Santo Domingo, Villa Juárez, S.L.P.- La agricultura, el equilibrio ecológico global y la supervivencia humana están estrechamente relacionados. Sin un manejo adecuado de los recursos disponibles, probablemente los 8,500 millones de habitantes de la Tierra que se estima habrá en menos de 10 años —hacia 2030 se prevé un aumento de cerca de mil millones de habitantes, lo que equivale a casi ocho veces la población actual de México— se enfrentarán a un planeta severamente degradado y con muchas limitaciones para producir alimentos suficientes y de calidad.
Actualmente la agricultura utiliza cerca del 70% del agua dulce disponible a nivel global, por esto es urgente transitar a una Agricultura Sustentable que optimice el uso de los recursos naturales. Esta es una tarea compleja porque, en el nivel local, hay muchas prácticas inadecuadas que están fuertemente arraigadas entre los agricultores. Mostrarles las ventajas de prácticas sustentables, en un marco de respeto y fomento de sus capacidades, es esencial.
En la zona donde corre el río Choy, en San Luis Potosí —por ejemplo—, es común observar agricultores cultivando con riego rodado —el cual requiere una pendiente para distribuir el agua por efecto de la gravedad y tiene una eficacia baja en el uso del agua—, quemando rastrojo y removiendo el suelo constantemente, ya que consideran que estas prácticas son necesarias para aprovechar mejor el riego.
La suma de todas las prácticas inadecuadas — también se pastorea en las parcelas, lo cual favorece la compactación del suelo y dificulta la infiltración del agua— ha contribuido a que el agua, cada vez más escasa —se ha reportado incluso que tramos de caudales del río Choy han desaparecido— sea insuficiente para cubrir las necesidades de la agricultura, la ganadería y el uso humano en la zona. Lo anterior ha traído como consecuencia afectaciones al sector agropecuario y se pone en riesgo la propia disponibilidad de agua de las comunidades.
Ante esta situación, agricultores usuarios de las aguas del río Choy asistieron a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) con la finalidad de buscar posibles soluciones a la problemática. La Conagua, a su vez, se vinculó con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) a fin de capacitar a técnicos y productores —en un inicio— en temas de conservación de suelo y agua.
A través de este esfuerzo conjunto, recientemente se desarrollaron talleres sobre Agricultura de Conservación, un sistema de producción sustentable que gracias a la cobertura del suelo con rastrojo —uno de sus componentes básicos— contribuye a hacer un uso más eficiente del agua. Derivado de esta vinculación se determinó además establecer módulos demostrativos de prácticas sustentables en cuatro ejidos del municipio de Villa Juárez. Además, a través de la Conagua serán apoyados para tecnificar el riego.
Así, a través de la Agricultura Sustentable los productores están trabajando para mitigar los efectos acumulados de años de prácticas inadecuadas, para aumentar su productividad, usar de manera eficiente el agua, disminuir los problemas de salinidad y para apoyar en la recuperación de la cuenca hidrológica a través de un plan en el que se incluye: la reforestación en la zona, la promoción de la biodiversidad y la implementación de obras de conservación de agua y suelo.