Para el año 2050, la población mundial podría aumentar a 9.7 mil millones, se espera que la demanda de alimentos aumente en un 50% y la demanda mundial de granos como el maíz, el arroz y el trigo aumenten en un 70%. ¿Cómo podemos satisfacer las demandas alimentarias y nutricionales de una población en aumento, sin consecuencias ambientales y sociales negativas?
La intensificación sustentable es un enfoque que utiliza innovaciones para aumentar la productividad en las tierras agrícolas existentes con impactos ambientales y sociales positivos. Ambas palabras, “sustentable” e “intensificación”, tienen el mismo peso.
El CIMMYT lleva a cabo investigaciones sobre intensificación sustentable para identificar formas en que los agricultores pueden aumentar la producción de cultivos por unidad de tierra, conservar o mejorar importantes servicios de los ecosistemas y mejorar la resiliencia a los impactos y estreses, especialmente los debidos al cambio climático y la variabilidad climática.
Por ejemplo, la investigación del CIMMYT sobre la intensificación sustentable en India ha ayudado a formular políticas que aumentan los ingresos de los agricultores y reducen la contaminación y la degradación de la tierra.
¿Cuál es el alcance de la intensificación sustentable?
La intensificación sustentable toma en consideración el impacto en la productividad agrícola general, la rentabilidad, la estabilidad, los riesgos de producción y mercado, la resiliencia, los intereses y la capacidad de los agricultores individuales para adoptar innovaciones. No se limita a las preocupaciones ambientales, sino que también incluye criterios sociales y económicos como la mejora de los medios de vida, la equidad y el capital social.
Se necesitan ciertos métodos y principios para lograr los objetivos de intensificación sustentable. En colaboración con agricultores y otros actores de cambio, el CIMMYT lleva a cabo proyectos de investigación para el desarrollo para probar y escalar una variedad de tecnologías y enfoques que contribuyen a estos resultados. La investigación se centra en la eficiencia del uso combinado de recursos de los insumos de producción de cultivos: tierra, nutrientes de las plantas, mano de obra y agua.
Un ejemplo es la agricultura de conservación, la combinación de diversificación de cultivos, movimiento mínimo del suelo y cobertura permanente del suelo. Un análisis científico internacional ha encontrado que la agricultura de conservación puede —en muchos lugares con diferentes características— desempeñar un papel crucial para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
El modelado de cultivos y sistemas, los sistemas de información geográfica, la teledetección, la mecanización apropiada a la escala y el modelado socioeconómico son algunos de los enfoques que contribuyen al diseño y evaluación de alternativas de intensificación sustentable en los sistemas agrícolas actuales.
¿Qué otros ejemplos hay?
Varias intervenciones del CIMMYT tienen como objetivo salvaguardar la biodiversidad y proteger —y en otros casos aumentar— los servicios de los ecosistemas que son vitales para los medios de vida de los pequeños agricultores y la salud de todos. Otros han estudiado el impacto de los paisajes en la diversidad alimentaria y la nutrición. Sin embargo, otros han desarrollado máquinas apropiadas a pequeña escala, lo que permite a los agricultores ahorrar tiempo, costos y mano de obra asociados con la agricultura para aumentar los rendimientos, detener la expansión de la frontera agrícola e invertir en nuevas oportunidades.
¿En qué se diferencia la intensificación sustentable de la intensificación ecológica, la intensificación agroecológica o la agricultura climáticamente inteligente?
La intensificación sustentable, la intensificación ecológica y la intensificación agroecológica persiguen el mismo objetivo general de alimentar a una población en aumento sin consecuencias ambientales y sociales negativas, pero hacen hincapié en diferentes aspectos.
La intensificación ecológica se centra en los procesos ecológicos en el agroecosistema y enfatiza un enfoque de sistemas, además de considerar fuertemente las perspectivas sociales y culturales.
La agricultura climáticamente inteligente y la intensificación sustentable son complementarias, pero la agricultura climáticamente inteligente se centra en el estrés climático, la adaptación y la mitigación.
La intensificación sustentable se puede lograr con una variedad de métodos, incluidos estos conceptos. Es una estrategia entre muchas para la transformación del sistema alimentario mundial.
¿Cuál es la historia de la investigación del CIMMYT sobre intensificación sustentable?
En la década de 1960, la Revolución Verde trajo cultivos de alto rendimiento a algunas regiones de América Latina y el sur de Asia, salvando a millones de personas del hambre. Sin embargo, la Revolución Verde tuvo consecuencias ambientales y sociales no deseadas. Los críticos de la Revolución Verde argumentaron que estas técnicas de cultivo eran altamente dependientes de insumos externos, combustibles fósiles y agroquímicos, causando daños ambientales por el uso excesivo de fertilizantes y agua y contribuyendo a la degradación del suelo.
En la década de 1980, los científicos del CIMMYT comenzaron a poner mayor énfasis en los aspectos ambientales y sociales —como la conservación del suelo y el agua y asegurar la inclusión social de los grupos marginados— reconociendo su importancia para sostener la intensificación de los cultivos en el sur de Asia. Se entendió que la sustentabilidad incluye mejorar los medios de vida de la población rural que depende de estos recursos naturales, además de una mejor gestión de los recursos. El CIMMYT comenzó a llevar estas consideraciones a la base de su trabajo.
¿Estas prácticas son exitosas?
La intensificación sustentable puede impulsar los rendimientos, aumentar las ganancias de los agricultores y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se puede lograr aumentando la eficiencia del uso de nitrógeno, lo que también reduce la contaminación de las aguas subterráneas.
La investigación del proyecto SIMLESA del CIMMYT ha demostrado que las prácticas de intensificación sustentable basadas en la agricultura de conservación condujeron a un aumento del 60% al 90% en la infiltración de agua y un aumento del 10% al 50% en los rendimientos del maíz en Malawi. En Etiopía, los ingresos de los cultivos se duplicaron con la diversificación de cultivos, la reducción de la labranza y las variedades mejoradas, en comparación con el uso de solo una de estas prácticas.
Según una investigación de la Universidad de Stanford, la intensificación agrícola ha evitado emisiones de hasta 161 gigatoneladas de carbono entre 1961 y 2005. La investigación del CIMMYT muestra que India podría reducir casi el 18% de las emisiones agrícolas de gases de efecto invernadero mediante prácticas de intensificación sustentable que reduzcan el consumo de fertilizantes y mejoren el manejo del agua y la eliminación de las quemas. El trigo de labranza cero puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la agricultura en más del 75% en India y es un 10-20% más rentable en promedio que quemar paja de arroz y sembrar trigo con labranza convencional.
Un estudio del CIMMYT en Science muestra que miles de agricultores de trigo en el norte de India podrían aumentar sus ganancias si dejan de quemar sus residuos de paja de arroz y adoptan prácticas de labranza cero, que también podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la agricultura hasta en un 78% y generar menor contaminación del aire. Esta investigación y la labor conexa de promoción de labranza con la Happy Seeder condujo a una política del gobierno de India en 2018 para impedir que los agricultores quemaran residuos, que incluía un subsidio de 166 millones de dólares para promover la mecanización de manejo de residuos de los cultivos.
El CIMMYT continúa trabajando con actores a lo largo de la cadena de valor, desde los agricultores hasta las organizaciones y empresas nacionales de investigación agrícola, para promover y escalar la adopción de prácticas que conduzcan a la intensificación sustentable.
Foto de portada: Campos irrigados bajo agricultura de conservación en la estación experimental CENEB del CIMMYT cerca de Ciudad Obregón, Sonora, México. (Foto: CIMMYT)