Difundir tecnologías y prácticas sustentables adecuadas a la diversidad de parcelas para generar mayores rendimientos.
Por: Elizabeth Cruz Sosa, formadora en Oaxaca.
10 de agosto de 2017.
San Miguel El Grande, Oax.- El Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario número 77, en colaboración con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), categorizó la parcela “Llano de Culebra” que era considerada área de extensión, como módulo de innovación. La idea de establecer el módulo es mostrar a los productores de la región las diferentes tecnologías promovidas por el Programa MasAgro, como iniciativa del CIMMYT y SAGARPA, que pueden ser adecuadas a una gran variedad de parcelas. No se plantea el uso de “recetas”, sino adaptar las prácticas sustentables a las problemáticas que se presentan en los terrenos de cultivo.
La parcela se había manejado por muchos años con labores tradicionales de cultivo, el objetivo de producción es la obtención de forraje, principalmente de maíz y avena. En el ciclo primavera-verano 2016 se registró en la Bitácora Electrónica MasAgro (BEM) como área de extensión, por lo que al término de la obtención del forraje del cultivo se dejó cobertura con rastrojos. Además se realizó un diagnóstico de parcela, para lo cual, al desarrollar el perfil del suelo, se determinó el grado de compactación y se tomó una muestra para el análisis de suelo. Mediante éste último se determinaron los niveles de nutrientes presentes. Los resultados indicaron que la parcela presentaba deficiencias en potasio, un piso de arado poco profundo y problemas en la nivelación. Para subsanar las problemáticas detectadas se implementaron tecnologías sustentables como: hacer enmiendas en la fertilización, subsolar el terreno y con ello tratar de nivelarlo.
En el ciclo de producción primavera-verano 2017, la parcela entró en Año Cero, iniciando con el proceso de acondicionamiento del módulo de innovación. La tecnología aplicada fue Agricultura de Conservación, con incorporación de 100% de rastrojos del ciclo de producción anterior, por lo que fue necesario hacer uso de barbecho, y posteriormente de la rastra para emparejar el terreno. Una vez que se llevaron a cabo éstas actividades se procedió a hacer los surcos.
La siembra de maíz se realizó en el lomo del surco con ayuda de la sembradora “Del Bajío” y a la par se aplicó una fertilización inicial con fosfato diamónico y cloruro de potasio, con el objetivo de corregir algunas deficiencias, y se programó una segunda fertilización con urea. El control de malezas fue de manera manual. El rendimiento normal de maíz en la localidad es de una tonelada por hectárea, por lo que con las tecnologías y prácticas sustentables aplicadas se espera obtener una producción de tres toneladas por hectárea, para mejorar la rentabilidad.