Desde la década de 1980, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA) han encabezado el desarrollo y despliegue del maíz climáticamente inteligente en África.
Este trabajo revolucionario ha generado impactos masivos para los pequeños agricultores, los consumidores de maíz y los mercados de semillas de la región. También ofrece un plan para la nueva Estrategia de Investigación e Innovación 2030 del CGIAR, que propone un enfoque de transformación de sistemas para los sistemas de alimentos, tierra y agua que coloca el cambio climático en el centro de su misión.
En el transcurso de los 10 años de ejecución de la primera iteración de este trabajo de colaboración sobre maíz adaptado al clima, el proyecto Maíz Tolerante a la Sequía para África (DTMA), el CIMMYT y el IITA se asociaron con docenas de socios nacionales, regionales y del sector privado en el África subsahariana para lanzar alrededor de 160 variedades de maíz asequibles. Este mes, el CGIAR reconoce al maíz climáticamente inteligente como una de las 50 innovaciones destacadas que han surgido del primer medio siglo de trabajo de la institución.
Cambio de reglas
Es difícil exagerar la importancia del maíz como cultivo alimentario en el África subsahariana. También lo son los desafíos que enfrenta el cambio climático.
Representa casi un tercio de la ingesta calórica de la región. Se cultiva en más de 38 millones de hectáreas, principalmente en condiciones de secano. Alrededor del 40% de esta área se enfrenta a estrés por sequía ocasional. Otro 25% sufre sequías frecuentes y pérdidas de cosechas que alcanzan el 50%.
El maíz tolerante a la sequía estabilizó la producción en condiciones de estrés por sequía. Estudios recientes muestran que los agricultores que cultivan variedades de maíz tolerantes a la sequía en años secos producen más de media tonelada de maíz por hectárea que los que cultivan variedades convencionales, suficiente maíz para mantener a una familia de seis durante nueve meses.
Estos resultados tan drásticos alimentaron el aumento de la demanda de semillas de maíz mejoradas y adaptadas al clima en el África subsahariana, fortaleciendo así los mercados locales de semillas comerciales y ayudando a que las variedades de maíz tolerantes a la sequía lleguen a una parte cada vez mayor de los agricultores vulnerables al clima.
En la actualidad, aproximadamente 8.6 millones de agricultores se han beneficiado de las variedades de maíz adaptadas al clima derivadas del CIMMYT y del IITA en el África subsahariana. Millones han superado el umbral de la pobreza.
Además de la tolerancia a la sequía, se han desarrollado variedades de maíz adaptadas al clima derivadas del CIMMYT y del IITA para tolerar múltiples estreses provocados por el clima y para proporcionar mejores resultados nutricionales a través de la biofortificación con nutrientes esenciales como la provitamina A y el zinc.
La tarea a futuro
En su libro recientemente publicado, How to Avoid a Climate Catastrophe, Bill Gates menciona que “ninguna otra organización ha hecho más que el CGIAR para garantizar que las familias, especialmente las más pobres, tengan alimentos nutritivos para comer. Y ninguna otra organización está en mejor posición para crear las innovaciones que ayudarán a los agricultores pobres a adaptarse al cambio climático en los próximos años”.
La nueva orientación estratégica del CGIAR es un paso importante para aprovechar ese potencial. El trabajo del CIMMYT y el IITA sobre el maíz climáticamente inteligente ofrece un plan importante para los tipos de investigación firme, integral y colaborativa para iniciativas de desarrollo que tal estrategia podría potenciar.
Como señalan los directores generales del CIMMYT y del IITA, Martin Kropff y Nteranya Sanginga, en un artículo de opinión reciente, “la batalla global contra el cambio climático y todos sus impactos interconectados requiere un enfoque multisectorial para formular respuestas integrales”.