Guadalupe, Zac.- En Zacatecas el 93% de la superficie cultivable tiene problemas de erosión en alto y muy alto grado, también hay problemas serios de disponibilidad y uso del agua ―particularmente asociados con el manejo de acuíferos―, problemas relacionados con el cambio climático ―las sequías son cada vez más prolongadas y las lluvias más erráticas―, la migración y el envejecimiento del campo.
“El campo envejece junto con nosotros y las nuevas generaciones no tienen interés en seguirnos al ver que este es un trabajo muy pesado, de mucho esfuerzo y sacrificio; al mismo tiempo no es una fuente de ingreso segura”, comentó uno de los productores que asistieron al Curso-taller de fertilidad del suelo, realizado recientemente en la comunidad de Noria de los Gringos, en el municipio de Morelos, Zacatecas, el cual forma parte del proyecto Aguas Firmes, impulsado por Grupo Modelo, la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
La preocupación por los diversos problemas que aquejan al campo zacatecano ha hecho que los productores busquen opciones para que su actividad agrícola siga siendo rentable y, al mismo tiempo, les permita conservar sus suelos. En esta búsqueda de sustentabilidad y rentabilidad, los productores que participan en Aguas Firmes están aprendiendo a implementar Agricultura de Conservación, un sistema que permite mejorar y conservar los suelos.
“La fertilidad del suelo es un tema fundamental en Zacatecas porque se necesita que los productores conozcan qué nutrientes son los necesarios y recomendables para sus cultivos, el análisis de suelo y su interpretación, el efecto que tiene el pH del suelo en la disponibilidad de los nutrientes, cómo fertilizar, en qué tiempo y forma, identificar las necesidades de los suelos agrícolas y las prácticas sustentables más pertinentes según cada sistema de producción”, comentó Julio César González Márquez, especialista que participa en el proyecto, durante la apertura del curso-taller.
Entre las inquietudes de los productores que participaron en la capacitación destaca la necesidad de contar con un acompañamiento técnico más cercano y con variedades de semilla más adecuadas al nuevo contexto climático pues, comentan, la que ellos cosechan ya no es redituable. En este sentido se mostraron entusiasmados por innovaciones como la rotación de cultivos con especies tolerantes a la sequía que se está promoviendo en el marco proyecto. Te invitamos a leer Siembran girasoles para cuidar el acuífero de Calera.
El equipo técnico del proyecto Aguas Firmes, además de resolver las dudas de los productores, enfatizó en que “es necesario tener una mayor difusión de los beneficios que conlleva cuidar los sistemas de producción y hacerlos más eficientes, por eso se necesita de productores, como ustedes, con una mente abierta y ganas de cambiar las cosas para que comprueben por ustedes mismos la utilidad de las innovaciones que les proponemos y, con hechos, le muestren a otros productores de la zona y así cada vez más productores se unan a esta nueva forma de hacer agricultura, productiva y sustentable, y potencialmente atractiva para las generaciones nuevas”.