas, los pasos clave en su implementación y el llenado de la bitácora de la colecta de información sobre éstos.
Durante la exposición se repartieron varios folletos, trípticos y manuales de plagas y enfermedades en granos almacenados y tecnologías alternativas para su manejo y control a los extensionistas. Además, se les dio a conocer cómo se llevaría a cabo el proceso de implementación de un módulo poscosecha y se revisó el llenado de la bitácora y cada una de sus secciones: protocolo, datos de instalación, datos de seguimiento mensual y datos de levantamiento. Luego, se formaron cuatro equipos de cinco personas para realizar la práctica de establecimiento de los módulos en el área de poscosecha.
Para iniciar con el proceso de instalación de los módulos poscosecha, el ingeniero Jesús Alarcón Alarcón, formador MasAgro, dio los detalles sobre la limpieza y sanidad de los granos antes de su almacenamiento, mencionando que el grano debe estar sano, seco, frío y limpio y tener un contenido de humedad igual o menor que 13%; con esto, el grano se podrá conservar a mediano y largo plazo, manteniendo su calidad y evitando pérdidas por efecto de patógenos, insectos y otras plagas. De igual manera, se explicó el uso y manejo de los polvos inertes, en este caso, el uso de la cal micronizada como tratamiento alternativo de almacenamiento, haciendo la recomendación de aplicar 4 kg de polvo/tonelada de grano.
Por otro lado, la ingeniera Guadalupe Portas Fernández dio la capacitación sobre la prueba de hermeticidad del silo metálico hermético mediante agua, que se realiza agregando de 10 a 15% de la capacidad total del recipiente y cerrándolo perfectamente; revisando las uniones de la lámina y los tapones del silo, manteniéndolo en posición vertical; y observando si existen fugas. También les habló sobre el uso y cuidado de las bolsas plásticas herméticas, dando una explicación de cómo hacer el llenado con grano, el tiempo de duración de la bolsa, el cerrado con ziploc y el amarre.
Se desarrolló la práctica de la limpieza del grano utilizando cribadoras, no sin antes determinar la humedad del grano con el determinador electrónico y los frascos de vidrio (con la sal y el sol). La muestra de grano consistió en tres submuestras de 500 gr, tomándola en forma de cinco de oros y de tres niveles de profundidad con una cuchara para no tocar el grano con las manos, introduciendo las muestras en bolsas de plástico de 500 gr. Después, se llenaron los silos con capacidad de 50 kg; al terminar de vaciar el grano en el recipiente, se extrajo el oxígeno con la veladora y se cerró con la tapa rosca superior, sellándose herméticamente.
Se continuó con el establecimiento de las bolsas plásticas herméticas, donde cada equipo llenó su bolsa con 40 kg de grano limpio, la introdujo en el costal de polipropileno nuevo y extrajo el oxígeno cerrando con el amarre recomendado y usando hule de cámara de bicicleta como protección para la bolsa plástica, la cual quedó herméticamente cerrada. Por último, realizaron el tratamiento con la cal micronizada mezclándola con el grano y revolviendo con un cucharon, llenando la barrica de 18 litros con grano y la dosis recomendada. Es importante mencionar que en todas las actividades los extensionistas usaron el equipo requerido, como guantes de látex, cubrebocas y otros materiales.