Con 500 millones de pequeñas parcelas en todo el mundo —la mayoría de temporal—proporcionando hasta el 80 % de los alimentos que se consumen en gran parte de los países en desarrollo, es necesario ofrecer alternativas que permitan aumentar la productividad y la calidad de los alimentos generados en estos espacios para millones de hogares de agricultores de pequeña escala. La ciencia aplicada al campo es, en este sentido, fundamental para lograrlo.
“Buscamos que la investigación agronómica realmente sirva a las necesidades de los productores en diferentes zonas del mundo, por eso es que, más que estudiar lo que nos interesa como investigadores, realmente nos enfocamos en las necesidades de los agricultores y qué requieren los sistemas de producción ante fenómenos como el cambio climático”, comenta Nele Verhulst —líder de investigación en sistemas de cultivos para América Latina del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— sobre Excellence in Agronomy.
Excellence in Agronomy es una iniciativa del CGIAR —una alianza global de investigación para un futuro con seguridad alimentaria, la cual está conformada por centros de investigación internacionales— que precisamente busca transformar la ciencia en impacto real en el campo, poniendo énfasis en las mujeres y los jóvenes agricultores, y mostrando un impacto medible en la seguridad alimentaria y nutricional, los ingresos, el uso de los recursos, la salud del suelo y la resiliencia climática.
“Todos vamos a tener que adaptarnos constantemente a este cambio cuyos impactos ya vemos en el campo, por ejemplo, con sequías más prolongadas o heladas que aparecen en tiempos distintos a los que solían ocurrir. Por eso nos corresponde, desde la ciencia, contribuir a la transformación sustentable de los sistemas de producción”, puntualiza Nele Verhulst, señalando que la conexión entre agricultores y científicos regularmente es limitada debido a estrategias convencionales para promover la innovación, por lo que esta nueva iniciativa del CGIAR centra sus esfuerzos en fomentar una comunidad de investigación y desarrollo agronómico ágil y orientada a la demanda.
La iniciativa en mención tiene presencia en tres contenientes: “Nosotros formamos parte de Excellence in Agronomypara América Latina, pero estamos vinculados con los otros dos continentes que son Asia y África. De hecho, la institución que la lidera la iniciativa a nivel global es el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA, por sus siglas en inglés) que tiene su base en Nigeria”, señala Nele Verhulst.
Específicamente en América Latina estamos trabajando en México, Colombia y Perú. Estamos trabajando con diferentes cultivos como maíz, frijol y papa. Por esto en la región colaboramos tres centros de investigación del CGIAR: el Centro Internacional de la Papa (CIP) de Perú, el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) de Colombia, y el CIMMYT, de México”, puntualiza la investigadora.
El reciente lanzamiento de la Red Latinoamericana de Investigación Agronómica (RedAgAL) pone a la región “a la vanguardia dentro de Excellence in Agronomy porque esta es la primera red regional establecida formalmente. Recientemente hicimos un análisis de adaptación al cambio climático. Este es el piloto que tenemos hoy en América Latina y que consecutivamente se va a hacer en otras regiones en África y en Asia para integrar los datos globales y hacerlos disponibles para todo el mundo”, menciona Nele Verhulst, poniendo de relieve la importancia de la iniciativa.