“Por siglos, los agricultores han sido guardianes de las semillas y juegan un papel importante porque poseen estos materiales genéticos que son la base para iniciar o continuar con procesos de mejoramiento para generar variedades de cultivos de importancia para la seguridad alimentaria, como lo son el maíz y el frijol”, mencionó Alonzo.
Por: Nadia Rivera, coordinadora de Comunicación del Proyecto Buena Milpa Guatemala.
Huehuetenango, Guatemala.- Con el propósito de promover el resguardo de la agrobiodiversidad de las semillas y especies locales de los productores de varios municipios de Huehuetenango, se llevó a cabo la III Feria de Agrobiodiversidad en el municipio de Todos Santos Cuchumatán, Huehuetenango, Guatemala.
“Desde tempranas horas, más de 600 agricultores de 12 organizaciones de productores de los municipios de Todos Santos Cuchumatán, Chiantla, San Juan Ixcoy, Concepción Huista, Petatán, Aguacatán y Santa Eulalia convergieron en un mismo espacio para exponer e intercambiar sus semillas y conocimientos, los cuales han conservado por muchas generaciones y, en esta actividad, están compartiendo con otros agricultores”, indicó Sergio Alonzo, representante de Asocuch.
Desde que la humanidad ha existido, las semillas han sido el principal sustento de vida porque han alimentado por siglos a las generaciones, y lo mismo harán en el futuro. El fruto de las semillas es el alimento que la agricultura campesina produce para el mundo.
Dentro de los objetivos del encuentro está informar a los productores sobre sus derechos dentro del marco del Tratado Internacional de Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, conocido como TIRFAA o Tratado de las Semillas, siendo el único convenio internacional que Guatemala ha firmado y que reconoce los derechos de los productores en el artículo 9; así como propiciar el intercambio de semillas y conocimientos como una medida de adaptación al cambio climático, esto con vínculo directo a los 13 bancos de semillas comunitarios que se tienen en la zona y que juegan un rol importante en el tema de protección de las semillas nativas, informó Sergio Alonzo, representante de Asocuch.
En este encuentro, productores, técnicos, investigadores y representantes de instituciones y de la cooperación internacional que velan por el tema agrícola en Guatemala pudieron apreciar los diversos colores de las semillas que aún resguardan estos valiosos custodios de la agrobiodiversidad, de las cuales 95% pertenece a la cultura maya. En esta actividad se contó con más de 600 accesiones de semillas de maíz, frijol, papa, haba, plantas medicinales, hierbas y hortalizas nativas que los agricultores producen en la región.
“Por siglos, los agricultores han sido guardianes de las semillas y juegan un papel importante porque poseen estos materiales genéticos que son la base para iniciar o continuar con procesos de mejoramiento para generar variedades de cultivos de importancia para la seguridad alimentaria, como lo son el maíz y el frijol”, mencionó Alonzo.
Esta actividad fue organizada por la Asociación de Organizaciones de los Cuchumatanes (Asocuch) en el marco del Proyecto Buena Milpa, que es financiado por la iniciativa global del Gobierno de los Estados Unidos contra el hambre y la inseguridad alimentaria (Feed the Future) de USAID y ejecutado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), con sede en México; USC Canadá; el Fondo de Desarrollo de Noruega y el Fondo de Distribución de Beneficios del TIRFAA/FAO.
Durante el evento, se contó con la participación de instituciones como ICTA, MAGA, Helvetas, Fundit, Heifer y SHARE, entre otras que promueven el manejo, la conservación y el desarrollo de la agrobiodiversidad en la Sierra de los Cuchumatanes.